El Partido Popular asegura que son "varios cientos" los contratos blindados en las empresas p¨²blicas
Un contrato blindado, una p¨®liza de seguro o un suculento plan de pensiones pueden convertir a un directivo empresarial en un parado de lujo al d¨ªa siguiente de dejar su puesto. Esas tres modalidades constitu¨ªan hasta ahora los caminos m¨¢s habituales reservados al personal de alta direcci¨®n de empresas privadas para asegurarle un cese sin sobresaltos econ¨®micos. Pero el 5 de agosto pasado, el ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, certific¨® ante el Congreso que la Administraci¨®n P¨²blica y sus aleda?os empresariales han optado por incentivar a sus directivos a trav¨¦s de las mismas f¨®rmulas. La diferencia estriba en que el mullido colch¨®n del cese se rellena con dinero p¨²blico y se guarnece con la m¨¢s absoluta oscuridad.
El Partido Popular (PP) y su diputado por Le¨®n Manuel N¨²?ez, han decidido inquietar el sue?o de esas despedidas multimillonarias. Quieren saber cu¨¢ntas personas -"varios cientos", seg¨²n ellos- se han beneficiado en la Administraci¨®n P¨²blica de este tipo de indemnizaciones y cu¨¢nto dinero se han llevado estas prebendas.El diputado popular asegura que el problema se concentra en las sociedades estatales y en los organismos p¨²blicos que se prestan y gestionan en r¨¦gimen de monopolio, y confirma que su partido realiza una investigaci¨®n dificil para conocer la extensi¨®n de estas pr¨¢cticas indemnizatorias que perciben los altos directivos p¨²blicos, tanto si son destituidos como si abandonan el puesto por su voluntad.
El pasado 5 de agosto marca, casi con seguridad, una frontera en este campo. Ese d¨ªa, el ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, al presentar en el Congreso su informe extraordinario sobre la econom¨ªa espa?ola, avanz¨® algunos prop¨®sitos de la pol¨ªtica gubernamental y se adentr¨® a definir la postura del Gobierno "como empleador". Entre las contrapartidas a las peticiones de austeridad en la pol¨ªtica de rentas, Solbes asegur¨® que las sociedades estatales "a partir del momento actual no podr¨¢n pactar con su personal de alta direcci¨®n ninguna cl¨¢usula que implique indemnizaci¨®n de cualquier tipo por extinci¨®n de su relaci¨®n org¨¢nica o laboral especial, cualquiera que sea la causa que la motive".
Solbes acababa de constatar, impl¨ªcitamente, que, hasta ese momento al menos, las cl¨¢usulas indemnizatorias exist¨ªan y por distintas causas.
Aquella misma ma?ana, Rodrigo Rato, portavoz del Grupo Popular, mostr¨® su alarma y adelant¨® la estrategia que ahora ha puesto en marcha su partido: "O sea, que ustedes han estado contratando, a lo mejor, a miembros de su partido y les han dado contratos blindados". Rato pregunt¨® a Solbes: "?A cu¨¢ntos?, ?por cu¨¢nto dinero?, ?qu¨¦ relaci¨®n tienen con ustedes?", y trat¨® de hostigar al ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch: "Act¨²e usted, ?eh?, porque eso no se puede hacer. No s¨¦ si en las condiciones de su incorporaci¨®n al Gobierno [Belloch es independiente] estaba obviar- este asunto".
Tres anualidades
Mes y medio despu¨¦s, N¨²?ez pregunt¨® al ministro para las Administraciones P¨²blicas, Jer¨®nimo Saavedra, por este mismo asunto. Los datos que manej¨® hace 15 d¨ªas en el Congreso los ampl¨ªa el diputado experto del PP en cuestiones de Administraci¨®n para concretar que, seg¨²n sus averiguaciones, las cl¨¢usulas indemnizatorias de los contratos blindados consisten, generalmente, en el pago, cuando se rescinden, de dos a tres anualidades. N¨²?ez asegura que, de acuerdo con las retribuciones habituales, la indemnizaci¨®n se sit¨²a entre los 80 y los 100 millones para los presidentes, consejeros delegados y directores generales de empresas como Tabacalera, Iberia, Telef¨®nica, Renfe o Campsa. Para los puestos directivos de segundo nivel, la media ronda los 30 millones, calculando anualidades de sueldo en torno a los 12 millones.Pero el PP cree saber que, tras la intervenci¨®n de Solbes el 5 de agosto, se alert¨® a los beneficiarios de estos contratos, que han sido sustituidos, en muchos casos, por p¨®lizas de seguro -tambi¨¦n exist¨ªan antes de esa fecha-que, al cesar los beneficiarios en sus puestos, les aseguran el cobro de cantidades equivalentes a dos o tres anualidades. N¨²?ez afirma que en Tabacalera, por ejemplo, se han suscrito p¨®lizas para directivos que garantizan tres anualidades, y en Telef¨®nica, entre dos y tres, seg¨²n los casos.
Otra modalidad para compensar el cese de directivos y altos cargos la ha rastreado N¨²?ez en la existencia de planes de pensiones que garantizan, al cumplir la edad de jubilaci¨®n, la percepci¨®n de cantidades equivalentes al sueldo de tres o cuatro anualidades. No se trata del r¨¦gimen general de la Seguridad Social, sino de fondos de pensiones de las propias empresas, como, por ejemplo, el de Telef¨®nica.
Pero el diputado asegura que en muchas ocasiones se comete un fraude respecto a esos fondos, al reconocer a algunas personas, cuando son nombradas para un alto puesto directivo, una antig¨¹edad superior a la real, en varios a?os, con objeto de justificar la percepci¨®n futura.
A¨²n hay otro aspecto que inquieta a N¨²?ez: presidentes o altos ejecutivos que han pasado a puestos similares en otras empresas tras aprovechar el cese en su puesto para cobrar las indemnizaciones del blindaje.
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