15%

Lo oigo, lo leo y me lo creo. Durante el comienzo de la transici¨®n, en muchos programas pol¨ªticos figuraba la reivindicaci¨®n de una divisi¨®n de la gesti¨®n del IRPF: el 50%, para el Estado soberano; el 25%, para las comunidades aut¨®nomas, y el restante 25%, para los ayuntamientos. Ahora se trata de ceder el 15% a las comunidades aut¨®nomas, y la reivindicaci¨®n aparece catalanizada y pujolizada en un momento en que el PSOE necesita los votos de Converg¨¨ncia i Uni¨® para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, pero que estuvo presente durante la pasada legislatura y mereci¨® la aprobaci¨®n, por ejemplo, del PP con el se?or Aznar a la cabeza.Fue un error cicatero del Gobierno no abordarla entonces y ahora se le revuelve como un bumer¨¢n, revolviendo posos f¨¦tidos de patriotismo, de momento fiscal, pero a media u?a, si se sigue rascando, de la resurrecci¨®n de la metaf¨ªsica de Espa?a. Se ha resucitado incluso el t¨¦rmino imperialismo por parte de una vanguardia al parecer muy liberal que hab¨ªa decretado la obsolescencia de la palabra y su concepto, inservible al parecer cuando se aplica al imperialismo norteamericano, japon¨¦s, alem¨¢n o multinacional, pero pleno de sentido cuando se construye la amenaza del imaginario de un imperialismo catal¨¢n. Por otra parte, se deja una vez m¨¢s en manos del pujolismo una reivindicaci¨®n que apuntala electoralmente su oferta en Catalu?a y se acent¨²a la psicopatolog¨ªa cruzada del agravio interregional.

Alejado como un ovni el chip m¨¢gico y volador que iba a corregir los desequilibrios entre los hombres y las tierras de Espa?a, de nuevo se recurre a la metaf¨ªsica y al m¨¢s barato anticatalanismo para no poner en cuesti¨®n un modelo de desarrollo que incluye subdesarrollo. Y menos mal que no hay sables a la vista. Pero si los hubiera, que corten lenguas por donde sol¨ªan.