El juicio sobre Alcal¨¢ 20 se celebrar¨¢ en una sala de condiciones ¨ªnfimas
La tragedia se pudo haber evitado si la ¨²nica manguera que hab¨ªa en la discoteca hubiese funcionado
Los j¨®venes que aquel d¨ªa se encontraban en la discoteca Alcal¨¢ 20 se vieron envueltos en un tumulto mortal. Y sus familiares deber¨¢n soportar el lunes el hacinamiento cuando ejerzan su derecho a presenciar c¨®mo se administra justicia. La sala prevista para el juicio acoger¨¢ s¨®lo a 120 asistentes, porque carece de capacidad para m¨¢s. El 17 de diciembre de 1983, hace ya casi 10 a?os, 81 personas -la mayor¨ªa j¨®venes- murieron en aquella sala atrapadas bajo el humo y las llamas, y sin las m¨¢s elementales garant¨ªas de emergencia, seg¨²n el fiscal. S¨®lo los padres de los fallecidos suman 162 (los heridos fueron 28). Todos ellos, si desean entrar a la sala de la Audiencia de Madrid, deber¨¢n madrugar y agolparse a la entrada: s¨®lo se permitir¨¢ el paso a los 120 primeros. El Ministerio de Justicia ha estado atento en otras ocasiones a la repercusi¨®n social de determinados procesos. As¨ª sucedi¨®, por ejemplo, en 1986, con el juicio sobre el s¨ªndrome t¨®xico causado por el aceite de colza desnaturalizado. Y m¨¢s recientemente con el relativo a la Operaci¨®n Mago (tambi¨¦n llamada Operaci¨®n N¨¦cora). En ambos casos. se habilitaron salas especiales en los pabellones de la Casa de Campo, adaptando as¨ª a nuestros d¨ªas el viejo mandato legal de que los juicios sean p¨²blicos. Pero con las actuales previsiones para el juicio que comienza pasado ma?ana, lunes, d¨ªa 3, deber¨¢n hacer cola ante la sala de audiencias el portero del edificio de Alcal¨¢, 20, quien vio c¨®mo su hija peque?a, Mar¨ªa Jos¨¦, se precipitaba al vac¨ªo desde el ¨²ltimo piso del inmueble huyendo del letal humo que sub¨ªa desde la discoteca; o los allegados de Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez, convertida hoy casi en un vegetal; o el matrimonio cuyos dos hijos fueron devorados por las llamas... "Ese sitio [la sala escogida] es una verg¨¹enza", se lamenta Carlos Garc¨ªa, abogado de uno de los ocho procesados, entre los que se encuentra el ex concejal socialista Emilio Garc¨ªa Horcajo, entonces responsable pol¨ªtico de Seguridad Ciudadana. "Se pod¨ªan haber gastado dos millones y alquilar un local en condiciones en cualquier otro lugar", remata el letrado. Un magistrado de los que preparan el juicio espet¨®, al ser preguntado al respecto: "Tampoco ¨ªbamos a irnos al Bernab¨¦u". El edificio de la Audiencia fue inaugurado este a?o, y ya entonces la asociaci¨®n Jueces para la Democracia advirti¨® que no re¨²ne las condiciones necesarias ni siquiera para juicios de escasa trascendencia. La vista durar¨¢ casi tres meses. En ese tiempo deben personarse los 8 procesados, 196 testigos y 55 peritos. Las plazas reservadas a los periodistas son 16, y otras 20 ser¨¢n ocupadas por los abogados. PASA A LA P?GINA 3
El fiscal reclama 13 a?os de c¨¢rcel para siete de los ocho procesados por el incendio de Alcal¨¢ 20
Viene de la p¨¢gina 1
El l¨ªo que se avecina para la primera sesi¨®n del juicio por el incendio de Alcal¨¢ 20, la del lunes d¨ªa 4, puede ser descomunal. Pedro Javier Rodr¨ªguez, presidente de la Secci¨®n VI de la Audiencia, el ¨®rgano que juzgar¨¢ la tragedia del 17 de diciembre de 1983, reconoce que la sala no es la m¨¢s adecuada para un juicio de esta envergadura.
