Munici¨®n para 10 a?os de guerra

En Nicaragua existen municiones suficientes para librar 10 a?os de guerra. Uno de los expertos extranjeros que cumplen en este pa¨ªs centroamericano con el trabajo de identificaci¨®n del arsenal militar reunido por los sandinistas comentaba con horror esa afirmaci¨®n que le hab¨ªa hecho recientemente un alto funcionario del actual Gobierno nicarag¨¹ense.Los dos bandos enfrentados en la pasada guerra, que cost¨® m¨¢s de 30.000 muertos, conservan armamento y hombres suficientes como para reanudar ma?ana mismo el conflicto. Muchos de los 22.000 contras supuestamente desarmados a partir de 1990 conservaron su mejor materiar militar y entregaron ¨²nicamente los desperdicios. Testigos de aquellas entregas de armas recuerdan que miles de contras dejaron ¨²nicamente piezas inservibles y viejos fusiles que no hab¨ªan sido utilizados desde hac¨ªa a?os. El Gobierno, que estaba m¨¢s preocupado en aquellos momentos de alargar las listas de desarmados que de comprobar el verdadero alcance del desarme, lo consinti¨®.

Fusiles en casa

Hoy est¨¢n oficialmente rearmados m¨¢s de un millar de contras, seg¨²n el Gobierno, pero se cree que cientos m¨¢s de ellos guardan los fusiles en sus casas a la espera de acontecimientos. El diario Barricada publicaba estos d¨ªas fotos de contras cargados con modernos misiles SAM 7 y Reed Eye.Por su parte, los sandinistas tambi¨¦n se desmovilizaron enga?osamente. Aunque el Ej¨¦rcito fue formalmente reducido de 95.000 a 16.500 hombres, muchos de los desmovilizados fueron pasados a lo que se llama reserva activa, lo que supone que mantienen las armas. A esto hay que a?adir que a la mayor¨ªa de los cooperativistas agr¨ªcolas armados durante la guerra para defenderse de los contras se le ha permitido conservar sus fusiles por encontrarse en zona peligrosa. Esto hace que, de hecho, haya miles de fusiles repartidos por el pa¨ªs en manos de personas de una manera u otra vinculadas al sandinismo.

El material militar exhibido en el secuestro de la direcci¨®n de la UNO por el mayor Donald Mendoza, que llevaba retirado del Ej¨¦rcito m¨¢s de dos a?os, muestra que muchos de los desmovilizados fueron simplemente borrados de las plantillas de los cuarteles para pasar a una situaci¨®n de disponible en caso de necesidad. Con ellos, los sandinistas disponen de una especie de Ej¨¦rcito privado en la sombra. Un Ej¨¦rcito que, adem¨¢s, es f¨¢cil de poner en movimiento, como tambi¨¦n se ha visto en el secuestro de la UNO.

Esta sospecha de que el Gobierno democr¨¢tico de Nicaragua segu¨ªa amenazado por la fuerza militar ha sido una de las principales razones por las que este pa¨ªs ha encontrado dificultades para obtener la ayuda prometida por Estados Unidos. Esas dificultades podr¨ªan incrementarse como consecuencia de la actual crisis de los secuestros.