La paralizaci¨®n de las obras de Sagunto da?ar¨ªa las ruinas, seg¨²n Portaceli

Los autores del proyecto de rehabilitaci¨®n del teatro romano de Sagunto, Manuel Portacieli y Giorgio Grassi, se?alaron ayer que la eventual paralizaci¨®n de las obras supondr¨ªa un "deterioro grave del monumento y las ruinas". La reforma ha sido declarada ilegal por el Tribunal Superior valenciano en un fallo que tambi¨¦n abre las puertas a la demolici¨®n: "Aunque se puede hacer, ser¨ªa una agresi¨®n", alert¨® Portaceli. "Es incre¨ªble", manifest¨® Grassi, quien, sorprendido en Mil¨¢n por la noticia, critic¨® la inseguridad juridica en la que deja la sentencia a la mayor¨ªa de las restauraciones.

Giorgi Grassi apenas pudo disimular su sorpresa por la "dureza" del fallo que ensombrece el futuro de su obra. "Desde el punto de vista legal es una sentencia bastante grave. Lleva a declarar ilegales casi todos los trabajos de restauraci¨®n. Ninguno cabe bajo un juicio tan esquem¨¢tico". El arquitecto italiano pidi¨® que se dejase terminar la obra para que la gente pudiese entonces verla y juzgarla. "Paralizar ahora es est¨²pido, pues tendr¨ªa el efecto contrario al pretendido. La suspensi¨®n pondr¨ªa en peligro las piezas originales romanas del escenario", coment¨® Grassi. En la misma l¨ªnea se manifest¨® su compa?ero Portaceli. "Demuestra [la sentencia] una falta de inter¨¦s por el monumento y sienta un precedente preocupante. El debate debe ser cultural no judicial". Las obras han entrado en su fase de remate -colocaci¨®n y reubicaci¨®n de las piezas originales romanas-. Para Portaceli, de in terrumpirse los trabajos, los ¨®rdenes de la escena -cornisas, capiteles y columnas originales- se degradar¨ªan de forma irreversible. "El muro de la es cena original, recuperado con la restauraci¨®n, est¨¢ totalmente abierto, por lo que la paraliza ci¨®n de las obras lo dejar¨ªa a la intemperie y expuesto a los cambios de temperatura", a?adi¨®.

La obras del teatro romano de Sagunto -con un coste de 600 millones de pesetas- se iniciaron en mayo de 1990. El proyecto fue encargado por la Generalitat valenciana. Los trabajos finalizar¨¢n en las pr¨®ximas semanas. La sentencia, que estima, un recurso del dirigente provincial del PP Juan Marco Molines, afirma que la intervenci¨®n vulnera los l¨ªmites establecidos por la Ley del Patrimonio Hist¨®rico para la reconstrucci¨®n de monumentos y la adici¨®n de materiales nuevos. Grassi critic¨® esta norma a la que tach¨® de "esquem¨¢tica, ambigua y atrasada".

La reforma emplea materiales nuevos e incluye la reconstrucci¨®n del grader¨ªo y la construcci¨®n del edificio esc¨¦nico. Mientras que Portaceli y Grassi sostienen que es una rehabilitaci¨®n fiel al espacio romano original, la sentencia afirma: "Se trata de una obra que se asienta sobre las ruinas de un teatro romano y las oculta".

La posibilidad de demolici¨®n espant¨® a Portaceli. "Ser¨ªa una agresi¨®n a una obra de recuperaci¨®n y lectura del espacio de Sagunto. Se puede hacer, pero hay problemas adyacentes. Supondr¨ªa un trabajo in¨¦dito, laborioso y nunca aconsejable. Como toda intervenci¨®n, entra?ar¨ªa peligros", se?al¨®.

Manifiesto de apoyo

M¨¢s de un centenar de arquitectos y artistas han suscrito un manifiesto de apoyo a la intervenci¨®n. Entre los firmantes se encuentran los arquitectos Rafael Moneo, Oriol Bohigas, Gae Aulenti o Alan Colquhoun. Esta toma de postura surgi¨® de la iniciativa de Alberto Ustarroz, director del departamento de Arquitectura de San Sebasti¨¢n. Uno de los firmantes, el escultor Andreu Alfaro, declar¨® ayer: "La restauraci¨®n es bell¨ªsima; un trabajo excepcional, hecho con un mimo y una exquisita atenci¨®n a los detalles. Lo que hab¨ªa antes no era un teatro, sino ruinas que tampoco eran romanas, sino una mezcolanza de seudorrestauraciones y chapuzas de los siglos XVIII y XIX".La polvareda levantada por la sentencia en el ¨¢mbito de la cultura ha encontrado eco en el terreno jur¨ªdico. Las discrepancias giran en tomo al alcance de la sentencia. La Generalitat valenciana, que recurrir¨¢ ante el Supremo, mantiene que las obras no se podr¨¢n paralizar hasta que el alto tribunal no adopte una decisi¨®n.

El ponente de la sentencia asegur¨® que la consecuencia l¨®gica del fallo es la paralizaci¨®n y demolici¨®n de la refroma, pero expres¨® sus dudas sobre el car¨¢cter suspensivo del recurso y se?al¨® que la sala espera la acci¨®n de las partes para dilucidar la cuesti¨®n. Marco Molines, pedir¨¢ la ejecuci¨®n provisional la pr¨®xima semana.

En el mundo pol¨ªtico las reacciones se sucedieron en cascada. El PSOE y Esquerra Unida (EU) discreparon de la sentencia. El PP y los regionalistas de Uni¨®n Valenciana (UV) mostraron su satisfacci¨®n con el fallo y pideron la demolici¨®n de la obra.

El consejero de Cultura en la ¨¦poca en que se aprob¨® el proyecto, Cipri¨¢ C¨ªscar -hoy n¨²mero uno electoral del PSOE por Valencia-, manifest¨®: "Hay cuestiones de est¨¦tica que no pueden quedar en manos de los tribunales". El presidente regional del PP, Pedro Agramunt, contraatac¨®: "Si el presidente de la Generalitat tiene inter¨¦s en hacerse un Taj-Majal, que lo haga en un descampado". M¨¢s moderado fue el dirigente de EU Albert Taberner, quien opin¨® que la sentencia se deriva de una lectura estricta de la ley del Patrimonio y propuso cambiar su redacci¨®n.