Pichones a salvo
Cantoblanco ha sido la sede del primer campeonato de tiro con suced¨¢neo de ave
Quince mil pichones han salvado la vida este fin de semana. Los tiradores, en el primer campeonato mundial que se ha celebrado este fin de semana en Cantoblanco, han disparado perdigonazos sobre una h¨¦lice. El suced¨¢neo del ave, impulsado por una lanzadera se mueve con la misma rapidez y agilidad que el pich¨®n.
En los campos de tiro el pich¨®n sale de la jaula y recibe dos disparos. La paloma despega despacio y aumenta su velocidad en vuelo hasta los 70 kil¨®metros por hora. A pesar de su destreza y habilidad, s¨®lo el 10% de los animales salvan su vida. Ahora, con este nuevo modelo, dise?ado por un belga, una h¨¦lice con dos aspas es impulsada a una velocidad alta de salida. Tras los movimientos de traslaci¨®n y rotaci¨®n el objetivo pierde rapidez y, dependiendo del aire, modifica su trayectoria.Los defensores de esta f¨®rmula consideran que a partir de ahora el tiro al pich¨®n se ha vuelto ecol¨®gico ya que se rompe con una tradici¨®n "algo salvaje". Jer¨®nimo S¨¢nchez, uno de los asistentes al campeonato, piensa que el disparo al pich¨®n era como un asesinato. A su lado, Garc¨ªa Ceballos, de 77 a?os, aclara: "No hay que confundir la h¨¦lice con el pich¨®n, son dos maneras distintas de hacer tiros, aunque la m¨¢s natural y genuina es la del pich¨®n".
La mayor parte de los tiradores que se dieron cita el domingo en Cantoblanco piensan que la h¨¦lice nunca puede ser un suced¨¢neo de la paloma. No obstante, algunos de los participantes, como Isidro Garc¨ªa, la aceptan porque "sufr¨ªan mucho disparando a los polluelos". Para Gonzalo G¨®mez, juez internacional de tiro, lo m¨¢s importante es que ahora no se mata nada: "Creo que no estaba bien disparar al s¨ªmbolo de la paz y que debemos aceptar el cambio para bien de todos".
Criados para morir
Para los m¨¢s tradicionales, se debe mantener el tiro al pich¨®n porque estos animales son criados exclusivamente para este deporte. Los datos oficiales reflejan que en Espa?a existen m¨¢s de 400 palomares donde se alimenta a estas aves que, al cumplir los dos meses, son utilizadas s¨®lo para recibir perdigonazos. Seg¨²n Yosu Ere?a, "es preferible disparar contra un animal cuyas reacciones son imprevisibles que a un objeto que tiene una trayectoria uniforme y que carece del nervio y motivaci¨®n del pich¨®n". En cambio, Juan Echevarr¨ªa considera que hay dos problemas fundamentales en el tiro al pich¨®n: el ecol¨®gico y el econ¨®mico. Para este tirador, campe¨®n del mundo de h¨¦lices, un pich¨®n cuesta 1.000 pesetas, arriba o abajo, y una h¨¦lice, 100 pesetas. En este campeonato disputado en Madrid hubieran hecho falta 15.000 pichones, mucho m¨¢s caros que las h¨¦lices. Adem¨¢s, las inscripciones para los campeonatos con animales pueden alcanzar hasta las 100.000 pesetas por las 10.000 de los concursos de h¨¦lice. Antonio Fern¨¢ndez, presidente del Club de Tiro Cantoblanco, coincide con esta versi¨®n e indica que han descartado la paloma por cuestiones econ¨®micas.
Pocas protestas
El tiro al pich¨®n est¨¢ permitido s¨®lo en Espa?a y Portugal. En los ¨²ltimos a?os ha sido prohibido en Italia y Francia. En Catalu?a s¨®lo se autoriza su pr¨¢ctica en campos oficiales de tiro. El presidente de la Federaci¨®n Internacional de Tiro, Antonio Gaiztarro, asegura que en Espa?a es dif¨ªcil eliminar el tiro al pich¨®n porque es una fuente de riqueza sustancial. "Aqu¨ª, a diferencia de Italia, nunca ha habido muchas protestas de ecologistas ni repulsas oficiales", a?ade. "Los mayores ecologistas son los tiradores y cazadores, que cuidan la materia prima y su equilibrio y que no disparan contra una paloma suelta en medio del campo". Seg¨²n Gaiztarro, las quejas han surgido pero por el ruido que en ocasiones provocan los disparos de las escopetas que lanzan perdigones y cartuchos de 36 gramos de plomo.El pich¨®n es la paloma zurita m¨¢s r¨¢pida y brava de las Columbidas. Seg¨²n los ecologistas, es una aberraci¨®n que el ave m¨¢s apacible sea el objetivo de las escopetas. Adem¨¢s, dicen que es brutal que se les corte la cola para que despeguen m¨¢s r¨¢pido.
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