Un gen
La astronave de 2001, una odisea espacial, ten¨ªa de todo para la subsistencia; incluso una m¨¢quina que preparaba ricos men¨²s con s¨®lo pulsar el correspondiente bot¨®n. El invento ya est¨¢ superado -hoy en d¨ªa aprietas un bot¨®n y sale un gazpacho cortijero- pero aquel ingenio fue un fascinante futurible de la ¨¦poca.Todo lo que el hombre imagina acaba haci¨¦ndose realidad. Basta s¨®lo con esperar que los progresos de la ciencia se adecuen a la fantas¨ªa. Cuesti¨®n de tiempo. Es lo que le ocurri¨® a un servidor cuando augur¨® que un d¨ªa no lejano se podr¨ªa cultivar la paella valenciana. La biotecnolog¨ªa ha conseguido insertar el gen de un pez en el ma¨ªz, para hacerlo resistente a las heladas. El descubrimiento abre fastuosas perspectivas y ya no hay inconveniente alguno en insertar gen de pollo en el arroz, para que fructifique en los campos la paella valenciana.
Es una cuesti¨®n de capital importancia para el mundo en general y para Valencia en particular que los pol¨ªticos, sin embargo, no incluyen en sus propuestas electorales. Ahora bien, tampoco est¨¢ claro que le interese al electorado. Anoche celebraron debate en televisi¨®n los l¨ªderes de los principales partidos y a la mayor¨ªa de los espectadores s¨®lo les interesaba ver si se pon¨ªan nerviosos, si uno era capaz de triturarle los higadillos al otro, qui¨¦n ten¨ªa mejor palmito. O sea, como si en vez de elegir presidente del Gobierno estuvieran buscando novio.
Afortunadamente, la vida seguir¨¢ su curso, mande quien mande; la biotecnolog¨ªa no dejar¨¢ de convertir en realidad los devaneos de la imaginaci¨®n y la fantas¨ªa seguir¨¢ siendo el motor del mundo. "La fantas¨ªa es la loca de la casa", defini¨® Malebranche, hace de esto dos siglos. Es lo que dijo la familia cuando anunci¨¦ lo de la paella. Y reconozco que me sent¨® mal. Si a¨²n hubieran dicho el loco...
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