Perspectivas econo¨®micas de paz

El acuerdo entre Israel y la OLP negociado secretamente en Oslo sorprendi¨® al p¨²blico, a los periodistas y a los l¨ªderes pol¨ªticos, pero no a los economistas y hombres de negocios israel¨ªes y palestinos.Dos a?os antes de la apertura de la Conferencia de Paz en Madrid, una delegaci¨®n oficial israel¨ª, encabezada por m¨ª, present¨® a la Comunidad Europea en Bruselas y, separadamente, a una delegaci¨®n americana en Jerusal¨¦n, 36 proyectos de cooperaci¨®n econ¨®mica destinados a la mejora del nivel de vida de los palestinos y de los pa¨ªses ¨¢rabes vecinos. Es un ejemplo m¨¢s de los esfuerzos para sentar las bases de la cooperaci¨®n y desarrollo econ¨®mico regional, pero, para su puesta en pr¨¢ctica era necesario que el proceso pol¨ªtico avanzase. Con la firma del acuerdo en Washington se encend¨ªa la luz verde que nos permitir¨¢ trabajar en los planes de cooperaci¨®n elaborados tiempo atr¨¢s. Asimismo desde hace tiempo, empresarios israel¨ªes y palestinos estudian y analizan en diversos foros las posibilidades de cooperaci¨®n econ¨®mica entre Israel y la autonom¨ªa en los territorios. El inter¨¦s de los interlocutores palestinos e israel¨ªes en las negociaciones de Oslo en los nuevos desaf¨ªos econ¨®micos que surgir¨¢n con la autonom¨ªa palestina, queda reflejado en un anexo econ¨®mico del acuerdo, en el cual se esbozan las l¨ªneas maestras de la cooperaci¨®n y coordinaci¨®n econ¨®mica que regir¨¢ las relaciones palestino-israel¨ªes en el periodo transitorio. En este contexto, cabe destacar que quien encabezaba la delegaci¨®n que negoci¨® con Israel el acuerdo en Oslo fue precisamente Abu El-Al¨¢, jefe del departamento Econ¨®mico y Financiero de la OLP.

Las ventajas econ¨®micas del acuerdo tanto para Israel, los palestinos y los pa¨ªses ¨¢rabes de la zona, son indiscutibles. Su ¨¦xito depende en gran medida del apoyo pol¨ªtico, moral y, sobre todo, econ¨®mico que le preste la comunidad internacional. La paz y la estabilidad en los territorios va a depender de la creaci¨®n de puestos de trabajo y, para ello, son necesarias grandes sumas de dinero. Por lo tanto, es fundamental que los buenos deseos expresados por Europa, Jap¨®n y los pa¨ªses ¨¢rabes del golfo se materialicen en planes de inversi¨®n, pr¨¦stamos, infraestructuras y desarrollo, capaces de crear un tejido industrial, agr¨ªcola y financiero en los territorios que garantice el progreso de su poblaci¨®n.

Un primer paso en esta direcci¨®n fue la reuni¨®n de ministros de Exteriores y de Hacienda convocada en Washington a primeros de octubre para movilizar fondos para el desarrollo de los territorios. El ¨¦xito de la puesta en marcha del acuerdo palestino-israel¨ª va a depender, en gran medida, de esta ayuda internacional. No podemos olvidar que la principal amenaza a la que deben hacer frente los palestinos partidarios del acuerdo es la de los movimientos integristas, cuyo caldo de cultivo son las masas palestinas sin esperanza en el furuto. S¨®lo una mejora de las condiciones de vida en los territorios podr¨¢ alear el fantasma del integrismo.

