Llamada a los intelectuales pasivos
Un actor termina la representaci¨®n teatral de Esperando a Godot. Se oyen los aplausos del p¨²blico. ?l abandona un peque?o teatro, monta en la bicicleta y vuelve a casa. La escena ser¨ªa una m¨¢s de la vida cotidiana de cualquier ciudad de Europa; pero no en Sarajevo. El actor pedalea mientras se oyen los sonidos de las balas como fondo."Lo que m¨¢s me impresiona de ese momento del documental es su elementalidad", dice el escritor Julio Llamazares. Y a?ade que estamos demasiado acostumbrados a im¨¢genes de guerra que no alcanzan a tener sentido ni dimensi¨®n humanas.
Como Llamazares, los cientos de personas que ayer llenaron el teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid para asistir al estreno del documental Esperando a Godot en Sarajevo, de Nicole St¨¦phane, guardaron un silencio sobrecogido mientras pasaban los t¨ªtulos de cr¨¦dito finales. St¨¦phane, que produjo la pel¨ªcula Morir en Madrid, hizo la sucesi¨®n que puede establecerse entre cualquier guerra civil: "Morir en Madrid, morir en Sarajevo".
Jos¨¦ Luis G¨®mez, actor que le puso voz a aquella producci¨®n sobre la guerra espa?ola, record¨® ayer, viendo en el documental a los actores ensayando a Beckett entre la luz de las velas, el poder del teatro para reflejar el drama humano, la interminable espera y la esperanza que muestra uno de los actores, ya fuera del escenario, de que Godot llegue.
En el documental aparece Susan Sontag, la directora de ese precario montaje de Esperando a Godot que se represent¨® en Sarajevo el pasado verano. La escritora norteamericana se muestra sorprendida de la poca gente que ha ido a esa guerra. "Vienen un d¨ªa, dan una rueda de prensa y se van", se jacta Sontag, para luego lamentarse de que se trata del concepto opuesto al de los intelectuales activos, combativos y combatientes de la guerra de Espa?a.
A la pasividad de los intelectuales tambi¨¦n se refiri¨® Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, director de EL PA?S y encargado de presentar ayer el libro que compila las cr¨®nicas de Sarajevo de Juan Goytisolo aparecidas en este peri¨®dico. Destac¨® del texto que refleja la abdicaci¨®n de intelectuales y pol¨ªticos ante el exterminio de los musulmanes bosnios, y de Goytisolo su compromiso intelectual frente a la neutralidad de algunos predicadores de la intelligentsia.
La ministra de Cultura, Carmen Alborch, que asisti¨® al acto, anunci¨® su apoyo a la declaraci¨®n de Sarajevo como Capital Cultural de Europa durante los tres primeros meses de 1994. Tanto Goytisolo como Nicole St¨¦phane son firmes defensores de esa capitalidad y hacen un llamamiento a la sociedad civil para que presione en todos los frentes.
La finalidad de esto es que el ir y venir de los artistas a esta ciudad ayude a silenciar el asedio serbio y devuelva parte de su vitalidad a la que ahora es la ciudad m¨¢s triste de Europa, y quiz¨¢ del mundo.
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