La llamada de auxilio de Butros-Gali
El secretario general de la ONU busca ayuda para salvar las misiones de paz y la capacidad pacificadora de la organizaci¨®n
La resistencia de Estados Unidos y de otras naciones poderosas a aportar hombres y dinero para las fuerzas de pacificaci¨®n de las Naciones Unidas pone en serio peligro no s¨®lo las misiones que ya est¨¢n en marcha, desde Camboya a Hait¨ª, sino la capacidad misma de la ONU para actuar como instrumento de paz en el futuro, seg¨²n advirti¨® un alto funcionario de la organizaci¨®n. El secretario general, Butros Butros-Gali, envuelto en una disputa con Washington sobre la actuaci¨®n de las Naciones Unidas en Somalia, busca ayuda de los Gobiernos de los pa¨ªses m¨¢s influyentes para afrontar lo que puede ser el momento m¨¢s cr¨ªtico de la historia de la ONU."Existe una grave amenaza para las misiones de paz. ?De d¨®nde vamos a sacar 50.000 soldados si ma?ana hay paz en Bosnia? ?Qu¨¦ va a pasar en Somalia cuando el 31 de marzo se vayan los norteamericanos? Lo mismo ocurre con Hait¨ª. Los pa¨ªses miembros no est¨¢n ya dispuestos a enviar soldados. Las resoluciones se aprueban en el Consejo de Seguridad, pero despu¨¦s, cuando hay que poner el dinero y los hombres, nadie es capaz de hacer que se cumplan", afirma la misma fuente, que no quiso ser identificada.
"Cuando lo que se les pide a los pa¨ªses", a?ade, "es un m¨ªnimo, una mera presencia f¨ªsica, entonces no se encuentran tantas dificultades, pero cuando se les pide que no sean s¨®lo fuerzas de interposici¨®n, sino que act¨²en para hacer cumplir los mandatos del Consejo de Seguridad, entonces no est¨¢n dispuestos".
La actuaci¨®n de las Naciones Unidas en Somalia, donde el pasado d¨ªa 2 murieron al menos 15 soldados norteamericanos, ha sido duramente criticada en Estados Unidos, cuyo presidente, Bill Clinton, anunci¨® que las fuerzas con las que su pa¨ªs contribuye a la misi¨®n de la ONU en Mogadiscio se retirar¨¢n antes del 31 de marzo. Ese conflicto, junto con el env¨ªo de fuerzas a Hait¨ª y el reciente discurso de ClInton en la ONU -en el que condicion¨® la futura participaci¨®n de cascos azules de Estados Unidos- ha creado una gran incertidumbre sobre el futuro de la organizaci¨®n. "Honestamente, nadie sabe qu¨¦ va a pasar", dijo el mismo funcionario en tono de gran pesimismo.
Una labor a largo plazo
Sobre el caso de Somalia en particular, la fuente declar¨®: "Se supone que no estamos all¨ª s¨®lo para el corto plazo. Tenemos una labor que hacer a medio y largo plazo. Supongamos que el 31 de marzo la situaci¨®n no est¨¢ controlada, ?qu¨¦ vamos a hacer? Incluso aunque ma?ana lleg¨¢semos a un acuerdo con Aidid [el l¨ªder guerrillero hostil a la ONU], tendr¨ªamos que seguir en Somalia. All¨ª no hay polic¨ªa, ni Ej¨¦rcito, ni Gobierno ni Administraci¨®n, no hay nada. La reconstrucci¨®n de Somalia es un mandato de una resoluci¨®n aprobada por el Consejo de Seguridad. Si nos retiramos ahora puede ocurrir como en Angola, donde despu¨¦s de las elecciones nos fuimos, se reanudaron los combates y nadie se volvi¨® a acordar nunca de Angola. Lo mismo puede ocurrir en Somalia despu¨¦s del 31 de marzo".En relaci¨®n con las acusaciones de Estados Unidos contra los responsables de la ONU, la fuente declar¨® que "es frustrante, pero hay que aceptarlas". "Nosotros tambi¨¦n lamentamos enormemente la muerte de un soldado japon¨¦s en Camboya, pero no podemos entender que al d¨ªa siguiente los japoneses anuncien que retiraban sus tropas. Es verdad que las Naciones Unidas tienen que aprender a decir no, pero dec¨ªrselo a los pa¨ªses miembros. Son los pa¨ªses miembros los que decidieron el env¨ªo de tropas a Camboya, a Somalia o a Hait¨ª". En su discurso ante la Asamblea General, Clinton declar¨® a finales de septiembre que la ONU tiene que aprender a decir no".
El secretario general de la ONU afirma estar trabajando intensamente para "convencer a los pa¨ªses miembros de que es en su propio inter¨¦s apoyar a las Naciones Unidas". "Si los pa¨ªses miembros no quieren interpretar por s¨ª mismos el papel de polic¨ªa del mundo, tienen que ayudar a la ONU. En Estados Unidos, la opini¨®n p¨²blica no est¨¢ interesada en que su pa¨ªs act¨²e como sheriff del mundo. Lo mismo ocurre en Francia, en Alemania y en todo el mundo donde la opini¨®n p¨²blica no est¨¢ interesada en los asuntos internacionales. Es labor de los l¨ªderes pol¨ªticos explicar a sus ciudadanos la importancia de las misiones de la ONU", a?adi¨® Butros Gali en una reuni¨®n con periodistas.
Otro problema que amenaza la supervivencia de la ONU es el impago por los pa¨ªses miembros de sus contribuciones. S¨®lo 62 de los 184 han pagado su cuota de 1993. "Algunos han advertido que retirar¨¢n sus tropas de las misiones de la ONU si no se les pagan los gastos antes de final de a?o", advierte la fuente. Rusia y EE UU concentran el 58% de las deudas. Bill Clinton ha prometido que presionar¨¢ al Congreso para abonar las estadounidenses.
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