La batalla por la televisi¨®n

Un encarnizado combate palmo a palmo para controlar en Mosc¨² los estudios de televisi¨®n de Ostankino, sede del primer canal interestatal de los pa¨ªses de la Comunidad de Estados Independientes, se desarroll¨® anoche. A las 10 de la noche, hora local, el ala izquierda de uno de los edificios de la TV empez¨® a arder. Poco antes hab¨ªan llegado al lugar seis carros de combate, al parecer leales a Yeltsin, uno de los cuales empez¨® a dispararar a bocajarro contra quienes intentaban entrar en los estudios.Las tropas fieles a Bor¨ªs Yeltsin lograron mantener el control de la televisi¨®n, aunque poco antes de la medianoche de ayer continuaban los combates en los alrededores del edificio. El asalto, que se hab¨ªa cobrado al menos ocho muertos (este corresponsal pudo ver por lo menos tres cad¨¢veres) y centenares de heridos, estaba dirigido por el general Albert Makashov, quien, despu¨¦s de la toma de la Casa Blanca, organiz¨® la expedici¨®n para apoderarse de la codiciada sede de la televisi¨®n. Al parecer uno de los muertos es un periodista franc¨¦s.

La violencia con la presencia de miles de personas armadas con objetos contundentes y tambi¨¦n con metralletas y hasta lanzagranadas, estall¨® poco antes de las siete y media de la tarde, momento en que dejaron de aparecer im¨¢genes en las pantallas.

Quienes est¨¢bamos en Ostankino pudimos ver c¨®mo el general Albert Makashov lleg¨® a uno de los edificios del complejo y pidi¨® al mayor de polic¨ªa que estaba en la puerta que le dejaran entrar. El mayor se neg¨®. "Maleta, estaci¨®n, Israel", gritaba a coro, la multitud enardecida, aludiendo al destino que, seg¨²n ellos, esperaba a Yeltsin.

Llegaron refuerzos en camiones y los atacantes trataron de romper las puertas de vidrio. Hubo cristales rotos. Sigui¨® un tiroteo violent¨ªsimo. A mi alrededor cayeron varias personas. Corr¨ª hasta un paso subterr¨¢neo. Al otro lado de la calle vi varios heridos y a dos personas ensangrentadas que no se mov¨ªan. Una de ellas, un hombre, llevaba una c¨¢mara al cuello.

Un grupo de veteranos de la rep¨²blica del Transdni¨¦ster pas¨® a engrosar las filas de los atacantes. "La gente sencilla de Rusia ha dado un ejemplo de hero¨ªsmo", dijo V¨ªctor Ampilov, jefe del Partido Comunista Obrero Ruso. "Estoy seguro de que hoy comienza la reconstrucci¨®n de la URSS. Es el d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida".