Taxistas y particulares cobran precios abusivos a los viajeros a causa de la huelga de Auto-Res
Muchos macutos con soldados y mochilas con estudiantes desembocaron el mi¨¦rcoles y el viernes de esta Semana Santa en la estaci¨®n de autobuses Auto-Res. Se toparon con una huelga que se prolonga, desde mediados de marzo, durante los festivos y fines de semana. Hoy pretenden regresar, y la huelga contin¨²a. Ni el comit¨¦ de empresa, cuyo presidente muri¨® en accidente de tr¨¢fico hace siete d¨ªas, ni la patronal pretenden ceder. Mientras, los taxistas apostados en la puerta seguir¨¢n cobrando 7.500 pesetas a cada soldado o estudiante que desee ir a Valencia o a Salamanca, cuando en autob¨²s s¨®lo le costar¨ªa unas 2.000.
Hoy contin¨²a la huelga, con servicios m¨ªnimos del 40%, eso s¨ª, pero contin¨²a. Perjudicar¨¢ sobre todo a los que deber¨¢n presentarse de forma ineludible en aulas, oficinas y cuarteles.Algunos viajeros de Extremadura, seg¨²n indic¨® un portavoz de la empresa que prefiri¨® mantener el anonimato, tienen la suerte de vivir en pueblos tranquilos, pero la desgracia de que por all¨ª no pasa el tren y de que el ¨²nico transporte disponible es el autob¨²s de 50 plazas de Auto-Res. Ellos padecer¨¢n la huelga m¨¢s que nadie. Porque los que eligieron la costa valenciana podr¨¢n volver en tren sin problemas.
Jes¨²s Almeida, miembro de Comisiones Obreras y presidente del comit¨¦ de empresa, asegura que casi todos los pueblos por donde pasan los 300 autobuses de Auto-Res disponen tambi¨¦n de estaci¨®n de tren.
Pero Almeida reconoce que los da?os causados en Semana Santa a los viajeros han sido enormes: "Mucha gente se ha quedado esperando en sus pueblos horas y horas a que pasara el autob¨²s, y claro, como la patronal no ha anunciado con antelaci¨®n las modificaciones de horarios que acarrean los paros, pues lo han pasado mal. Y el Mi¨¦rcoles Santo, la compa?¨ªa s¨®lo destin¨® a tres personas para organizara 1. 500 viajeros. Los desajustes y las colas que se formaron fueron considerables".
El presidente del comit¨¦ de empresa -que hered¨® el cargo el pasado 1 de abril, cuando falleci¨® su compa?ero Juan de la Higuera, de 45 a?os, en un accidente de tr¨¢fico- cree que los paros afectan incluso a la seguridad de los viajeros. "La empresa contrat¨® el mi¨¦rcoles los servicios de conductores con sobrecarga de viajes. Un colega, por ejemplo, lleg¨® de Castell¨®n, con 400 kil¨®metros y seis horas y media de viaje, a las doce y cuartode la tarde. Sali¨® de nuevo para Castell¨®n 45 minutos despu¨¦s. Eso es peligroso".
Los veh¨ªculos de Auto-Res, representan el 20% de los autobuses de largo recorrido en la regi¨®n, enlazan la capital con Badajoz, Cuenca, Castell¨®n, Salamanca y Valencia. La empresa ha perdido 250 millones desde que se inici¨® la huelga, y cada conductor, 30.000 pesetas mensuales, seg¨²n el comit¨¦ de empresa.
Hay un punto donde coinciden con la misma contundencia la patronal del sector y los huelgistas: los grandes beneficiarios de los paros son los taxistas. El pasado mi¨¦rcoles abordaban a los viajeros dentro de la estaci¨®n y llenaban sus coches con cuatro personas. Cada una de ellas llegaba a pagar 7.000 pesetas por ir a Zamora, 6.000 a Salamanca y 7.500 a Valencia.
Derecho a comer
"Los precios variaban conforme avanzaba el d¨ªa", explicaba el vigilante de la estaci¨®n, quien tuvo varios altercados con ellos. "Por la ma?ana cobraban a lo mejor 5.000 pesetas por cada uno que llevaban a Valencia, y por la noche, hasta 10.000. Al menos cuatro veces les tuve que decir que no abordaran a los clientes dentro de la estaci¨®n. Me contestaron: 'Todo el mundo tiene derecho a trabajar para comer'. Y yo les dije: 'A trabajar s¨ª, a robar, no", relata el vigilante.
El presidente del comit¨¦ de empresa asegura que varios particulares con furgonetas se apostaron frente a la boca de metro de la plaza del Conde Casal para abordar a los viajeros. "Es indudable que estos paros est¨¢n ocasionando mucho perjuicio a los clientes, pero es por culpa de la empresa", indic¨® Almeida.
Y la empresa cree que todo es cierto, que la huelga perjudica a los m¨¢s d¨¦biles, como los soldados y los estudiantes, pero con una salvedad: "La culpa es de los obreros, que son muy tozudos", concluye el portavoz empresarial.
La batalla de las 15.000 pesetas
S¨®lo 15.000 pesetas mensuales por trabajador separan lo que ofrece la empresa de lo que pide el comit¨¦ de empresa. Con la ¨²ltima oferta de Auto-Res en la mano, un conductor gana 97.000 pesetas netas mensuales, seg¨²n el comit¨¦ de empresa. Si la empresa accede a sus peticiones cobrar¨ªan unas 115.000.En junio de 1992, los obreros y la patronal del transporte discrecional -que atiende f¨¢bricas y colegios- firmaron un convenio, en el que Fenebus -la patronal del transporte regular- no se encontraba, por decisi¨®n propia. Fenebus recurri¨® ante la jurisdicci¨®n de Trabajo, pero obtuvo una sentencia en contra. Entonces volvi¨® a impugnar el convenio ante el Tribunal Superior. Mientras tanto, los empresarios acordaron una subida de 14.000 pesetas para este a?o. "Pero ese dinero no consta a efectos de IRPF ni de Seguridad Social. Es decir, que la viuda de nuestro compa?ero [De la Higuera] cobrar¨¢ una pensi¨®n con arreglo al convenio de 1991".
Un portavoz de la empresa subraya que Auto-Res paga m¨¢s a sus empleados que el resto de las compa?¨ªas del sector. "Pero parece que la muerte del presidente del comit¨¦ de empresa ha enrarecido m¨¢s a¨²n el ambiente", concluye.
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