Thatcher ofrece un apoyo temporal a Major para frenar al centrista Clarke
![Enric Gonz¨¢lez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe19959f9-1b77-4fa4-b4c9-ad9c27d18ec2.png?auth=cc48cfeca3c4fa713d7e16fc9e97f765f78a2bc782edcbaf28750ab1efa9f6c0&width=100&height=100&smart=true)
La ex primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, ofreci¨® ayer una tregua a su atribulado sucesor. John Major debe mantenerse como primer ministro y l¨ªder del Partido Conservador, dijo lady Thatcher. La declaraci¨®n de la dama de hierro no fue interpretada, sin embargo, como un apoyo sincero, sino como una maniobra de la derecha torie para frenar el ascenso al poder del centrista Kenneth Clarke y preparar el camino al joven thatcherista Michael Portillo.
La situaci¨®n de Major es cr¨ªtica, hasta el punto de que uno de sus diputados, le rog¨® ayer p¨²blicamente que dimitiera. El partido discute ya sobre el reparto de la herencia. Los dos sectores tories, claramente divididos tras el debate sobre Maastricht, toman posiciones y preparan la lucha por el poder. En este contexto, Thatcher act¨²a como matriarca natural de, la derecha al intervenir en favor de Major.Si el primer ministro cayera este mismo a?o, la sucesi¨®n recaer¨ªa muy probablemente en el europe¨ªsta y moderado Kenneth Clarke, actual canciller del Exchequer (ministro de Finanzas) y hombre fuerte del Gobierno. Eso es precisamente lo que la derecha thatcherista quiere evitar. Su candidato est¨¢ cada vez m¨¢s claro: Michael Portillo, segundo de Clarke como secretario del Tesoro, carism¨¢tico y feroz ultraconservador.
Pero Portillo tiene s¨®lo 40 a?os y no ha ocupado a¨²n ninguno de los grandes ministerios, por lo que se le considera todav¨ªa verde para el m¨¢ximo cargo pol¨ªtico. El plan de Thatcher y su bando parece basarse en no precipitar la ca¨ªda de Major, para que Portillo tenga tiempo de madurar Y est¨¦ a punto en el momento de la sucesi¨®n.
El mensaje difundido por la dama de hierro calificaba a MaJor como "el primer ministro adecuado" y agregaba: "No debe hablarse de disputarle el liderazgo en este momento. Eso ser¨ªa err¨®neo e inoportuno". Tanta menci¨®n al momento y la oportunidad dejaba claro el mensaje impl¨ªcito: ya llegar¨¢n la ocasi¨®n y el candidato.
La crisis del Partido Conservador se ha visto acentuada por el galopante aumento del d¨¦ficit presupuestario brit¨¢nico, a punto de alcanzar los 10 billones de pesetas y ya el mayor de la Comunidad Europea. Hay dos soluciones para el problema: disminuir los gastos o aumentar los ingresos. La derecha es decididamente partidaria de la primera opci¨®n, aunque suponga un desmantelamiento parcial de la Seguridad Social. Los moderados, prefieren subir los impuestos.
Soluciones impopulares
Ambas soluciones son impopulares y ambas rompen las promesas electorales que permitieron la victoria de Major en abril de 1992. La opci¨®n final deber¨¢ ser, l¨®gicamente, una mezcla de impuestos y recortes. Pero lo esencial, para ambos bandos, es la proporci¨®n en que se combinen.La batalla interna del partido tiene un perfecto reflejo en el microcosmos del 11 de Downing Street, donde se cuece la pol¨ªtica econ¨®mica. Clarke, el canciller piensa m¨¢s bien en impuestos; Portillo, su secretario, prefiere los recortes. Major no dice nada, pero algunos creen adivinar que est¨¢ m¨¢s cerca de Portillo que de Clarke. La lucha por la sucesi¨®n, abierta durante el debate sobre Maastricht, se ha trasladado ahora con toda su virulencia al terreno presupuestario.
El partido, mientras tanto, tiene que hacer frente a una crisis menor. El diario The Independent revel¨® ayer que Asil Nadir, un financiero turco acusado de estafa y reci¨¦n huido a la zona turca de Chipre, pag¨® secretamente unas 500.000 libras (casi 100 millones de pesetas) a la oficina central de los tories con el fin de que se le concediera un t¨ªtulo nobiliario.
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