Las alternativas a la calle de Cartagena estudiadas han resultado infructuosas. La dura realidad es que "s¨®lo podr¨¢n entrar las 120 personas que lleguen primero; despu¨¦s se cerrar¨¢ la puerta", admite, con impotencia, Pedro Javier Rodr¨ªguez.
La exigua capacidad de la sala no parece el ¨²nico problema. Aunque es la m¨¢s espaciosa de las existentes en la Audiencia madrile?a, cobija en su interior cuatro gruesas columnas que dificultan seriamente la visibilidad (ver gr¨¢fico adjunto).
Antonio Garc¨ªa-Pablos, que defiende a las familias de 58 v¨ªctimas, tambi¨¦n reprueba la precariedad del escenario: "El criterio del Tribunal Constitucional es bien claro: debe haber suficiente espacio para cuantas personas quieran asistir". Ante la previsible avalancha de afectados, amigos y familiares e incluso de curiosos, el tribunal lleg¨® a barajar la posibilidad de acreditar a un familiar por cada v¨ªctima. Pero, "?a qui¨¦n, al padre, a la madre ... ?", cuestiona el presidente del tribunal.
Tambi¨¦n se estudi¨® como escenario del gigantesco juicio la Casa de Campo; y tampoco ha sido factible: "En la actualidad se celebra all¨ª el juicio de la Operaci¨®n N¨¦cora". Otra de las alternativa, el Palacio de Justicia, en Las Salesas, se ha descartado igualmente. "Est¨¢ en obras, y la gente tendr¨ªa que pasar por encima de los cascotes...".
Ocho acusados
En este juicio se ventilan m¨¢s de 1.200 millones de pesetas en indemnizaciones. Ning¨²n beneficiario ha cobrado a¨²n, a pesar de que han pasado 10 a?os. Por cada fallecido, el fiscal demanda 15 millones de pesetas; la cantidad se eleva en funci¨®n del n¨²mero de hijos de los fallecidos.
La indemnizaci¨®n m¨¢s abultada que demanda el fiscal se eleva a 50 millones de pesetas, para Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez Carpintero, la muchacha de 28 a?os a la que el t¨®xico humo mantuvo durante 442 d¨ªas en un hospital. Ha perdido parte de la visi¨®n, sufre s¨ªndrome de Parkinson, no puede mover la parte derecha de su cuerpo... Y, adem¨¢s, tiene una hija que entonces no alcanzaba los 10 a?os.
Ana D¨ªaz, soltera de 22 a?os, dej¨® solos en este mundo tres hijos. Los peque?os se encuentran hoy bajo la tutela de la Comunidad de Madrid.
Son ocho las personas procesadas por este asunto, aunque el fiscal s¨®lo acusa a siete de ellas. El ministerio p¨²blico no aprecia responsabilidad penal en la actuaci¨®n del entonces concejal Garc¨ªa Horcajo y, por consiguiente, en el Ayuntamiento de Madrid. No opinan igual los abogados de las v¨ªctimas.
As¨ª, en el banquillo deben sentarse Juan Antonio Iglesias, Carlos Mendoza, Doroteo Mart¨ªn, Pedro Rasc¨®n, Emilio Urdiales (copropietarios de la discoteca Alcal¨¢ 20), Miguel Gabald¨®n (instalador autorizado por Industria) y Guillermo Herranz (miembro de la junta de inspecciones de espect¨¢culos del Ministerio del Interior). Tambi¨¦n estar¨¢ el edil Garc¨ªa Horcajo. Los abogados de las v¨ªctimas sostienen que actu¨® negligentemente al no ordenar una inspecci¨®n de la discoteca.
A un total de 13 a?os de c¨¢rcel (por delitos de imprudencia y falsedad de documentos) se enfrentan los acusados.
