Cicl¨®n Ferruzzi
El segundo grupo privado italiano se entrega a los bancos tras descubrir una deuda billonaria
Los hechos son sencillos. El pasado 4 de junio, los tres hermanos Ferruzzi, daban en prenda a un consorcio de bancos acreedores toda su participaci¨®n del 48,6% en Ferruzzi Financiaria (Ferfin), que, a su vez, controla el 45% de Montedison. Un imperio que representa el segundo grupo privado italiano, despu¨¦s de Fiat, con una facturaci¨®n de 20 billones de liras (sobre 1,7 billones de pesetas) en sectores que van de la alimentaci¨®n a los pol¨ªmeros, pasando por la construcci¨®n, la comunicaci¨®n y los seguros. Simult¨¢neamente, este grupo, con empresas en pa¨ªses de varios continentes, incluida Espa?a, descubr¨ªa una deuda bruta de 31 billones de liras (3,6 billones de pesetas) que, al parecer, nadie hab¨ªa sospechado.
No por claros resultaron estos datos menos sorprendentes. Lo prueban la urgencia y la preocupaci¨®n con que la prensa y la opini¨®n p¨²blica italianas se preguntaron por los or¨ªgenes de un percance que ha hecho que en la bolsa de Mil¨¢n se hayan registrado esta pasada semana p¨¦rdidas de hasta 20 puntos en los t¨ªtulos m¨¢s afectados. Y los interrogantes persisten, aunque el cicl¨®n Ferruzzi se ha calmado bajo las seguridades dadas por Mediobanca, cabeza del consorcio acreedor de bancos, todos ellos estatales, acerca de la supervivencia del grupo.Hay quien escarba en la historia de un holding intensamente ligado a las vicisitudes de la familia Ferruzzi que es en s¨ª misma un compendio de la jet set italiana de los a?os ochenta, y concluye que las ra¨ªces de los males actuales se remontan a 1990, cuando Ra¨²l Gardini, el patr¨®n del Moro de Venecia y presidente entonces de Montedison, enfrent¨® a los Ferruzzi con buena parte de la clase pol¨ªtica italiana que se opon¨ªa a que el grupo de R¨¢vena pasara a controlar la qu¨ªmica del Estado. Tambi¨¦n han sido se?alados como factor de la crisis los cr¨¦ditos que la familia tom¨® en el a?o 1991 del Cr¨¦dit Lyonnais para pagar los 505 millones de liras dados a Idina Ferruzzi, mujer de Ra¨²l Gardini, a cambio de su participaci¨®n en el grupo, y a ello suman el cese de la presidencia ejecutiva de su marido en el mismo.
La compra de Montedison
Pero en Ferruzzi Financiar¨ªa se tiene una visi¨®n m¨¢s sencilla de las cosas. La billonaria deuda actual es considerada, en primer lugar, consecuencia directa de la compra de Montedison, ya que dicho grupo inclu¨ªa deudas importantes que fueron descargadas sobre la Ferfin. El hecho es que, a lo largo del a?o 1988, el primer ejercicio en que la financiera consolid¨® a la compa?¨ªa qu¨ªmica en su balance, la deuda del holding pas¨® de tres a casi 13 billones de liras.En segundo lugar, se apunta a la devaluaci¨®n de la lira, aplicada el pasado mes de septiembre, que supuso un incremento de m¨¢s de un bill¨®n y medio de liras en la deuda de Ferruzzi Financiaria, ya que aproximadamente un 60% de ¨¦sta es extranjera, como el resto de las operaciones del grupo.
Luego, se destaca que las ventas de activos, como la de la farmac¨¦utica Erbamont al grupo sueco Procordia, previstas para atajar la situaci¨®n, sufrieron varios retrasos imprevistos, mientras otras empresas del grupo, como la constructora Calcestrucci o la energ¨¦tica Edison, realizaban compras de empresas consideradas inaplazables. Ferfin se ha endeudado durante el ejercicio de 1992 en otros cuatro billones de liras como consecuencia de tales operaciones.
En cuarto y ¨²ltimo lugar, est¨¢n los resultados de Montedison, que el a?o pasado dio por primera vez una p¨¦rdida de 572.000 millones de liras. Como financiera, Ferfin no genera ingresos propios y su capacidad de amortizar deudas depende b¨¢sicamente de los beneficios de Montedison, que produce aproximadamente el 85% de la facturaci¨®n del grupo.
Entrega de poderes
Todo esto explica que el holding duplicara entre los a?os 1991 y 1992 su deuda neta consolidada, que pas¨® de 8,8 billones de liras a 15,12 billones, mientras la deuda neta de Montedison pasaba de seis hasta 11 billones de liras. Los Ferruzzi quisieran confiar en que, ampliando capital, vendiendo algunos activos y llegando a acuerdos con los bancos para aplazar el pago de intereses, podr¨ªan conservar el control del n¨²cleo agroalimentario y de la Edison, que consideran el n¨²cleo del grupo.Pero han aceptado dar todos los poderes a Enrico Cuccia, presidente de Mediobanca, que no es precisamente un amigo de la familia Ferruzzi desde que Ra¨²l Gardini le desafi¨® y se hizo con el control de la Fondiaria Assicurazioni. Esa es precisamente la primera empresa que va a ser restructurada con una ampliaci¨®n de capital, y todo indica que los Ferruzzi ceder¨¢n la mayor¨ªa en ella al consorcio de bancos acreedores.
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