La revista 'El Viejo Topo' vuelve a la superficie partir del pr¨®ximo mes de noviembre
Juan Goytisolo, Fern¨¢ndez Buey y Cohn-Bendit colaboran en el primer n¨²mero
El presidente Mao, fallecia justo cuando el rimer n¨²mero de El Viejo Topo sal¨ªa a la calle. Era octubre de 1976 y eran muchos quienes estaban dispuestos a ser c¨®mplicesde un subversivo roedor, dipuesto a dinamitar con su risa lo caduco. El Viejo Topo vuelve ahora, tras 10 a?os de forzoso letargo invernal. Prepara su asalto a la superficie desde las galer¨ªas subterr¨¢neas. Y susimpulsores pretenden que el vigor cr¨ªtico vuelva desde el primer n¨²mero, que ver¨¢ la luz del d¨ªa el pr¨®ximo mes de noviembre. Ser¨¢ un topo m¨¢s esc¨¦ptico, m¨¢s viejo y, seguramente, m¨¢s sabio.
El proyecto de poner en circulaci¨®n al invidente mam¨ªfero ha partido de. Miquel Riera, empresario de la editorial Montesinos y de la revista literaria Quimera, que ya impuls¨® El Viejo Topo en la anterior ¨¦poca junto a Josep Sarret y el desaparecido Claudi Monta?a.En esta ocasi¨®n el impulso ha partido de la idea de abrir el proyecto a varias formas de participaci¨®n. A principios de ano se enviaron cartas a personas de trayectoria cr¨ªtica para que apoyaran econ¨®micamente el proyecto. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando, tras el contacto directo, se han comenzado a implicar personas vinculadas al mundo de la cultura y que han mantenido un distaciamiento cr¨ªtico del poder. Las aportaciones oscilan entre 500.000 y 750.000 pesetas.
Nuevos socios
Jos¨¦ Sanchis Sinisterra y Jordi Dauder, del ¨¢mbito teatral, Pere Portabella, del cinematogr¨¢fico, y Santiago Palacios, del mundo editorial, son algunos de los nuevos socios de la publicaci¨®n, mientras contin¨²an las negociaciones y la lista se ampl¨ªa. "Hay m¨¢s nombres, pero prefiero no darles publicidad hasta que se haya cerrado el acuerdo", subray¨® Riera, quien asume la direcci¨®n del poyecto.
La sociedad El Viejo Topo todav¨ªa no se ha constituido, pero el n¨²mero uno de la nueva ¨¦poca ya est¨¢ pr¨¢cticamente preparado. Entre los art¨ªculos de opini¨®n que se incluir¨¢n figuran los de Paco Fern¨¢ndez Buey, Juan Goytisolo y Daniel Cohn-Bendit.
Tambi¨¦n se han mantenido contactos para que en n¨²meros posteriores se sume a la iniciativa el paraguayo Augusto Roa Bastos, y se har¨¢ lo mismo con el mexicano Carlos Fuentes. La publicaci¨®n va a perder parte de su contenido eminentemente te¨®rico para pasar al campo period¨ªstico.
"Recogeremos la herencia del topo con art¨ªculos de reflexi¨®n, sin respetar los l¨ªmites que nos impone el sistema", explica Xavier Gir¨®, redactor jefe de la publicaci¨®n. "Queremos dirigimos a la gente que no ha vivido el mayo del 68 ni su herencia inmediata, pero que no les gusta la sociedad en que viven", agrega.
La revista ser¨¢ pol¨ªtica, aunque no politicista", destaca Gir¨®. Entre los colaboradores no de fondo se ha buscado a periodistas j¨®venes. Aparte de los temas literarios, musicales o de cine se abordar¨¢n especialmente asuntos relacionados con la Universidad, donde se encuentra el p¨²blico natural de esta publicaci¨®n.
La guerra del Golfo
"Queremos enlazar con la gente joven, no vamos a hacer una copia mim¨¦tica del antiguo Topo, aunque pretendemos que los efectos sean los mismos", a?ade Riera. "No me atrevo a decir que ir¨¢ dirigida a gente de izquierda -porque, ?qu¨¦ es la izquierda?-; pretendemos que sea una revista que vaya al coraz¨®n de las cosas, de las cosas reales en que nos hallamos inmersos, no en la realidad que generan actualmente los medios de comunicaci¨®n", destaca Riera.
Creemos que este es un buen momento para una publicaci¨®n de estas carcater¨ªsticas", dice el director. "Despu¨¦s de la guerra del Golfo creo que surge un cierto movimiento de inquietud, cr¨ªtico, que comienza sobre todo en Barcelona", dice Riera.
Esa fe en el crecimiento de una conciencia cr¨ªtica no impide que los impulsores del proyecto est¨¦n dispuestos a soportar sangr¨ªas si llegan tiempos de comunismo de guerra. "Si es necesario resistiremos con 5.000 ejemplares", subraya Riera, quien afirma que el lanzamiento de la revista se har¨¢ con una cifra que rondar¨¢ los 35.000 ejemplares.
La cr¨ªtica quiere ser la bandera de esta publicaci¨®n con sede en Barcelona. "No nos gusta la ret¨®rica, no queremos salvar a nadie, hemos ganado en escepticismo y, a lo mejor, nos hemos vuelto m¨¢s sabios", concluye el director.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.