La 'pata' de hierro
La imagen del picador arrastrando la pata hierro o bota de hierro que protege su pierna derecha va desapareciendo de las plazas. Ya no hay que emplear 15 kilos de ese material para fabricarlas, bastan cinco de aleaci¨®n ligera, la que lleva el fuselaje de los aviones, para conseguir un blindaje a prueba de balas. "Las pruebo con un tiro a 25 metros de distancia", dice Juli¨¢n Alc¨®n, el ¨²nico artesano que queda.
Botas de hierro quedan a¨²n muchas. Porque duran toda la vida. Ninguno de los picadores j¨®venes que las usan se las ha comprado ¨¦l, sino que son heredadas de alg¨²n viejo compa?ero retirado. Aunque quisieran adquirirlas nuevas, tampoco podr¨ªan. Ya nadie las hace. Los pocos artesanos que quedan est¨¢n todos jubilados. El negocio tampoco, tuvo continuidad porque el g¨¦nero dura ba para siempre.Epifanio Rubio, Mozo, todav¨ªa conserva las dos ¨²nicas, que compr¨® "por eso de tener un doble juego no fuera que alguna se extraviara en los viajes", la primera por 450 pesetas y, a?os m¨¢s tarde, la segunda, por 4.500, que eran precios aquellos, en la posguerra, que equival¨ªan a lo que se ganaba en corrida y media. Ahora los precios rondan las 150.000 pesetas y s¨®lo las hace Juli¨¢n Alc¨®n, un tornero de Coria (C¨¢ceres), de 30 a?os, que metido en el mundillo taurino por sus hermanos, uno picador y otro banderillero, prob¨® a hacer botas, pero ya no de hierro, sino de aluminio, y al comprobar que era el ¨²nico artesano que quedaba, incluso patent¨® y registr¨® el modelo.
"No las hago de hierro", cuenta, "porque su fabricaci¨®n lleva m¨¢s tiempo, salen m¨¢s caras y tampoco van a durar m¨¢s. Empleo material de avi¨®n, que es de una aleaci¨®n parecida al aluminio, y que me env¨ªan en planchas directamente desde Zaragoza".
En hacer un juego de botas a la medida -se incluye la mona, que es la de la pierna izquierda, m¨¢s corta y ligera- tarda una semana. Primero hace el pie, luego la ca?a y termina con las articulaciones. Clientes, de momento, no tiene muchos. Hay dos centenares en potencia, pero muchos de ellos sigue usando las botas de hierro de toda la vida. ?l trata de convencerlos de la necesidad de que evolucionen: "?Ventajas de mis botas? Que son ligeras y desmontables. Se pueden as¨ª transportar mejor y utilizar s¨®lo de rodilla para abajo en los festivales"
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