Un poco de rock antes del examen

Todav¨ªa quedan ex¨¢menes, pero el recital de Gabinete Caligari y Los Ni?os del Brasil no costaba un duro y era dif¨ªcil resistirse a la tentaci¨®n. As¨ª que unos mil estudiantes cambiaron durante unas horas el flexo y la silla por el l¨¢ser de colores y el c¨¦sped fresco. "Entre el examen de derecho administrativo y el de civil hay que relajar el coco"; comentaba una futura abogada.Los dos grupos madrile?os abrieron la noche del jueves el circuito Campus rock, en la Complutense, patrocinado por la cadena SER y Coca-Cola. Con esta iniciativa se pretende llevar la m¨²sica en directo a los recintos universitarios de 10 ciudades espa?olas. El del jueves inauguraba el programa y no se pagaba entrada, pero, a partir de octubre, los j¨®venes tendr¨¢n que ara?ar unas 750 pesetas de su presupuesto para o¨ªr rock en el campus.

El p¨²blico ignoraba qui¨¦n organiza las actuaciones. "Pero eso no importa", sentenciaba ¨®scar, un estudiante de imagen y sonido de 19 a?os. "Es de agradecer que sea gratis". ¨®scar se enter¨® del recital por la prensa, y su amigo Alonso, porque la Escuela de Ingenieros Aeron¨¢uticos estaba sembrada de pasquines. A ¨®scar, el recital le queda muy a mano. Vive en el Johnny -el colegio mayor San Juan Bautista-, y la explanada donde se mont¨® el escenario, frente al colegio mayor de la Almudena, queda casi bajo su ventana.

Los que ya han dejado atr¨¢s las aulas se encontraban m¨¢s despistados. Pedro, Javier y Obdulio, han cumplido el cuarto de siglo y disfrutan de un a?o sab¨¢tico; es decir, paro subvencionado por sus padres. "Pas¨¢bamos por aqu¨ª", se encog¨ªan de hombros.

Los Ni?os del Brasil no levantaron del suelo a los grupos de universitarios alrededor del mini de cerveza o "DYC con lo que sea". Para rellenar el dep¨®sito hab¨ªa que salir del recinto -dentro no se vend¨ªan m¨¢s que refrescos- Tampoco importaba. "De paso, te pillas un bocata", decidi¨® ?scar.

Con los primeros acordes del veterano grupo Gabinete Caligari, por fin los corrillos dejaron las posturas de yoga sobre el verde y los vasos de pl¨¢stico comenzaron a estallar bajo los pies. El "buenas noches, universitarios" de su vocalista, Jaime Urrutia, sustituy¨® al provocador "hola, somos fascistas" de los viejos tiempos del Rockola. Se portaron. Los chicos -no los del Brasil, sino los del recinto universitario- no tuvieron suficiente relajo con dos horas y media de m¨²sica. Ped¨ªan m¨¢s y tuvieron cinco canciones de propina. Luego, ya descansado el cerebro y exhaustos de tanto meneo a la fresca, vuelta al flexo, a la cafe¨ªna y al "tocho" de civil.