Billones para crecer

Los ambiciosos planes para reactivar la econom¨ªa dise?ados por los tres grandes bloques del mundo, con inversiones p¨²blicas de m¨¢s de 20 billones de pesetas, no han impedido que la crisis siga campeando a sus anchas. Los problemas internos, pol¨ªticos y econ¨®micos, est¨¢n retrasando la puesta en marcha de las iniciativas para el crecimiento en. la Comunidad Europea, Estados Unidos y Jap¨®n. Mientras tanto, el n¨²mero de parados en los pa¨ªses de la OCDE supera ya los 30 millones de personas y nadie apuesta por una reactivaci¨®n generalizada hasta entrado 1994.

El p¨¦simo balance econ¨®mico de1992 y las peores perspectivas para este a?o llevaron a los gobiernos de los pa¨ªses ricos a plantearse, por primera vez en su historia, acciones de choque en busca de una r¨¢pida reactivaci¨®n. Los responsables pol¨ªticos de la CE, Estados Unidos y Jap¨®n coincidieron, por una vez, en que el relanzamiento econ¨®mico pasaba por una mayor actividad del sector p¨²blico. Todos ellos decidieron resucitar las viejas teor¨ªas de: Keynes y anunciaron ambiciosos programas de inversi¨®n p¨²blica, que hicieran de locomotora de la maltrecha econom¨ªa. Pero cinco meses despu¨¦s, ninguna de las tres iniciativas ha empezado a funcionar. Los tres programas tienen algo en com¨²n: destinar fondos p¨²blico millonarios -billonarios, en este caso- a inversiones en infraestructuras que puedan relanzar la actividad privada e invertir la tendencia actual del empleo. Los gobernantes norteamericanos, europeos y japoneses han comprendido ya que el principal problema que tienen actualmente es el paro y que, o act¨²an de forma r¨¢pida y contundente, o la situaci¨®n se le puede ir de las manos. Solamente en la CE ya hay m¨¢s de 17 millones de desempleados (un 10,2% de la poblaci¨®n activa), que se pueden acercar a 20 en pocos a?os. Estados Unidos, Jap¨®n y el resto de los pa¨ªses de la OCDE suman otros 13 millones de parados.Ante esta situaci¨®n, los tres optaron por anunciar sus iniciativas para. el crecimiento. La CE preve¨ªa inversiones p¨²blicas por un valor cercano a los 5 billones de pesetas, Estados Unidos otros 4 y Jap¨®n se descolg¨® con la cifra nada despreciable de 13 billones de pesetas. En total, 22. Pero de lo que se anunci¨® entre enero y abril a lo que se baraja ahora hay enormes diferencias.

La propuesta de la Comunidad Europea es, sin duda, la m¨¢s trabajada de las tres. Aunque los problemas derivados del proceso de Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria y de la propia ratificaci¨®n del Tratado de Maastricht han impedido que se ponga en marcha. El objetivo comunitario era -sigue siendo, aparentemente- canalizar inversiones p¨²blicas por valor de 35.000 millones de ecus (cerca de 5 billones de pesetas), durante 1993 y 1994. Este esfuerzo supondr¨ªa un crecimiento adicional del producto interior bruto (PIB) de 0,6 puntos y la creaci¨®n de 450.000 empleos en dos a?os.

La Iniciativa de Crecimiento Europea (ICE) se asienta sobre dos bases claramente diferenciadas: el esfuerzo de inversi¨®n conjunta financiado por los presupuestos comunitarios y las aportaciones de cada uno de los pa¨ªses miembro.

Inversiones p¨²blicas

En ambos casos, los tecn¨®cratas de Bruselas quieren asegurarse de que las fuertes inversiones p¨²blicas no pongan en peligro el proceso de convergencia previsto en el Tratado de Maastricht, con aumento de los d¨¦ficits p¨²blicos o el endeudamiento de los estados miembro. Por eso, han ideado una serie de mecanismos que garanticen la estabilidad fiscal de Los Doce. La CE ha puesto en marcha la denominada Facilidad de Edimburgo, por la que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ofrece cr¨¦ditos por un m¨¢ximo de 5.000 millones de ecus (m¨¢s de 700.000 millones de pesetas), con el compromiso del prestatario de aportar la misma cantidad, con lo que se duplica la inversi¨®n final. Adem¨¢s, los ministros de Finanzas de la CE han movilizado el Fondo Europeo de Inversiones, que podr¨¢ aportar hasta 20.000 millones de ecus (2,8 billones de pesetas) en cr¨¦ditos blancos a los estados que lo soliciten. A estas cantidades hay que a?adir las inversiones p¨²blicas de los pa¨ªses miembro -una parte de las cuales vendr¨¢ del fondo de cohesi¨®n comunitaria-.

El proyecto, que sobre el papel parec¨ªa r¨¢pido y eficaz, se encuentra en estos momentos poco menos que paralizado por la especial situaci¨®n que atraviesa la CE y la mayor¨ªa de sus estados. Aunque fuentes of¨ªciales espa?olas insisten en que los efectos de la ICE se empezar¨¢n a notar r¨¢pidamente despu¨¦s del verano. Los problemas para poner en marcha la ICE no son nada comparados con los que se est¨¢ encontrado el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, para lanzar su plan de reactivaci¨®n. Clinton present¨® a mediados de febrero un ambicioso programa de transformaci¨®n econ¨®mica, que inclu¨ªa 30.000 millones de d¨®lares (5 billones de pesetas) en inversiones p¨²blicas para relanzar la deca¨ªda econom¨ªa norteamericana. El proyecto tuvo que reducirse hasta casi la mitad (16.000 millones de d¨®lares) a las pocas semanas y ni as¨ª ha sido aprobado por el Senado.