Causas mayores
La corrida comenz¨® con 25 minutos de retraso por aviso de bomba. Felizmente, la amenaza no se cumpli¨®, pero los toreros salieron al ruedo con el cuerpo cortado. No era para menos: primero, la amenaza; despu¨¦s, los toros de Gavira, que, a excepci¨®n del tercero, dieron lecciones de c¨®mo se comporta una manada de burras.Cort¨® una oreja Emillio Mu?oz. La petici¨®n fue mayoritaria, pero su faena no tuvo peso ni con la muleta ni con la espada. Su toreo apasionado es verdadero y emocionante, pero su labor fue desigual. Tres naturales -sobre todo, uno de ellos-, realmente m¨¢gicos, constituyeron lo mejor de una actuaci¨®n con altibajos. En su primero, un toro parado y soso, se mostr¨® sin mucha convicci¨®n.
Gavira / Mu?oz, Ponce, Finito
Toros de Gavira, desiguales de presentaci¨®n-mansos y sosos; destac¨® el tercero, encastado y codicioso. Emilio Mu?oz: pinchazo y estocada baja (ovaci¨®n); estocada muy baja (oreja). Enrique Ponce: tres pinchazos -aviso-, un pinchazo y media (silencio); estocada (palmas). Finito de C¨®rdoba: dos pinchazos y estocada baja (ovaci¨®n); estocada trasera (palmas). -Plaza de La Real Maestranza. 25 de septiembre. Primer festejo de la Feria de San Miguel. Casi lleno.
Enrique Ponce necesitaba un triunfo en La Maestranza para poner un brillante colof¨®n a su larga temporada. Pero el valenciano no tuvo su d¨ªa. No tuvo, es verdad, un lote apropiado, pero se mostr¨® profundamente ab¨²lico, fr¨ªo y aburrido.
Finito de C¨®rdoba cont¨® con el calor de una numerosa parroquia de paisanos. Pues ni por esas. El mejor toro de la tarde, el tercero, le toc¨® a ¨¦l y se le fue entero.
Muy encastado, el animal mand¨® en el ruedo, y el torero, con exceso de pico y muleta retrasada, no emocion¨® ni a sus partidarios. De todas formas, se lo perdonaron porque su toreo con el capote derroch¨® calidad. En el sexto, que era una burra,. se mostr¨® tan soso como el toro.
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