Catacumbas de hierro

Los 70 kil¨®metros del ¨²nico yacimiento en activo de mineral de hierro en Euskadi son ya una enorme catacumba. Con el cierre este mes de la Agrupaci¨®n Minera SA (Agruminsa), propiedad de Altos Hornos de Vizcaya (AHV), la decadencia industrial vizca¨ªna da otro paso m¨¢s en firme. Una explotaci¨®n que ha puesto incandescentes los hornos altos de toda Europa con sus 275 millones de toneladas de carbonatos f¨¦rricos ser¨¢ inundada definitivamente. La falta de rentabilidad, la competencia de terceros pa¨ªses y la utilizaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas acaban con el empleo de sus ¨²ltimos 103 trabajadores.

"La mina parec¨ªa eterna. Hay un sentimiento de alargar lo imposible. En fin, esto no es m¨¢s que un s¨ªntoma m¨¢s de la desindustrializaci¨®n que soportamos", comenta entre la incredulidad y la tristeza un minero. La suerte estaba echada para el criadero de Bodoballe, el ¨²ltimo ya cimiento de hierro en activo del Pa¨ªs vasco. Alimentar los altos hornos con m¨¢s de 1.600 toneladas diarias de mineral sobrepasaba el diezmado presupuesto de Altos Hornos de Vizcaya (AHV). El men¨² aut¨®ctono servido por Agruminsa no pod¨ªa competir con los platos precocinados de mineral for¨¢neo. S¨®lo ha hecho falta un empujoncito de los brasile?os, los venezolanos y los mauritanos para acabar con Agruminsa.

Arrancar los preciados carbonatos f¨¦rricos a las entra?as del municipio vizca¨ªno de Abanto Zierbana se ha ido encareciendo durante los ¨²ltimos a?os. La tonelada de mineral extra¨ªda de Agruminsa se elevaba a 3.123 pesetas, mientras que la procedente del exterior ca¨ªa hasta las 1.794.

No se puede vender

"Supone tener unos costes de producci¨®n superiores en un 74% al precio de mercado con lo que es impracticable la venta de la mina o la comercializaci¨®n de su productos a terceros", argumenta un portavoz de la empresa sider¨²rgica. La fuerte competencia de Brasil, Venezuela y Mauritania, as¨ª como de Canad¨¢ o Australia, ha producido una herida de muerte.

Pero la estocada final ha llegado de la mano de las nuevas tecnolog¨ªas. La previsi¨®n de la Corporaci¨®n de la Siderurgia Integral (CSI) de instalar una acer¨ªa compacta en sustituci¨®n de los altos hornos actuales ha cerrado la circunferencia del determinismo. Esta tecnolog¨ªa utiliza s¨®lo entre un 18% y un 40% de mineral de hierro. Por tanto, las 900.000 toneladas de producto sider¨²rgico que escupir¨¢ la renovada cabecera de AHV casi no requerir¨¢n de sus servicios. La acer¨ªa compacta se alimentar¨¢ b¨¢sicamente de chatarra y el nuevo men¨² supone el certificado de defunci¨®n para Agruminsa.

Hasta ahora, AHV se hab¨ªa resistido a aplicar las f¨¦rreas leyes del mercado. "Esta situaci¨®n deficitaria se ha prolongado a lo largo de los ¨²ltimos a?os con la ¨²nica finalidad de conservar los empleos", admite la empresa. A principios de esta d¨¦cada, AHV negaba por activa y por pasiva el cierre. La progresi¨®n en la reducci¨®n de empleos denotaba justo lo contrario y los sindicalistas lo pillaron al vuelo: "La clausura es cosa de tres o cuatro a?os", dec¨ªan entonces. El tiempo ha venido a dar la raz¨®n a las centrales sindicales. De los 526 empleos que ten¨ªa la explotaci¨®n en 1982 se pas¨® a menos de 200 en 1990. Ahora son ¨²nicamente 103. El 15 de julio no habr¨¢ ninguno.