La grabaci¨®n de la 'm¨²sica degenerada' que Hitler vet¨® redescubre a Berthold Goldschmidt
El compositor recuerda en Madrid su huida de Alemania durante el periodo nazi
El compositor Berthold Goldschmidt fue involucrado en su d¨ªa en la "conspiraci¨¢n judaico-negroide" esgrimida por los ara acabar con miles de m¨²sicos truncar sus carreras, expulsarlos de Alemania o asesinarlos. Goldschmidt, de 91,a?os, tuvo suerte porque el miembro de la Gestapo que le interrog¨® era aficionado a la m¨²sica y en vez de arrestarlo le aconsej¨® que abandonara Alemania. La ¨®pera El magn¨ªfico cornudo, una farsa salvaje de Goldschmidt, fue Prohibida en 1932 y calificada como "degenerada". Ahora, la obra sirve para redescubrir a este m¨²sico dentro de la serie de discos que la firma Decca ha empezado a publicar con autores prohibidos por Hitler y Goebbels.
Veintid¨®s de sus parientes murieron en Auschwitz y Belsen. Berthold Goldschmidt pudo escapar a Londres en 1935 y, salvado, asistir al espect¨¢culo demencial y sangriento contra los artistas jud¨ªos. En 1938, y como continuaci¨®n de la exposici¨®n en M¨²nich Arte degenerado, se abri¨® en D¨¹sseldorf la muestra Entartete Musik (M¨²sica degenerada). El m¨¦dico y crimin¨®logo Cesare Lombroso hab¨ªa acu?ado el t¨¦rmino degenerado en el XIX, asociado a desviaciones a la norma en el sentido de empeorar. Partituras, caricaturas, fotograf¨ªas, cr¨ªticas negativas y citas de Hitler ilustraban la exposici¨®n contra la m¨²sica atonal, el jazz y los jud¨ªos. Hab¨ªa cabinas para escuchar degenerados ejemplos nada menos que de Stravinski o Kurt Weill. Otros degenerados fueron Arnold Schoenberg, Alban Berg, Ernst Krenek, Paul Hindemith, Ernst Toch, Erich W. Korngold o Franz Waxman. Tambi¨¦n, por su raza, los cl¨¢sicos Mahler, Mendelssohn y Offenbach.Berthold Go1dschm¨ªdt dijo ayer en Madrid que cuando le preguntan sobre la Gestapo responde en un tono jovial, pero no fue esa su reacci¨®n, sino de terror, cuando le citaron un d¨ªa de 1935 a las once de la ma?ana en el edificio central de la polic¨ªa secreta nazi. Cuando se present¨® en el lugar, Go1dsclimidt salud¨® a dos oficiales: "Buenos d¨ªas, ?qu¨¦ tal est¨¢n ustedes?".. Le respondieron: "Aqu¨ª se dice '?Heil Hitler!". ?l dijo: "Soy jud¨ªo". Lo metieron en una sala donde hab¨ªa unas 20 personas, algunas de uniforme. El oficial que le interrog¨® abri¨® un amplio informe sobre sus actividades. Le acus¨® insistentemente de comunista y de jud¨ªo. Luego le pregunt¨® que cu¨¢nto cobraba por sus jud¨ªas clases de m¨²sica y el oficial descubri¨® que Goldschmidt cobraba menos de lo que ¨¦l pagaba por las clases de piano de su hija. "Me atrev¨ª a hacerle una pregunta", record¨® ayer Goldschmidt. "?Su hija toca el piano?" Y comenzamos a hablar de la m¨²sica que tocaba la ni?a, de Schumann, Brahms... Y de repente dijo: '?v¨¢yase de este pa¨ªs!', cerr¨® el informe y me dej¨® marchar".
El cartel anunciador de la exposici¨®n M¨²sica degenerada hab¨ªa utilizado de forma infame al personaje de la ¨®pera Jonny empieza a tocar, de Ernst Krenek: un negro tocando el saxof¨®n con una cruz jud¨ªa en el ojal. Esta ¨®pera se convirti¨® en obra clave de la m¨²sica degenerada, "un cantante negro que hace m¨²sica pobre con los ruidos de la calle", dec¨ªan los nazis. Y tambi¨¦n: "Deleznable creaci¨®n de un semijud¨ªo checoslovaco en el que se pretende que las personas y la patria, la decencia, la moral y la cultura sean pisoteadas".
Precisamente la vibrante Jonny empieza a tocar ha inaugurado la serie que la firma discogr¨¢fica Decca ir¨¢ publicando en los pr¨®ximos a?os con obras proscritas por Hitler, muchas de ellas pr¨¢cticamente olvidadas hasta ahora. Entre los t¨ªtulos previstos figuran arias de Korngold, La canci¨®n de Terezin, de Franz Waxman; Las llamas, de Erwin Schulhof; Die Harmonie der Welt, de Hindemith, o Die V?gel, de Walter Braunfels. El responsable de este interesante proyecto musicol¨®gico, Didier de Cottignies, dijo ayer que tambi¨¦n se grabar¨¢n canciones interpretadas por Ute Lemper, as¨ª como otras obras de Goldschmidt.
Hollywood
Muchos de los m¨²sicos que huyeron de la Alemania nazi se instalaron en Hollywood, y las pel¨ªculas americanas comenzaron a sonar con fondo europeo. Errol Flynn luchaba contra los se?ores feudales con una banda sonora de Korngold en Las aventuras de Robin Hood, y Waxman le puso m¨²sica a Rebeca y gan¨® oscars con El ocaso de los dioses y Un lugar en el sol.
El escritor Javier Alfaya record¨® ayer que la historia de la m¨²sica degenerada no suena extra?a a los o¨ªdos espa?oles, pa¨ªs que tambi¨¦n sufri¨® el fascismo y cuyos intelectuales y cient¨ªficos tuvieron que exiliarse. Precisamente en la BBC, donde trabaj¨® Goldschmidt, ¨¦ste coincidi¨® con Roberto Gerhard, compositor ilustre de la di¨¢spora cultural espa?ola.
Goldschmidt record¨® tambi¨¦n a m¨²sicos alemanes que huyendo del nazismo recalaron en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y se encontraron con el estalinismo. Del discurso del anciano compositor queda clara la fe en la democracia y su aversi¨®n al totalitarismo. "Stalin fue el hermano gemelo de Hitler", dijo. "Quiz¨¢ no mat¨® a tantos compositores, pero los fue sofocando poco a poco".
Babelia
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