Momento dulce
Antonio Canales est¨¢ en un momento dulce de su carrera, y lo aprovecha. Una temporada de casi dos semanas en un teatro madrile?o no est¨¢ al alcance de cualquiera; ¨¦l puede permit¨ªrselo, incluso ausent¨¢ndose dos d¨ªas para cumplir compromisos contra¨ªdos anteriormente, uno de ellos en el extranjero. Esto nos da idea de que realmente su baile est¨¢ teniendo una aceptaci¨®n importante.En cualquier caso no debe sorprendernos demasiado, porque Canales es uno de los m¨¢s representativos bailaores de esa generaci¨®n joven que ahora manda en el baile flamenco, y que est¨¢ imponiendo unos modos no siempre rigurosamente ortodoxos, pero de gran fuerza y capacidad de comunicaci¨®n. Transmite con eficacia la enorme carga emotiva del jondo, y seduce a un p¨²blico que quiz¨¢ no exige tanto la pureza flamenca como vibrar con una oferta art¨ªstica que conecta m¨¢s directamente con la cultura de nuestro tiempo.
A cuerda y tac¨®n
Antonio Canales (baile), Ni?o del Tup¨¦ y Ram¨®n Jim¨¦nez (guitarras), Juan Parrilla (flauta), Bernardo Parrilla (viol¨ªn), J. A. Galicia (percusi¨®n), Jua?ares y Chelo Pantoja (cante). Teatro Alfil. Madrid, 26 de mayo.
El espect¨¢culo, sin embargo, da un poco la sensaci¨®n de improvisado. Hay espacios muertos, falta un ritmo m¨¢s din¨¢mico, lo que esperemos consigan cuando el espect¨¢culo y sus art¨ªfices alcancen el imprescindible rodaje.
Canales hace un par de bailes en que acredita su clase, aunque nos pareciera un tanto mec¨¢nico, rutinario, como sin ganas en su quehacer, cuando ¨¦l suele poner siempre mucho coraz¨®n a la hora de bailar. Quiz¨¢ el actuar ante una sala poco asistida de p¨²blico rest¨® est¨ªmulo a su trabajo, y lo entendemos. Aun as¨ª la audiencia se mostr¨® complacida con su arte, aunque un tanto decepcionada por la brevedad del espect¨¢culo, que se limit¨® a una hora aproximadamente. Espect¨¢culo que sufri¨® recortes, seg¨²n el contenido del programa, probablemente por la misma raz¨®n antedicha.
Canales act¨²a acompa?ado por un grupo de buenos profesionales, entre quienes brilla el Ni?o del Tup¨¦ interpretando en solitario una ronde?a plena de sensibilidad y jondura. Los cantaores no tienen demasiadas ocasiones para el lucimiento personal, y los dem¨¢s dejan constancia de su buen hacer habitual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.