Rabin teme verse obligado a someter a refer¨¦ndum el acuerdo con la OLP

CLYDE HABERMAN (NYT) "No voy a ensalzar el acuerdo" declara el primer ministro israel¨ª Isaac Rabin, al reconocer que el tratado que ten¨ªa previsto firmar ayer en Washington no es el mejor que pudiese haber alcanzado Israel. Dice que est¨¢ seguro de que en estos momentos goza de? apoyo mayoritario de los israel¨ªes, pero concede que esto puede no ser as¨ª dentro de un a?o. Si no logra una clara mayor¨ªa cuando sea votado en el Parlamento, Rabin teme que tendr¨¢ que someter el plan a la votaci¨®n de un refer¨¦ndum.

Todo avanza demasiado r¨¢pido para muchos israel¨ªes, a¨²n cuando aprueben la tentativa de acuerdo de paz con la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP). Isaac Rabin, primer ministro israel¨ª, de 71 a?os, ha dicho que puede entenderlos perfectamente. 11 ?C¨®mo se lo explicar¨¦ a aquellos que fueron asesinados o heridos, a los soldados a quienes dirig¨ª y con los que luch¨¦, a quienes combatieron a los grupos terroristas de la OLP y perdieron sus vidas?" dice.

"Les dir¨¦ que todo lo que pas¨® fue doloroso, pero que debemos hacer que en el futuro sea diferente", a?ade al concluir con ¨¦nfasis: "Por lo menos, d¨¦monos la oportunidad de que lo sea".

"Yo ya soy un viejo", afirma el primer ministro israel¨ª. "He servido 27 a?os en el Ej¨¦rcito. Mi hijo tambi¨¦n sirvi¨®, y ahora lo hace mi nieto. Deseo que exista la esperanza de que al menos mi nieto no tenga que luchar", a?ade.El primer ministro no quiere trazar un perfil demasiado elevado de Arafat, para subrayar la idea israel¨ª de que se negocia con la direcci¨®n de una organizaci¨®n radicada en T¨²nez, y no con el presidente del Estado de Palestina en ciernes.

De hecho, dice Rabin, la reuni¨®n de Washington donde se espera que est¨¦ apenas 24 horas, significa menos para ¨¦l que la sencilla ceremonia del viernes en la cual firm¨® una carta que reconoc¨ªa a la OLP como representante del pueblo palestino. "Ha sido el desbloqueo", dice Rabin, "al menos el desbloqueo psicol¨®gico y pr¨¢ctico".

Mientras dice que se siente en paz" por lo que respecta al nuevo rumbo que ha planeado para Israel, Rabin considera que el acuerdo firmado el lunes no es el mejor que pudiese haber alcanzado Israel. "Hay muchas formulaciones que no me gustan" admite al explicar que su definici¨®n ha sido dejada para las duras negociaciones que tendr¨¢n lugar en los pr¨®ximos meses.

"No trato de ensalzar el acuerdo", dice al a?adir: "Nadie puede negar que esto o aquello podr¨ªa ser mejor". Dice que est¨¢ seguro de que en estos momentos goza del apoyo mayoritario de los israel¨ªes, pero concede que esto puede no ser as¨ª dentro de un a?o. Y reconoce que tendr¨¢ que luchar por una clara mayor¨ªa de los legisladores israel¨ªesdel Parlamento cuando se vote el plan. "Es un problema, no puedo negarlo", dice. Aunque descarta nuevas elecciones, afirma que se-, r¨ªa posible un refer¨¦ndum sobre el acuerdo si no se alcanza un consenso en el Parlamento.

Tal como ha afirmado varias veces en d¨ªas pasados, dice que no hab¨ªa m¨¢s posibilidad que negociar directamente con la OLP. Atendiendo al auge del fundamentalismo isl¨¢mico en la regi¨®n, argumenta, Israel ten¨ªa que llegar a un acuerdo con los palestinos tarde o temprano.

Adem¨¢s, a?ade: "Ahora, Israel negocia desde una posici¨®n de fuerza. Estamos preparados para hacer muchas cosas a las que nos hemos comprometido, pero lo hacemos desde una posici¨®n de fuerza, y por ello no estoy preocupado".Pero no hay duda de que otros israel¨ªes s¨ª lo est¨¢n. Algunos, como Smadar Haran, de Nahariya, ciudad costera del norte de Israel, est¨¢n menos preocupados por el plan de paz que por los inesperados acuerdos de este fin de semana, que han hecho que los dirientes israel¨ªes y de la OLP acudan juntos a la Casa Blanca. A finales de los a?os setenta el marido de Haran y sus dos hijos fueron asesinados por terroristas palestinos que asaltaron su casa. Ella apoya el acuerdo que est¨¢ a punto de ser firmado , pero en el ¨²ltimo minuto no pudo soportar la idea de subirse al avi¨®n y viajar a Washington, explica Haran.

Por supuesto, Rabin entiende tales sentimientos. Pero, tambi¨¦n observa que Men¨¢jem Beguin, el fallecido primer ministro, hab¨ªa llegado a una decisi¨®n similar cuando firm¨® la paz con Egipto en 1979. "Cr¨¦ame", dice Rabin, "han muerto m¨¢s israel¨ªes en guerras y enfrentamientos con Egipto que con todos los grupos terroristas". "Una vez que el pueblo jud¨ªo decidi¨® que aqu¨ª, en la tierra de Israel, se iba establecer un Estado jud¨ªo, decidi¨® tambi¨¦n qui¨¦nes ser¨ªan nuestros vecinos: los pa¨ªses ¨¢rabes, el mundo musulm¨¢n, cientos de millones", dice Rabin antes de concluir: "Y existen dos formas de enfrentarse a esta realidad, una prolongada guerra de violencia y terror, o, vivir en paz. No hay una tercera posibilidad. En las guerras se corren riesgos. Creo que en la paz debemos correr riesgos calculados".