Junto al fantasma de Jordan
El croata Toni Kukoc trata de demostrar en los Bulis que tiene categor¨ªa para jugar en la NBA
Lejos de la guerra que asuela la antigua Yugoslavia, Toni Kukoc, el croata de 25 a?os fichado por los Bulls, afronta en Chicago, ciudad repleta de autopistas y carreteras perfectas para perderse, un enemigo inesperado: el tr¨¢fico. "Es lo que m¨¢s odio", afirma el genial jugador. Es una preocupaci¨®n menor. Cada dos d¨ªas telefonea a sus padres, residentes en Split, para poder dormir tranquilo. A no m¨¢s de 50 kil¨®metros del hogar familiar, la guerra ha dejado sentir su presencia. Kukoc, ensimismado, centrado en su trabajo para adquirir peso y adaptarse a la competici¨®n m¨¢s dura del mundo, deja ver en sus ojos algunas se?ales del drama.La vida de Kukoc en Estados Unidos ya ha sufrido alguna congesti¨®n. La retirada de Jordan, un hombre que garantizaba 32 puntos por partido, una defensa inhumana y una presencia ganadora, ha centrado sobre ¨¦l un buen n¨²mero de focos. Lo que pod¨ªa haber sido un aterrizaje tranquilo, exento de tensi¨®n, se ha convertido en una prueba de fuego.
Sus dos apariciones como titular en la pretemporada, contra los Supersonics de Seattle, se han saldado con sendas derrotas (94-114 y 101-112). En ambos encuentros ofreci¨® su capacidad para el pase y su buena visi¨®n del juego, pero su rendimiento anotador fue pobre y apenas se prodig¨® en el uno contra uno. Seg¨²n los t¨¦cnicos, Kukoc padece los mismos problemas que Drazen Petrovic en su primer a?o. Y todo ello no es m¨¢s que el principio. En Noviembre le esperan siete partidos oficiales y todav¨ªa no se ha visto ante rivales como Alonzo Mourning (Charlotte) o Pat Ewing (Knicks).
Kukoc insiste en que puede esperar, que no tiene prisa, que ya llegar¨¢ el momento de exhibir todo el baloncesto que tiene dentro. "Tal vez sea mucha presi¨®n, pero la acepto", confiesa el jugador.
Un hombre que ha perdido recientemente a un amigo en tr¨¢gicas circunstancias (Petrovic) y que sufre por la seguridad de su familia en un pa¨ªs azotado por la guerra no puede temer la cr¨ªtica period¨ªstica. "La guerra no es un juego. Si pierdes un partido puedes volverte loco o estar triste durante tres d¨ªas, pero con la guerra est¨¢s triste cada d¨ªa, cada minuto".
La muerte de Petrovic, el europeo que mejor rendimiento ha dado en la NBA, ha sido un duro golpe para Kukoc. Petrovic era su compatriota, su amigo, su defensor, su mentor. Sin ¨¦l, Kukoc est¨¢ algo m¨¢s solo. Ni siquiera Vlade Divac, el p¨ªvot serbio de los Lakers de Los ?ngeles, puede servirle como soporte. Anta?o compa?eros de selecci¨®n, en la actualidad no pueden prodigar su amistad. "?l no ha hecho nada contra mi pa¨ªs ni contra mi familia, pero podemos decir que ¨¦l apoya a los suyos y yo apoyo a los m¨ªos. No s¨¦ c¨®mo podemos seguir siendo amigos".
Kukoc se ha instalado en Chicago con su mujer, Renata, y su hijo, Marin. Phil Jackson, entrenador de los Bulls, asegura que el croata es "un gran regalo para nuestro equipo", un sue?o: "Un noche tuve un sue?o. En ¨¦l vi a Toni con la pelota en la zona, Jordan a un lado, Pippen a otro y Horace Grant entrando desde atr¨¢s". Triunfe o no triunfe Kukoc, ese sue?o ya no se har¨¢ nunca realidad.
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