Una bella necrol¨®gica por Luis Devota
Cristina lloraba, Celia besaba a Modesto Lomba y el p¨²blico del Palacio de Congresos aplaud¨ªa no s¨®lo lo que acababa de ver sino, a¨²n m¨¢s el recuerdo de Luis Devota, su muy creativo creador. El pase de modelos Devota & Lomba en la Pasarela Cibeles tuvo algo, o mucho de funeral, de bella necrol¨®gica, de delicado oficio de tinieblas. Modesto no quer¨ªa salir, contaban, y hubo que convencerle: "Derr¨²mbate despu¨¦s pero, ahora, sal". Sali¨® con una sonrisa amarga y como con prisas.El gran sal¨®n del palacio estaba abarrotado. Son¨®, al comenzar, la m¨²sica de Summertime, recordando que lo que se presentaba era la colecci¨®n Verano 94. En el programa se advert¨ªa que aquella era una moda, ven¨ªa a decir en ingl¨¦s: "Para mujeres que osan salir a la calle sin expo ner sus pechos para seducir". En castellano, la misma advertencia resultaba algo m¨¢s cruda: "Para mujeres que se atreven a vivir sin llevar las tetas en bandeja".
Doy fe: de lo m¨¢s discreto, distinguido y, como se dec¨ªa antes, decente. Un reto, al rev¨¦s, pero un reto. Sedas, linos, algodones, acetatos. Negro, azules, marrones. No suelo acudir a los pases de moda. Me sorprendi¨® comprobar lo distintas que son las modistas de ahora de las de mi tiempo. Antes, me acuerdo que copiaban los modelos en un cuaderno para ofercerlos a sus clientes. Y tambi¨¦n lo distintas que son las modelos. ?C¨®mo habr¨¢ que llamarlas: chicas, damas, se?oritas? Dice la ministra Alberdi que se?orita no se debe decir ya. Tampoco se dice se?orito. Algo de raz¨®n tiene porque la palabra se?orita es del tiempo en que se solicitaban "se?oritas de buena presencia" y en que, en la taquilla de las salas de baile, hab¨ªa un cartel que dec¨ªa: "Se?oritas, gratis".
Comoquiera que se las llame, las modelos recorren la pasarela con cierta desmadejada languidez (Paola Domingu¨ªn es maestra en esto), sin mirar a ning¨²n sitio, pero sin mostrar displicencia, con una sonrisa algo sosa, obediente, sabi¨¦ndose admiradas. Blusa marr¨®n, falda negra plisada; conjuntos inspirados como en el viejo albornoz; pantal¨®n negro, blusa marr¨®n claro; camis¨®n celeste, esa impresi¨®n me dio, con chaqueta negra; frac, o algo as¨ª, con camiseta. Muy aplaudido fue una especie de mono obrero, azul marino con blusa blanca, que sacaron tres chicas con una m¨²sica briosa, pero sin intenciones de tomar el Palacio de Invierno. Muy aplaudido, tambi¨¦n un traje de novia rojo tornasolado que luci¨® no s¨¦ si Cristina Piaget o Celia Ferrer.
"Muy ponible todo", dec¨ªan las espectadoras de este pase que, entre aplausos y l¨¢grimas, tuvo algo de misa de difuntos.
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