"Esto no es Irak"

RAM?N LOBO ENVIADO ESPECIAL, "Si los norteamericanos deciden atacar, esto ser¨¢ mucho peor que Vietnam; ser¨¢ terrible", vaticina en tono apocal¨ªptico el griego Georgios Varthalis, jefe de uno de los equipos de observadores de la Comunidad Europea (CE) que pululan por la parte septentrional de Bosnia central. El representante griego expone con vehemencia su temor a una futura extensi¨®n del conflicto a Kosovo y Macedonia, "lo que implicar¨ªa directamente a Grecia", dice, "por el problema de los refugiados".

Varthalis define la actual situaci¨®n como un gran laberinto del que ya es dificil escapar y responsabiliza de esto a "algunos pa¨ªses de la CE que desoyeron las voces de la prudencia, entre ellas la de Grecia, y se lanzaron a reconocer pa¨ªses sin tratar de preservar la identidad yugoslava". Propone, como alternativa al bombardeo de posiciones serbias por la CE, esperar a que "los bandos se cansen de tanto pelear y, exhaustos, decidan negociar".Elvis, un joven croata originario de Sarajevo, cat¨®lico (aunque no bebe alcohol, como los musulmanes), tiene una opini¨®n diametralmente opuesta y afirma sin rodeos: "Deber¨ªan bombardear todas las piezas de artiller¨ªa, destruirlas por completo: las de los serbios, las de los croatas y las de los musulmanes. Es el ¨²nico camino para acabar de verdad con esto".

Para los militares de las Fuerzas de Protecci¨®n de las Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia (Unprofor), la posibilidad de una intervenci¨®n de la aviaci¨®n norteamericana incrementa el riesgo en tierra. Un comandante brit¨¢nico del 350 Regimiento de Ingenieros, con base en Tomislavgrad, cuerpo responsable de la fAra¨®nica apertura de una carretera de alta monta?a que une Split con Vitez y Tuzla, es expresivo en su respuesta: "Menos mal que me voy a casa el jueves de la pr¨®xima semana".

Manos atadas a la espalda

Aqu¨ª, en Vitez, donde se ubica el cuartel general de las ratas del desierto, un oficial destinado a las relaciones con la prensa se?ala: "Sabemos qui¨¦nes son los culpables, pero no tenemos autorizaci¨®n para castigarles". Para un capit¨¢n canadiense, cuya base de operaciones est¨¢ en Visoko, lo peor de sus casi seis meses en Bosnia es la imposibilidad de hacer algo. "Estamos con las manos atadas a la espalda viendo pasar atrocidades terribles".

El sargento mayor de la base, un veterano de las Malvinas y de la guerra del Golfo, emplea un discurso ajeno. a los acontecimientos pol¨ªticos: "Nuestro trabajo en los pr¨®ximos seis meses es ensanchar esta carretera para que puedan discurrir por ella m¨¢s convoyes de ayuda". Kennedy, el excelente cocinero de este puesto de alta monta?a, no est¨¢ de acuerdo: "Si mandan aqu¨ª las tropas de la ONU, a nosotros nos dar¨¢n una patada en el trasero los croatas, los musulmanes y despu¨¦s los serbios".

"Esto no es Irak", advierte elcomandante de Tomislavgrad, un veterano de la guerra en el desierto. "Aqu¨ª la situaci¨®n sobre el terreno es mucho m¨¢s compleja: no existen los ej¨¦rcitos propiamente dichos, la guerra es una sucesi¨®n de batallas ciudad por ciudad, con una din¨¢mica nacional y local dificil de distinguir, la orograf¨ªa es monta?osa... Para entrar hay que saber muy bien el lugar que se pisa".

Los espa?oles de la base de Medjgorje parecen tener m¨¢s confianza en la tecnolog¨ªa militar que los brit¨¢nicos. "Con las armas actuales es bastante sencillo", dice un comandante de aviaci¨®n destinado en la Agrupaci¨®n Canarias.

Elvis, el croata de Sarajevo, est¨¢ convencido de que todos los bandos son culpables, aunque "unos m¨¢s que otros", reconoce, y asegura que cualquier intervenci¨®n que no reconozca este hecho est¨¢ condenada al fracaso. "?Qu¨¦ pasar¨ªa", dice, "si los norteamericanos bombardean a los serbios y tres d¨ªas despu¨¦s la milicia croata repite las matanzas de Vitez?". Tras encogerse de hombros, contesta con calma: "Que nada habr¨¢ cambiado".