Checa: "Felipe II no era un puritano"
Concedido el Premio Nacional de Historia a su libro sobre el mecenazgo del rey
La leyenda es negra o rosa. Para los liberales del siglo XIX, Felipe III encarnaba al monstruo tir¨¢nico. Para los reaccionarios, al cristiano monarca absoluto. Pero hay una zona intermedia: el hombre m¨¢s poderoso fue tambi¨¦n el mayor mecenas, "ni puritano ni abominable", sino c¨®mplice de los cuadros er¨®ticos de Tiziano, amante de la naturaleza, dise?ador de jardines y estanques e impulsor de la arquitectura. As¨ª lo explica Fernando Checa, de 41 a?os, profesor de arte de la Universidad Complutense de Madrid, que ayer gan¨® el Premio Nacional de Historia 1993, dotado con 2,5 millones de pesetas, por su libro Felipe II, mecenas de las artes.
La conclusi¨®n de Fernando Checa es que Felipe II fue un humanista contrarreformista, t¨¦rmino contradictorio en apariencia. "Lo que pretendi¨® fue, a trav¨¦s de su mecenazgo, cristianizar la antig¨¹edad cl¨¢sica, tomar su legado profano y, sin despreciarlo, amoldarlo a los nuevos tiempos", dice. Esos tiempos son los de la segunda mitad del siglo XVI, de afirmaci¨®n de la monarqu¨ªa e impulso contrarreformista, ya con las rigideces del concilio de Trento en vigor.
Cumplir el decoro
Pero Felipe II nunca dej¨®, pese a cumplir con el decoro (lo religioso en las iglesias, lo profano en los palacios), de estar rodeado de artistas y humanistas. A Tiziano, explica el historiador, le encarg¨® pintura religiosa y, en paralelo, pinturas de la mitolog¨ªa abiertamente er¨®ticas, como la Danae o la Venus y la m¨²sica del Museo del Prado. Checa sostiene que las obras pudieron estar expuestas en un camer¨ªn privado para uso er¨®tico del rey. 'No era tan puritano; en realidad eran mucho m¨¢s puritanos los primeros Borbones, como Felipe V, que vendi¨® gran parte de esas pinturas, o Carlos III, que directamente quiso quemar las que quedaban". El libro, editado por Nerea en 1992, trata de ofrecer una visi¨®n de conjunto. "Uniendo infinidad de datos", dice Checa, "Felipe II se convierte en el principal coleccionista y mecenas de las artes europeas del siglo XVI junto con los Papas y los Medici". Y cita a los arquitectos Juan de Herrera y Juan Bautista de Toledo, autores de El Escorial; a Tiziano, que dedic¨® pr¨¢cticamente los ¨²ltimos 15 a?os de su vida a los cuadros encargados por el rey, y al escultor Pompeyo Leoni. Junto a ellos, se interes¨® por obras de arte del pasado, fue el mayor coleccionista del siglo XVI de cuadros del Bosco y consigui¨® los mejores lienzos de Van der Weyden y de Van Eyck.Respecto a sus palacios (el Alc¨¢zar de Madrid, El Pardo, Aranjuez y Valsa¨ªn, hoy perdidos) todos ten¨ªan jardines, tambi¨¦n perdidos pero de los que existe documentaci¨®n. "De ¨¦sta se desprenden dos cosas", dice Checa, "su amor por la naturaleza y la inspiraci¨®n en la jardiner¨ªa flamenca". En sus dos viajes juveniles a los Pa¨ªses Bajos le hab¨ªan impresionado las arquitecturas rodeadas de jardines y estanques.
"El lago actual de la Casa de Campo de Madrid", comenta, "es el resultado de unir en el siglo pasado los tres estanques que hab¨ªa mandado construir Felipe II en su finca de descanso". Fernando Checa cita finalmente dos ideas t¨ªpicas de la Ilustraci¨®n a las que se adelant¨® este rey: la canalizaci¨®n de los r¨ªos y los caminos arbolados. "Se canaliz¨® parte del Tajo en Aranjuez y se empez¨® a canalizar por Lisboa, pero era ut¨®pico. Incluso los caminos arbolados, que se consideran ilustrados, tienen su precedente en los que orden¨® hacer en Aranjuez.
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