Pol¨ªticos brasile?os son acusados de favoritismo en la elaboraci¨®n del presupuesto

Trece meses despu¨¦s de que el presidente de Brasil Fernando Collor de Mello fuera separado de su cargo, nuevas acusaciones de corrupci¨®n cayeron el lunes como una bomba en el Gobierno y en el Congreso. Un ex funcionario del Senado, actualmente detenido en Brasilia, entreg¨® a la polic¨ªa un informe detallado en el que acusa a dos ministros, cuatro ex miembros del Gobierno, 16 diputados y cuatro senadores de irregularidades en la distribuci¨®n de partidas del presupuesto nacional.Seg¨²n las acusaciones de Jos¨¦ Carlos Alves dos Santos, estos pol¨ªticos participaron en la venta de enmiendas al presupuesto para satisfacer a poderosas empresas interesadas en contratos con el Gobierno.

El presidente, Itamar Franco, hizo saber inmediatamente que est¨¢ dispuesto a renunciar o a acortar su mandato si los partidos pol¨ªticos estiman que adelantar las elecciones puede ayudar a capear esta nueva tempestad pol¨ªtica.

Los ministros Henrique Hargreaves, jefe de la Casa Civil, y Alexandre Costa, de Integraci¨®n Nacional, ambos acusados, pusieron su cargo a disposici¨®n del jefe de Estado, y el presidente de la C¨¢mara de Diputados, Inocencio de Oliveira, anunci¨® la formaci¨®n de una comisi¨®n investigadora. El presidente del Senado, Humberto Lucena, tambi¨¦n acusado, dijo que no abandonar¨¢ el cargo.

Por otra parte, el Tribunal Supremo autoriz¨® la suspensi¨®n del secreto bancario para las cuentas del diputado Jo¨¢o Alves, principal acusado del manejo irregular de partidas presupuestarias. Seg¨²n la prensa de R¨ªo de Janeiro, este parlamentario llam¨® el lunes a dos de sus colegas y les advirti¨®: "Si yo me hundo con esa comisi¨®n investigadora, me llevar¨¦ conmigo a muchos".

Alves dos Santos fue detenido hace dos semanas bajo acusaci¨®n de tr¨¢fico de drogas. La polic¨ªa dijo que en el avi¨®n particular del ex funcionario hab¨ªa hallado vestigios de coca¨ªna y una maleta con 1,4 millones de d¨®lares, parte de los cuales eran falsos. Las autoridades sospechan que Alves dos Santos asesin¨¦ a su esposa, que permanece desaparecida desde hace un a?o, a fin de evitar que ¨¦sta lo delatara. Abrumado por las acusaciones que pesan sobre ¨¦l e instado por su hija, decidi¨® finalmente revelar todo lo que sabe sobre la corrupci¨®n.

La crisis pol¨ªtica amenaza el proceso de reforma constitucional iniciado la semana pasada en el Congreso brasile?o. Diversos partidos de oposici¨®n propusieron suspender la reforma hasta despu¨¦s de que se hayan aclarado todas las denuncias.