El sue?o americano

Jerry Reinsdorf, el accionista mayoritario, pr¨¢cticamente el due?o, de los Bulls de Chicago, se ha quedado sin su estandarte, sin Michael Jordan. No obstante, lo ha asumido con la resignaci¨®n de quien sabe que no puede hacer nada para evitarlo, que sus palabras ser¨ªan vanas."Cuando me comunic¨® su retirada", confes¨®, "ni siquiera intent¨¦ convencerle de que continuara. No habr¨ªa sido honrado con ¨¦l. ?Por qu¨¦? Porque su determinaci¨®n es firme. De alguna manera, est¨¢ viviendo el sue?o americano: no hacer lo que no quiere hacer".

"Me dio explicaciones", a?adi¨® Reinsdorf, "y yo se lo agradec¨ª. S¨ª, me expuso varias razones. Mi impresi¨®n personal es que todas se resumen en que ya no se divierte como se divert¨ªa en la cancha. En esas condiciones, su marcha es acertada. Lo siento por mi equipo, pero me alegro por ¨¦l".

John Paxon, compa?ero suyo en los Bulls, a los que ha ayudado a alcanzar los tres ¨²ltimos t¨ªtulos nacionales, no disimul¨® su contrariedad. "Todos nosotros [por ¨¦l y los restantes miembros de la plantilla] estamos conmocionados. Ha sido un impacto muy fuerte a pesar de que ya nos hab¨ªa insinuado su marcha. Siempre nos dijo que no se ve¨ªa como un jugador de 12 o 15 a?os en activo".

Charles Barkley jug¨® codo con codo con Jordan en el dream team durante los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92, en los que los profesionales estadounidenses se pasearon. Tambi¨¦n ha sido su m¨¢s encarnizado rival con los Suns de Phoenix, los subcampeones de la NBA. Pero, en definitiva, son tan amigos que ayer se atrevi¨® a ironizar en relaci¨®n con el malestar que le ha producido su adi¨®s: "Como ¨¦ramos los m¨¢s competitivos, acordamos retiramos a la vez. No hay derecho a que lo haya hecho antes". Despu¨¦s, con sinceridad, le dese¨® que sea "muy feliz" tras el paso dado.