Cr¨ªticos contra cl¨®nicos
Clara Obligado lo tiene muy claro: "No somos una f¨¢brica de ¨¦xito, sino un grupo de trabajo, y estoy segura de que de los talleres van a surgir generaciones de escritores". En Estados Unidos, las escuelas de escritura creativa ya han dado sus frutos (quiz¨¢s los m¨¢s famosos sean el grupo de los minimalistas). Este ¨¦xito estuvo acompa?ado de la consecuente pol¨¦mica y algunos cr¨ªticos se lanzaron a decir que los talleres hab¨ªan producido escritores cl¨®nicos. "Puede influir en el momento en que el ense?ante sea alguien con mucha fuerza. Pero del mismo profesor han surgido personas que escriben cosas completamente diferentes. Yo, personalmente, no creo en la uniformidad", se?ala Mariano Antol¨ªn Rato, novelista y traductor especializado en las ¨²ltimas hornadas de narradores estadounidenses (desde Kerouac hasta Bret Easton Ellis).La sed de publicar no parece el motivo principal por el que los estudiantes acuden a las escuelas de literatura. "No creo que nadie venga para encontrar una f¨®rmula para publicar. M¨¢s bien nos interesa descubrir algo en nuestra propia escritura, cambiar la forma de leer", se?ala Miguel ?ngel Serrano, alumno de la Escuela de Letras, que asegura haber encontrado en este centro un lugar para hablar tranquilamente de literatura.
Jos¨¦ Antonio S¨¢nchez Villasevil, alumno de la misma escuela, que recientemente ha publicado la novela Capa negra, no cree que la ense?anza de trucos sea positiva, "porque luego te huele la cocina, como dice Mill¨¢s".
"Cada texto requiere su propia visi¨®n, la reflexi¨®n sobre lo que se est¨¢ creando tiene que ser anterior a la t¨¦cnica", agrega. Aunque hab¨ªa empezado a escribir mucho antes de entrar en la Escuela de Letras, cree que el paso por este centro le ayud¨® a "controlar la escritura, a ser consciente de c¨®mo pod¨ªa escribir lo que realmente quer¨ªa decir".
El oficio, la sensaci¨®n de dominar el texto literario y la creaci¨®n personal es, seg¨²n explican otros alumnos, un bagaje con el que se puede salir despu¨¦s de la ense?anza literaria. Para Jes¨²s Olmo, "es como una escuela de ebanister¨ªa. El oficio de escribir se puede aprender y se puede ense?ar". Antonia Molinero, otra alumna, cree que si todo el mundo ha aprendido a escribir de una forma u otra, "es que se puede ense?ar".
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