En la trastienda del hospital
El Gregorio Mara?¨®n lava cada d¨ªa 14 toneladas de ropa sucia
M¨¦dicos y enfermeras, aprobado alto tirando a notable. Atenci¨®n hotelera, suspenso un¨¢nime. Los usuarios de los hospitales p¨²blicos se debaten en esa dicotom¨ªa cuando se les interroga sobre la calidad de la asistencia recibida: los buenos cuidados profesionales suelen romperse en pedazos ante las carencias del confort, especialmente en lo que respecta al ajuar de cama y cocina. En la lavanderia del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid se lavan cada d¨ªa 14 toneladas de ropa para que los enfermos tengan a diario s¨¢banas limpias, los m¨¦dicos trabajen con sus uniformes impecables y las intervenciones quir¨²rgicas se realicen sobre campos perfectamente esterilizados."La ropa puede constituir un foco de contaminaci¨®n microbiana. Por eso es necesario que la ropa que utilizan tanto el paciente como el personal sanitario cumpla las condiciones higi¨¦nicas necesarias para que no aparezcan infecciones", se?ala Mar? Paz Rodr¨ªguez, subdirectora de control de calidad del hospital.
Las condiciones de temperatura y humedad en el interior de la lavander¨ªa del Gregorio Mara?¨®n son similares a las de una playa, por eso los 180 trabajadores que trabajan en ella sudan abundantemente. No es un trabajo f¨¢cil, tienen que respirar adem¨¢s la pelusa que flota en el ambiente y estar atentos a no cortarse con las agujas o las hojas de bistur¨ªes que en ocasiones aparecen entre las s¨¢banas.
"La ropa de un hospital es casi la m¨¢s dif¨ªcil de lavar. Llega con manchas de sangre, de medicamentos que ensucian mucho y con desechos corporales. Dejarlas completamente limpias y adem¨¢s totalmente desinfectadas es un proceso complejo", dice Antonio Alc¨¢sar, subdirector de servicios generales del centro.
Las enfermeras afirman que la ropa en buenas condiciones mejora el humor de los pacientes y contribuye con ello a su m¨¢s r¨¢pida recuperaci¨®n. "Tener ropa limpia para los enfermos es muy importante, es tener la mitad de los ingredientes para una buena atenci¨®n que hace que el enfermo se sienta mejor", afirma la enfermera Purificaci¨®n Rosas.
El actual servicio de lencer¨ªa, m¨¢s que una lavander¨ªa, parece una f¨¢brica. A partir de este mes, la lavander¨ªa del Gregorio Mara?¨®n se har¨¢ cargo adem¨¢s de dos toneladas m¨¢s de ropa de los hospitales de El Escorial, Guadarrama, Legan¨¦s, Villa del Prado y Cardiolog¨ªa de Ciudad Universitaria.
La lavander¨ªa ocupa todo un edificio y est¨¢ dividida en dos zonas; una sucia y otra limpia. Es imposible atravesar esta barrera sanitaria sin pasar por un proceso de desinfecci¨®n. La ropa cruza la frontera por la lavadora; los carritos de transporte, por un cub¨ªculo en que se elimina cualquier agente infeccioso, y las personas, por un t¨²nel iluminado por una l¨¢mpara que emite una luz morada que es germicida.
La ropa sucia llega a la lavander¨ªa en camiones. De las furgonetas se bajan los carritos cargados de bolsas de pl¨¢stico repletas de prendas usadas. Los empleados las separan y las clasifican poni¨¦ndolas en sacos distintos. Cuando en uno de ellos se acumulan 50 kilos, autom¨¢ticamente unas cadenas los levantan hasta el techo, por donde son transportados hasta la boca de la lavadora. La lavadora es un enorme t¨²nel que tiene 16 m¨®dulos. En los primeros momentos se somete la ropa a un proceso de prelavado a 90 grados cent¨ªgrados. Pasa despu¨¦s por la parte media, en donde se vierten 9,12 gramos de detergente por kilo, 4,7 de suavizante y 6,9 de blanqueante. Se agrega adem¨¢s un desinfectante.
"Cada mes hacemos estudios de laboratorio para controlar la calidad de la ropa, el grado de incrustaci¨®n de la suciedad y para determinar qu¨¦ productos utilizamos y en qu¨¦ cantidad. Se trata de conseguir la mayor limpieza con el m¨ªnimo desgaste de la prenda. Tenemos que calcular muy bien las cantidades, pues mucho detergente acaba. con la ropa y poco no la limpia", se?ala Alc¨¢sar Mart¨ªnez.
Agrega que se trata tambi¨¦n de utilizar lo menos posible productos qu¨ªmicos irritantes y de que las prendas queden suaves para evitar que al enfermo se le produzcan escariaciones. Al salir del t¨²nel de lavado la ropa es prensada por unas pesas enormes y conducida despu¨¦s en unas blandas hasta las grandes secadoras. Luego se coloca en unas; m¨¢quinas que planchan, doblan y empaquetan 17 prendas por minuto a una temperatura de 180?. Adem¨¢s de dejar la ropa sin arrugas, el planchado es un segundo proceso de desinfecci¨®n por calor.
En el caso concreto de las prendas de quir¨®fano, las prendas pasan luego una revisi¨®n pieza por pieza, pues cualquier hilo o la m¨¢s m¨ªnima impureza puede ser el origen de graves infecci¨®nes. Una vez revisadas se introducen en c¨¢maras especiales de esterilizaci¨®n.
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