M¨¢s toros que caballos

En una corrida de rejoneo, el toro no es el ¨²nico animal que se ha criado espec¨ªficamente para estar en el ruedo. El caballo lleva tambi¨¦n en la sangre genes muy singulares, tanto que un ejemplar ya entrenado no tiene precio porque, sencillamente, nadie lo vende. El rejoneador, o compra potros ya puestos -que aceptan la presencia del toro- o cr¨ªa su propia cuadra. El mercado lo acapara Joao Moura, que es como el Mil¨¢n, que ficha jugadores m¨¢s por evitar que jueguen en otros equipos que para utilizarlos.

"Un caballo de rejoneo necesita dos a?os de ense?anza y toda la vida para entrenarse", afirma Ferm¨ªn Boh¨®rquez Domecq, que act¨²a esta tarde en Las Ventas. "Es muy importante la gen¨¦tica a la hora de tener un buen ejemplar porque no vale cualquiera por mucho que se le intente ense?ar. Hay cosas que no puede aprender, como es medir la fuerza ante el toro, eso tiene que llevarlo en la sangre. Si es bueno, supera el miedo que le da estar ante un animal que va a por ¨¦l; echa las orejas para atr¨¢s y le quiere morder".Al caballo hay que aliviarle esa tensi¨®n que sufre en el ruedo, para que temple y se acople al toro. Por eso Ferm¨ªn Boh¨®rquez lamenta que en la plaza de Madrid no suene la m¨²sica: "Los caballos se relajan mucho cuando oyen los primeros compases de la orquesta. Pero como en Las Ventas no suena, suelen actuar nerviosos. Entra ah¨ª entonces la habilidad del jinete para que el p¨²blico no se de cuenta de ello".

Normalmente utiliza cuatro caballos de los seis que suele llevar a cada corrida. La raz¨®n de ello no es s¨®lo la especializaci¨®n que tiene cada uno: "Un caballo no puede estar m¨¢s de tres minutos en el ruedo. Est¨¢n sometidos a tales tensiones que acaban agotados; tenerlos m¨¢s tiempo en el ruedo les supondr¨ªa quedarse sin defensas". Si se cuida, un caballo, que alcanza la plenitud a los ocho a?os, puede rejonear otros tantos; a partir de entonces va perdiendo facultades.

Boh¨®rquez tiene en su cuadra mayor¨ªa de caballos porque las yeg¨¹as son insoportables cuando est¨¢n en celo". Un impresionante ejemplar casta?o, de nombre Bander¨ªn, es con el que pone al p¨²blico en pie cada tarde. Admite que a veces se busca la espectacularidad f¨¢cil, pero tambi¨¦n reivindica el m¨¦rito que les corresponda a los rejoneadores de que sean sus corridas las primeras en las que se agotan las localidades.

Ferm¨ªn Boh¨®rquez asegura que la gran competencia que hay actualmente entre los rejoneadores va en beneficio del p¨²blico. "El problema es que no hay caballos para todos. S¨®lo se pueden encontrar en Portugal, pero all¨ª hay quien tiene hasta 30 para que no los tengamos los dem¨¢s".