"Una inmensa patata llena de gas y petr¨®leo"

Situado a las puertas del desierto del S¨¢hara, el yacimiento de Hassi R'Mel es una gran bolsa subterr¨¢nea de gas de 3.400 kil¨®metros cuadrados que se extiende 68 kil¨®metros de norte a sur y 50 kil¨®metros de este a oeste. "Es una inmensa patata llena de gas, pero tambi¨¦n de petr¨®leo", afirma M. Lauadi, director del yacimiento.Hassi est¨¢ explotado por Sonatrach, la gran empresa p¨²blica de la que se dec¨ªa que formaba "un Estado dentro del Estado". Su crecimiento ha sido tal que, en medio de una grave crisis institucional en todo el pa¨ªs, ahora se dice que Argelia es un Estado dentro de Sonatrach".

La empresa del gas y del petr¨®leo explota todos los hidrocarburos del pa¨ªs, que significan la inmensa mayor¨ªa del total de las exportaciones argelinas, probablemente el 95%. Seg¨²n las cifras facilitadas por la empresa, Sonatrach factur¨® en 1992 14.000 millones de d¨®lares (casi dos billones de pesetas), con unos beneficios brutos de 7.000 millones de d¨®lares y unos beneficios despu¨¦s de impuestos de 1.100 millones de d¨®lares.

Hassi R'Mel, descubierto en 1956, es uno de los mayores yacimientos de gas natural del mundo. Sus reservas actuales significan el 90% del gas argelino y se estiman en un m¨ªnimo de 30 a?os si se extrajeran y exportaran 60.000 millones de metros c¨²bicos al a?o.

Desde Hassi R'Mel parten tres grandes grupos de gasoductos. Uno hacia Argel, destinado al consumo local. Otro hacia el noreste, que se divide en dos ramales: uno acaba en Italia despu¨¦s de atravesar el estrecho de Sicilia desde T¨²nez; el otro acaba en la ciudad portuaria de Skikda, desde la que parten los barcos hacia Barcelona y Marsella. Un tercer ramal va al noroeste, al puerto de Arzew, desde donde salen las cargas con destino a Cartagena, Huelva, El Havre y Rotterdam.

Un huerto en el desierto

Hassi R'Mel es un oasis artificial en el que apenas trabajan cerca de 4.000 personas, aunque en sus alrededores se ha instalado una poblaci¨®n flotante de otras 8.000 personas que han llegado a formar un municipio. Los trabajadores proceden en su mayor¨ªa del norte del pa¨ªs y acuden casi siempre sin la familia. Sonatrach les suministra todo lo que necesitan para vivir en medio del desierto. Pero s¨®lo a ellos; sus familiares tienen que pagar la comida y el alojamiento.

All¨ª, junto a los pozos de gas y de crudo, hay un jard¨ªn de 18 hect¨¢reas que sirve de lugar de paseo, con una esmerada huerta en la que se cultivan guisantes, tomates, pepinos, calabacines, berenjenas, pimientos, peregil, vi?as, melones, sand¨ªas, almendros, albaricoques, higos, manzanos, n¨ªsperos, olivos...