Moderado moderno

Vuelve la modestia. En sorprendente coincidencia, los dos m¨¢s importantes premios internacionales -el Pritzker y la Medalla de Oro de la UIA- han sido otorgados al japon¨¦s de 64 a?os Furnihiko Maki, un moderno moderado que se convierte as¨ª en el primer arquitecto galardonado con ambas distinciones, que rivalizan por la consideraci¨®n de Premio Nobel oficioso de la arquitectura. Alejado de todo extremismo profesional. o estil¨ªstico, Maki es un ecl¨¦ctico, de modales exquisitos y edificios refinados que emplea el hormig¨®n, el vidrio y el acero con una discreci¨®n y una sobriedad caracter¨ªsticas.El arquitecto de Tokio vivir¨¢ el mes pr¨®ximo su semana m¨¢s dulce: el d¨ªa 10 recibir¨¢ en el castillo neocl¨¢sico de Praga el Premio Pritzker, concedido por la norteamericana Fundaci¨®n Hyatt, y siete d¨ªas despu¨¦s le ser¨¢ entregada en el teatro de Chicago la Medalla de Oro de la Uni¨®n Internacional de Arquitectos, coincidiendo con el 180 Congreso de esta asociaci¨®n, que agrupa a todos, los colegios profesionales de arquitectos del mundo. Esos dos jueves de junio situar¨¢n a Maki en el fiel ecu¨¢nime de la balanza aquitect¨®nica y del equilibrio institucional entre las agresivas fundaciones privadas norteamericanas y las pesadas burocracias de los organismos internacionales.

Considerado por muchos como el m¨¢s occidental de los arquitectos japoneses, todo en la biograf¨ªa de Fumihiko Maki habla de mezclas pl¨¢cidas y confortables t¨¦rminos de encuentro. Formado en la Universidad de Tokio con Kenzo Tange (el ¨²nico de sus compa?eros que le precedi¨® en la obtenci¨®n del Pritzker, en 1987), Maki complet¨® su aprendizaje en las escuelas norteamericanas de Canbrook y Harvard, lugar ¨¦ste donde tuvo la oportunidad de trabajar en el despacho profesional del entonces decano, el catal¨¢n Jos¨¦ Luis Sert, y al que m¨¢s tarde regresar¨ªa como profesor. En el Jap¨®n de Tange y en la Am¨¦rica de Sert encontr¨® Maki la devoci¨®n moderna, y en el maestro de ambos, Le Corbusier, el h¨¢lito prof¨¦tico que sopl¨® fugazmente sobre algunas propuestas juveniles.

Con otros arquitectos de su edad agrupados en torno a la figura de Tange, Maki form¨® parte del Metabolismo, un movimiento de vanguardia que surgi¨® en Jap¨®n con ocasi¨®n de la Conferencia Mundial de Dise?o de Tokio en 1960, y que alcanz¨® su culminaci¨®n en la Feria Mundial de Osaka en 1970. El Metabolismo, que preconizaba una arquitectura cambiante, org¨¢nica y futurista de c¨¢psulas de alta tecnolog¨ªa, expresaba bien, al igual que las formas avanzadas, monumentales y heroicas de Tange, la recuperaci¨®n econ¨®mica japonesa y el optimismo t¨¦cnico de los a?os sesenta.

Maki, que introdujo por entonces en el debate el concepto de la megaestructura como soporte fisico de una arquitectura de componentes prefabricados, no cay¨® sin embargo nunca en el extremismo utopista de sus compa?eros Kiyonori Kikutake, con sus ciudades marinas, o Kisho Kurokawa, con sus ciudades helicoidales Y c¨¢psulas vivientes. Su larga formaci¨®n junto a Sert dej¨® el poso de una modernidad ecl¨¦ctica y reflexiva, tibiamente revisionista, ocasionalmente escult¨®rica y s¨®lo levemente futurista.

Aunque ha construido alg¨²n edificio en Estados Unidos, y en 1994 se terminar¨¢ en M¨²nich su primera realizaci¨®n europea, la mayor parte de la obra de Maki se encuentra en Jap¨®n, y muy especialmente en su Tokio, natal, donde ha levantado una treintena de edificios de vivienda, universitarios, culturales, deportivos y comerciales. En la selva de signos y el caos din¨¢mico de la capital japonesa, los edificios de Maki destacan por su elegancia t¨¦cnica, sus detalles impecables y su geometr¨ªa articulada y escueta, construida con una sobria paleta blanca, gris o met¨¢lica, de chapas esmaltadas, hormig¨®n, vidrio y aluminio.

En las viviendas y comercios de Hillside Terrace, en Tokio, comenzadas en 1967, y desarrolladas con una parsimonia vern¨¢cula a lo largo de 25 a?os, la sensibilidad moderna de Maki se hace pintoresca, dise?ando un entorno urbano intrincado y sutil que se adapta a la topograf¨ªa, creando patios ¨ªntimos y ejes visuales que organizan los espacios p¨²blicos; en el edificio Espiral de 1985 o en el pabell¨®n de ciencias Tepia de 1989, su abstracci¨®n luminosa crea exteriores escult¨®ricos e interiores delicados y on¨ªricos; los tres edificios del Gimnasio Metropolitano de Tokio, de 1990 -la gran almeja met¨¢lica, el zigurat y la piscina cubierta rectangular-, dialogan sobre el paisaje inesperado de una plataforma alabeada y cambiante.

Fuera de su ciudad, Maki ha construido tambi¨¦n algunas obras de una belleza inquietante: la casa de hu¨¦spedes de la compa?¨ªa YKK en Kurobe, de 1982, y el Museo Nacional de Arte Moderno de Kioto, de 1978-1986, dos edificios de rigor geom¨¦trico, elocuencia pl¨¢stica y herm¨¦tico clasicismo; el Centro de Congresos de Chiba, de 1989, una gigantesca onda met¨¢lica y de vidrio que cubre 150.000 metros cuadrados ganados al mar en la bah¨ªa de Tokio, y la que es quiz¨¢ su obra m¨¢s ins¨®lita, el Gimnasio Municipal de Fujisawa, una combinaci¨®n de escarabajo plateado, nave espacial y casco de samuray, que construy¨® en 1984 y que posee una rara intensidad l¨ªrica y figurativa, parad¨®jicamente alcanzada con unos ingredientes materiales de una frialdad y de una abstracci¨®n extremas. Pero hasta un experto en mixturas discretas explora en ocasiones alquimias explosivas.