"Se mov¨ªa con demasiada agilidad"
La mujer que denunci¨® al vecino por abusar de ella cuando dorm¨ªa cree que ¨¦l no estaba ebrio
A Carmen S¨¢nchez, un ama de casa de 38 a?os, le hab¨ªan advertido algunas vecinas que la gente del 2? C, sus vecinos colindantes en San Fernando de Henares, ten¨ªan muy mala pinta. Pero desde que llegaron hace siete meses, ella y su marido congeniaron con ellos.El pasado s¨¢bado 26 de junio, el matrimonio fue a tomar unas copas a Coslada. Vieron al vecino, Rafael Rodr¨ªguez, de 32 a?os, le invitaron a una cerveza, ¨¦ste les advirti¨®: "Si veis a mi mujer, no le dig¨¢is que he estado aqu¨ª". Carmen mantiene que ni Rafael estaba ebrio entonces, ni tampoco a eso de las cinco de la ma?ana, cuando ella y el marido, jubilado por enfermedad a sus 44 a?os, se acostaron y Rafael se col¨® por la terraza para penetrar en el dormitorio de ellos, sentarse en la cama y "toquetear" a Carmen.
Pero Rafael Rodr¨ªguez se paso antes por la habitaci¨®n de la hija de Carmen, de 17 a?os. "Mi hija lo sinti¨® andar, y como ni siquiera andaba de puntillas, que se mov¨ªa con mucha seguridad, crey¨® que ser¨ªamos nosotros. A veces nos levantamos para tomar agua o, aunque sea hablando mal, para ir al servicio. Y cuando empez¨® a tocarle las piernas ella pens¨® que la est¨¢bamos arropando. Gracias a Dios que no pas¨® de ah¨ª. Despu¨¦s vino a nuestra habitaci¨®n y, claro, como acab¨¢bamos de llegar a eso de las cuatro, est¨¢bamos cansados y no lo sentimos. Se sent¨® en la cama a mi lado a meterme mano. A la tercera o cuarta vez que fue a mis partes, yo cre¨ªa que era mi marido y le dije: 'Qu¨¦ pesado, est¨¢te quieto, que no tengo ganas de nada'. Me sobresalt¨¦ y ¨¦l se agach¨® y se puso a andar a gatas. Yo grit¨¦: 'Eh t¨², eh t¨²', y se par¨® un momento de pie en la habitaci¨®n. Enseguida me di cuenta de que era ¨¦l y sal¨ª detr¨¢s, pero corri¨® muy r¨¢pido. Se mov¨ªa con demasiada agilidad y salt¨® en un segundo por la mampara que separa su casa de la m¨ªa. Por eso creo yo que no estaba borracho".
Carmen S¨¢nchez asegura que desde que lleg¨® Rafael al bloque, donde ella vive desde hace 18 a?os, nunca lo vio borracho. "creo que es alba?il o fontanero, no s¨¦, y que no ten¨ªa buenas pintas, dicen, pero eso no significa nada. Tampoco s¨¦ si hab¨ªa tomado drogas".
Tras saltar Rafael la mampara, Carmen oy¨® al vecino discutir con su mujer. "Yo me llevaba muy bien con ella, sal¨ªamos de paseo juntas, pero desde aquel d¨ªa me vio una vez y se escondi¨® de mi.. Si yo veo a mi marido venir de una casa a esas horas, lo menos que hago es preguntar en. esa casa qu¨¦ hac¨ªa mi marido, all¨ª. En cuanto a ¨¦l, nunca me tir¨® los tejos siquiera. Siempre fueron muy respetuosos".
Al d¨ªa siguiente, Rafael salud¨® al marido de Carmen en la terraza:
- Qu¨¦ tal, Delf¨ªn, ?c¨®mo est¨¢s?
- Hijo de puta, ?encima me dices hola? -cuenta Carmen que le respondi¨® el marido-. ?D¨®nde estuviste anoche?
Carmen sostiene que Rafael s¨®lo pretend¨ªa que Delfin R., su marido, entrase en su casa para arreglar las cosas. "Pero ¨¦l no quiso, porque es muy pac¨ªfico, y yo se lo habr¨ªa impedido, porque nosotros creemos en la justicia. Esto no es la primera vez que le ocurre a la gente, lo que pasa es que les da miedo denunciarlo. Ayer mismo, en la poller¨ªa me lo estaban comentado: que si a Fulanita le pas¨® una cosa parecida y no se atrevi¨® a ir a la polic¨ªa... que si tal..., que si cual...".
En el bloque de San Fernando de Henares no han vuelto a aparecer Rafael con su mujer y sus dos hijos. "No s¨¦ si ¨¦l est¨¢ en la c¨¢rcel, pero los vecinos dicen que si vuelven hay que echarlos", concluye Carmen.
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