Kohl invita a los Doce a aplicar "sin restricciones" el calendario y las condiciones del Tratado de Maastricht

Helmut Kohl, fortalecido por la aprobaci¨®n del tratado de la Uni¨®n Europea por el Tribunal Constitucional alem¨¢n, invit¨® ayer a los Doce a aplicar "sin restricciones el calendario y las condiciones previstas" en Maastricht. En un discurso ante el Senado franc¨¦s, el canciller alem¨¢n acept¨® que el tratado "no responde a todas las necesidades y deseos", Pero lo calific¨® de "un compromiso necesario y viable sobre la base del cual podr¨¢ trabajarse en los pr¨®ximos a?os".

La intervenci¨®n de Kohl en el Senado sigui¨® a la realizada la pasada semana por el rey Juan Carlos en la Asamblea Nacional, y confirm¨® que las dos C¨¢maras del Parlamento franc¨¦s ya est¨¢n abiertas a dignatarios extranjeros. El canciller alem¨¢n afirm¨® que m¨¢s all¨¢ de Ias dudas, las desilusiones y los malentendidos temporales", existe "una comunidad de destino" entre Francia y Alemania. "Nuestra amistad reposa sobre intereses vitales convergentes", dijo. "Es un asunto de coraz¨®n y de raz¨®n, de coexistencia humana y voluntad pol¨ªtica".Esa "comunidad de destino" entre Par¨ªs y Bonn, proclam¨® Kohl, tiene una dimensi¨®n europea. "La intensidad de nuestra cooperaci¨®n y la calidad de nuestro entendimiento contribuir¨¢n a decidir la felicidad o la desdicha de todo el continente". El canciller alem¨¢n record¨® que "los que denuncian al eje Par¨ªs-Bonn" son los que "nos exhortan a hacer m¨¢s por Europa cuando se trata de resolver las dificultades".

El canciller Kohl rechaz¨® como "peligrosa" la idea de que la alianza franco-alemana y la integraci¨®n europea fueran una mera respuesta coyuntural al conflicto Este-Oeste. "Que nadie se enga?e: los demonios del pasado no han desaparecido definitivamente de Europa. Cada generaci¨®n tiene que impedir su regreso, tiene que abolir los viejos prejuicios y superar las nuevas desconfianzas".

El Tratado de Maastricht, record¨®, entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo 1 de noviembre, tras la luz verde del Tribunal Constitucional alem¨¢n. Maastricht, dijo, "no preconiza una Europa tecnocr¨¢tica y extra?a al ciudadano. No queremos un super-Estado europeo, y por eso hemos anlado el principio de subsidiariedad en el tratado. De acuerdo con ese principio, la instancia superior puede s¨®lo intervenir en el caso en que haya sido probada la necesidad de su intervenci¨®n. No puede pretender regularlo todo hasta el m¨ªnimo detalle". Esa regla, precis¨®, "debe ser aplicada a Bruselas".

Tras recordar que el Bundesbank se ha mostrado solidario en los ¨²ltimos meses con el Banco de Francia en la defensa del franco, Kohl proclam¨®: "Pienso que es decisivo respetar sin restricciones el calendario y las condiciones previstas para la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria". Y luego declar¨® que no se conforma con que la CE se convierta en "una zona de libre intercambio", ni tan siquiera en una "uni¨®n econ¨®mica y monetaria". El canciller invit¨® a seguir trabajando por una "uni¨®n pol¨ªtica" con "una pol¨ªtica exterior y de seguridad com¨²n digna de ese nombre".

Comercio mundial

Kohl no mencion¨® la palabra "GATT", el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio que es la causa principal de las actuales diferencias entre Par¨ªs y Bonn. Abord¨® de otro modo la cuesti¨®n de la liberaci¨®n del comercio mundial al referirse al problema que representa para las econom¨ªas de los Doce la competencia de los pa¨ªses del sureste asi¨¢tico y la pr¨®xima competencia de los del Este de Europa. "Los europeos occidentales cometer¨¢n un error fatal si piensan que evitar la competencia y cerrar sus mercados puede serles provechoso", se?al¨®. "Hay que resistir a la tentaci¨®n del proteccionismo".

Fiel a la visi¨®n alemana del continente, Kohl declar¨® que considera "inaceptable" la idea de que las fronteras occidentales de Polonia y la Rep¨²blica Checa sigan siendo "a la larga" las fronteras orientales de la Uni¨®n Europea.