Tanto; la OLP como los israel¨ªes eran plenamente conscientes de ello cuando firmaron el acuerdo, y espero que los pa¨ªses vecinos, con los que todav¨ªa no hemos alcanzado un principio de acuerdo, tengan presente que el futuro desarrollo de sus Estados depende en gran medida de que se alcancen una paz plena y acuerdos bilaterales y regionales. En un conflicto ya largo como el ¨¢rabe-israel¨ª (y el palestino-Israel¨ª) cargado de connotaciones emocionales que tanto han afectado a las sociedades de la regi¨®n, es imprescindible que los acuerdos de paz que se vayan alcanzando se vean implementados con planes muy concretos de desarrollo que hagan ver a los ciudadanos de los pa¨ªses ¨¢rabes, a los palestinos y a los israel¨ªes las ventajas reales y tangibles de la paz. De o contrario, cualquier contraiempo en el proceso de paz podr¨ªa tener efectos desastrosos a mejor garant¨ªa -o quiz¨¢ la ¨²nica- para el ¨¦xito del acuerdo palestino-israel¨ª (y de los futuros acuerdos con los pa¨ªses vecinos) es la creaci¨®n de intereses econ¨®micos y planes de desarrollo conjuntos que faciliten la convivencia pac¨ªfica y sus vecinos palestinos y de los pa¨ªses ¨¢rabes, gracias a la mejora de las conediciones de vida de los ciudadanos.

Todos recordamos que hasta la creaci¨®n de la empresa jordana en el margen jordano del mar Muerto, la empresa israel¨ª (Dead Sea Works) era atacada diariamente por misiles lanzados desde Jordania. Tras la creaci¨®n de la empresa jordana de explotaci¨®n de recursos minerales del mar Muerto, el Gobierno jordano lleg¨® a la conclusi¨®n que, por su propio inter¨¦s, deben guardar la tranquilidad y la paz. En otras palabras, creemos que llevando a cabo proyectos econ¨®micos conjuntos que resulten beneficiosos y que contribuyan al desarrollo econ¨®mico de palestinos, israel¨ªes y pa¨ªses ¨¢rabes, podremos crear las condiciones de confianza necesarias para mantener la paz en los a?os venideros.

La cooperaci¨®n econ¨®mica entre Israel y los territorios y entre Israel y los pa¨ªses ¨¢rabes vecinos debe basarse en los principios de igualdad e inter¨¦s mutuo. Se puede lograr en vanos campos, empezando por la agricultura y la lucha contra la desertizaci¨®n.

Los pa¨ªses ¨¢rabes ocupan una extensi¨®n total de 13 millones de kil¨®metros cuadrados, de los que s¨®lo el 11% son tierras cultivadas. De este 11%, una cuarta parte se va a perder en los pr¨®ximos anos por el avance del desierto. Un informe de la FAO calcula que se necesita una generaci¨®n para doblar la producci¨®n agr¨ªcola en los pa¨ªses ¨¢rabes y, como se sabe, en 25 a?os la poblaci¨®n del pr¨®ximo oriente crecer¨¢ de 230 a 500 millones de habitantes. La modesta experiencia de Israel es que en 25 a?os (19901975) se ha podido aumentar la producci¨®n agr¨ªcola en un 1.200%, es decir, multiplicarla por 12, a pesar de que una parte considerable de las tierras no son f¨¦rtiles y con gran escasez de agua.

En el contexto de paz el tema del agua puede servir como elemento importante para contribuir a los intereses comunes entre israel¨ªes y palestinos y entre Israel y los pa¨ªses ¨¢rabes. Proyectos conjuntos de desalinizaci¨®n, de reciclaje de agua para uso agr¨ªcola y el uso m¨¢s eficiente del agua para riego, proveer¨¢n enormes beneficios mutuos.

Uno de los proyectos de la CE es crear una agencia ¨¢rabe israel¨ª para el agua e infraestructura a imagen y semejanza de la CECA, creada tras la segunda guerra mundial. El alcance y la efectividad de tal organismo, en el cual participar¨¢n los pa¨ªses europeos -entre ellos Espafia- puede ser mayor que la de invertir en proyectos directos.