Los procesados han acudido a algunos de los abogados m¨¢s prestigiosos (Jos¨¦ Mar¨ªa Stampra, Joaqu¨ªn Ruiz Gim¨¦nez, Enrique Gimbernat, Carlos Usua, Gonzalo Rodr¨ªguez Mourullo).
El fiscal menciona en su escrito una retah¨ªla de desprop¨®sitos y dejaciones dif¨ªciles de superar. Llama la atenci¨®n el acusador p¨²blico sobre la mortal espuma de poliuretano que utilizaron los propietarios del local para rellenar cojines y aderezar paredes, en definitiva, para dar mayor vistosidad a la sala. Pese a que algunos de ellos, seg¨²n el fiscal conoc¨ªan el peligro que pod¨ªa ocasionar ese material en caso de incendio. Era una bomba de relojer¨ªa.
Relata el fiscal que cuando e fuego devor¨® todo aquel mobiliario, el t¨®xico humo se propag¨® r¨¢pidamente por la discoteca Dej¨® tumbados en el suelo, pare siempre, a muchos j¨®venes (de una media de 25 a?os) que hab¨ªan acudido aquella noche a la sala en busca de diversi¨®n. Al ver las llamas -y en medio de un apag¨®n de luz- algunos cliente buscaron desesperadamente la d¨¦biles o inexistentes se?ales, luminosas, que les indicasen d¨®nde estaban las puertas de emergencia. Para colmo, varias estabar cerradas con llave.
Asevera el acusador p¨²blico en su escrito provisional que Alcal¨¢ 20 "comenz¨® a funcionar' con un permiso de temporada "No ten¨ªa licencia de apertura" remacha el abogado que representa a la mayor¨ªa de las v¨ªctimas, Antonio Garc¨ªa Pablos.
En uno de los papeles que remitieron los due?os del local a Ministerio del Interior para con seguir la licencia de apertura se aseguraba que la discoteca ten¨ªa seis puertas de emergencia; en realidad hab¨ªa tres, seg¨²n el fiscal.
"Un hilito de agua"
Pero eso no es todo: declarado e incendio, no funcionaron los extintores, y la manguera antiincendios no sirvi¨® para nada. S¨®lo hab¨ªa una, tan corta y tan mal instalada, que el agua no lleg¨® a escenario principal, donde se produjo el primer foco.
Mientras contemplaba, ayer los preparativos del juicio, en la sala cero de la calle de Cartagena, Mario Serrano, letrado de la familia de una de las v¨ªctimas explic¨®: "S¨®lo sali¨® un hilito de agua de la manguera; si hubiese estado en condiciones, quiz¨¢ no estar¨ªamos aqu¨ª hoy".
Pedro Rasc¨®n, uno de lo procesados, estaba aquella no che en Alcal¨¢ 20. Fue quien, a comprobar la rid¨ªcula potencia de la manguera (y cuando ya e fuego se revelaba ingobernable orden¨® el desalojo inmediato de local. Todav¨ªa quedaban dentro m¨¢s de 200 personas.
Sobre el papel se dec¨ªa que e aforo de la discoteca era de 500 personas. Pero lo cierto es que casi todos los d¨ªas, desde la apertura, el n¨²mero de asistentes rebasaba con creces esa cifra.
Antes del incendio, mucho vecinos de la zona denunciaron ante el Ayuntamiento el fragor que, desde la apertura, hab¨ªa en torno al local. No se tomaron medidas a tiempo. Aquella noche, la del 17 de diciembre, desfilaron por Alcal¨¢ 20 alrededor de 1.600 clientes, m¨¢s del triple de su capacidad.
Han pasado ya 10 a?os desde el desastre y las huellas de la tragedia (la ni?a que ca¨ªa al vac¨ªo sin que sus padres pudieran agarrarla, por ejemplo) no se han borrado. Siguen vivas en los malos recuerdos. Y ahora, a partir del lunes, aguardan a la justicia.
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