Attali admite haber cometido excesos al frente del BERD, pero ensalza su gesti¨®n y se niega a dimitir
El presidente del Banco Europeo para la Reconstrucci¨®n y el Desarrollo (BERD) de los pa¨ªses excomunistas, el franc¨¦s Jacques Attali, intent¨® ayer disipar la tormenta de cr¨ªticas desatada en torno a los altos costes operativos y los excesos suntuarios de la entidad. En v¨ªsperas de la asamblea anual de gobernadores del banco, que empieza el lunes, Attali admiti¨® que algunos de los gastos en decoraci¨®n de la fastuosa sede londinense, como la sustituci¨®n de m¨¢rmol normal por m¨¢rmol de Carrara, fueron incorrectos pero neg¨® toda intenci¨®n de dimitir.
Attali pidi¨® ayer que se juzgue al BERD por su actuaci¨®n global y su gesti¨®n general, "muy satisfactoria", y no por "detalles de menor importancia". El BERD, cuyos beneficios ascendieron a 533 millones de pesetas en su primer a?o, gast¨® 9.900 millones de pesetas en redecorar su sede central, un moderno edificio de alquiler en la City de Londres. Este dispendio, unido a otros similares (casi 10 millones de pesetas en una fiesta de Navidad, 110 millones en alquiler de aviones privados, etc¨¦tera), fue objeto de un informe muy cr¨ªtico del influyente diario Financial Times el pasado 13 de abril, tras el que llovieron ataques contra Attali y su afici¨®n al boato.El ministro de Finanzas alem¨¢n, Theo Waigel, se reuni¨® el martes con Attali para reconvenirle. El canciller del Exchequer brit¨¢nico, Norman Lamont, orden¨® a su vez que se investigaran las cuentas internas del BERD.
Las cr¨ªticas al BERD se han producido en un momento muy delicado, justo en las semanas previas a la asamblea general que debe examinar el funcionamiento de la entidad en su primer a?o realmente operativo. Jacques Attali ofreci¨® ayer una conferencia de prensa para presentar los resultados del banco y se?alar su escepticismo ante "la supuesta conspiraci¨®n que, dicen, puede existir contra el banco o contra mi persona".
El nombramiento de Attali fue fruto de un pacto a tres bandas entre los tres pa¨ªses m¨¢s influyentes de la Comunidad Europea (la sede para los brit¨¢nicos, la direcci¨®n del consejo para los alemanes, la presidencia para un franc¨¦s) y, desde el principio, el ex asesor de Fran?ois Mitterrand top¨® con reticencias en la City de Londres. Hubo comentarios desfavorables sobre su afici¨®n a la grandeur, su presunta parcialidad hacia los intereses de Francia, su mal acento ingl¨¦s e incluso sobre el hecho de que fuera jud¨ªo.
"Buenos resultados"
Ayer, aunque admiti¨® algunos errores, Attali afirm¨® que no se hab¨ªa sobrepasado el presupuesto y que la gesti¨®n del banco hab¨ªa sido "muy satisfactoria" en t¨¦rminos generales. "Est¨¢ claro que debimos hacer algunas cosas de distinta forma. La sustituci¨®n del m¨¢rmol original (en la sede) entra claramente dentro de esa categor¨ªa de cosas", dijo. Pero subray¨® que el BERD hab¨ªa obtenido un beneficio de 3,8 millones de ecus (equivalentes a unos 533 millones de pesetas) en su primer a?o operativo, lo que permit¨ªa bajar los intereses a sus clientes; que hab¨ªa comprometido inversiones por un total de 180.000 millones de pesetas (aunque s¨®lo se ha desembolsa do una d¨¦cima parte), y que par ticipaba ya en 76 proyectos de inversi¨®n. "Estos son buenos resultados para un banco que no exist¨ªa hace dos a?os", destac¨® Attali.Para aplacar las cr¨ªticas sobre presuntos derroches y responder a las exigencias de autocontrol planteadas por Alemania, Reino Unido, Canad¨¢ y otros miembros del consejo de administraci¨®n, que re¨²ne a 25 pa¨ªses, Jacques Attali anunci¨® que el Comit¨¦ de Control Presupuestario del BERD contar¨¢ desde ahora con m¨¢s poder, que el Comit¨¦ de Auditor¨ªa Interna revisar¨¢ todos los gastos del banco y que se ampliar¨¢ la informaci¨®n facilitada regularmente al consejo de administraci¨®n.
A pesar de estos anuncios, el primer ministro brit¨¢nico, John Major, utilizar¨¢ su intervenci¨®n en la apertura de la asamblea general, el lunes, para pedir m¨¢s austeridad al banco, seg¨²n informaba ayer el Financial Times.
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