A nuestro juicio, Espa?a puede jugar un papel destacado en los planes de cooperaci¨®n regional en campos como la agricultura y la lucha contra la desertizaci¨®n, promoviendo y proponiendo proyectos conjuntos ¨¢rabe-israel¨ªes, financiados por la Comunidad Europea, Estados Unidos, Jap¨®n y las organizaciones financieras internacionales. Entre los proyectos que podr¨ªan realizarse en un futuro pr¨®ximo pueden mencionarse como ejemplo los siguientes: cultivo de ¨¢rboles frutales caducos en condiciones de climas c¨¢lidos; aumento de la producci¨®n de frutas y vegetales por medio de su adaptaci¨®n a las condiciones regionales dominantes; establecimiento de un banco de genes para especies de frutas de la regi¨®n mediterr¨¢nea; m¨¦todos gen¨¦ticos para el aumento de la fertilidad del ganado ovino y otros; control de plagas por medios biol¨®gicos y otros, con el fin de minimizar el da?o ecol¨®gico, incluyendo el da?o de aguas subterr¨¢neas resultante de uso de pesticidas; conservaci¨®n de frutas y vegetales cosechados; tecnolog¨ªa alimentria; m¨¦todos de almacenamiento de alimentos y semillas, etc¨¦tera.

Otras ¨¢reas en las cuales podr¨ªan establecerse proyectos de desarrollo conjunto podr¨ªan ser: cooperaci¨®n en acuicultura particular del ¨¢rea; activaci¨®n de centros de conjuntos de salud; coordinaci¨®n en la operaci¨®n de puertos a¨¦reos y mar¨ªtimos; acuerdo para el uso de conjunto de caminos y disponibilidad ferroviaria. En cuanto al turismo, ser¨ªa beneficioso para todos el libre movimiento en la regi¨®n de turistas procedentes de terceros pa¨ªses, ofertas de paquetes tur¨ªsticos, creaci¨®n de autopistas, expansi¨®n de los servicios ferroviarios existentes entre Turqu¨ªa y Egipto a trav¨¦s de Siria, L¨ªbano, Israel y Gaza.

Cada uno de los pa¨ªses de la regi¨®n puede beneficiarse de la cooperaci¨®n en los ¨¢mbitos de salud y servicios m¨¦dicos, incluyendo la prevenci¨®n de epidemias y la lucha contra enfermedades contagiosas y virales.

Desde el punto de vista econ¨®mico, el acuerdo entre Israel y la OLP tiene enormes ventajas tanto para Israel como para los palestinos y para los pa¨ªses ¨¢rabes vecinos. Esto se ha podido demostrar en la reacci¨®n positiva de todas las organizaciones empresariales y econ¨®micas y las organizaciones sindicales tanto en Israel como en los territorios.

El camino hacia la paz es un camino largo con enormes perspectivas de futuro, sobre todo en el ¨¢mbito econ¨®mico, aunque no exento de riesgos. Es un camino sin retorno. ?rabes e israel¨ªes debemos mirar hacia el futuro. Hacia un futuro en paz marcado por la convivencia, el di¨¢logo y el desarrollo econ¨®mico. S¨®lo el tiempo y la convivencia sanar¨¢n las heridas, a¨²n abiertas, de un sangriento conflicto de m¨¢s de 75 a?os. Pero si caemos en la tentaci¨®n de mirar hacia atr¨¢s corremos el riesgo de fracasar. Cuando Dios convirti¨® a la esposa de Lot en estatua de sal por volver la vista atr¨¢s, tambi¨¦n lanzaba una advertencia a las generaciones venideras.

Lo m¨¢s importante ahora es hacer que el acuerdo firmado el 13 de septiembre funcione, que se lleven a cabo medidas de confianza rec¨ªprocas como es el levantamiento del boicoteo econ¨®mico ¨¢rabe y que se pongan en marcha proyectos econ¨®micos conjuntos, financiados por la comunidad internacional. Toda la sociedad. israel¨ª tendr¨¢ sus ojos puestos en Gaza y Jeric¨®. Si los israel¨ªes ven d¨ªa a d¨ªa que la convivencia, la paz y la seguridad son posibles con un r¨¦gimen auton¨®mico en los territorios, ser¨¢ mucho m¨¢s f¨¢cil negociar los asuntos m¨¢s complejos, nacer¨¢ una nueva din¨¢mica de di¨¢logo y paz y una nueva era en las relaciones palestino-israel¨ªes y las relacions entre Israel y los pa¨ªses ¨¢rabes.

El camino que comenz¨® en Madrid hacia la paz es irreversible, y de nosotros y del apoyo de la comunidad internacinal depende que los 75 a?os de conflicto se conviertan en 75 a?os de desarrollo econ¨®mico, de la convivencia y del di¨¢logo.?