El Taugr¨¦s confirma las deficiencias de Estudiantes
Estudiantes y Taugr¨¦s se enfrentaban despu¨¦s de encajar sendas derrotas en la Liga. Un partido a cara de perro que se solvent¨® con uno de los dos equipos seriamente tocado en su l¨ªnea de flotaci¨®n. El papel de v¨ªctima fue siempre para los madrile?os, que nunca supieron c¨®mo jugarle a un equipo dirigido por un base total: Pablo Laso.Estudiantes no supo aprovecharse de que el Taugr¨¦s ya no es el equipo rocoso de hacer un par de a?os, y que a poco que se le presione a?ora el poder¨ªo f¨ªsico de Arlaukas y la clase de Sibilio. No sirvi¨® ni la fuerza ni la imaginaci¨®n de los dirigentes del juego estudiantil. Tampoco la sangre de Schlegel, su ¨²ltimo fichaje sorpresa, pudo frenar a un equipo con el cerebro muy despejado. Jug¨® sus primeros minutos con los colores de Estudiantes y caus¨® una magn¨ªfica impresi¨®n. Bueno, bonito y barato, como casi siempre en Estudiantes. Laso cuid¨® mucho la pelota desde el principio del partido, y supo dosificarla entre sus peones m¨¢s cualificados. Gracias a eso, cuando apenas faltaban cinco minutos para el descanso, el Taugr¨¦s, que ya ganaba por siete puntos, transmit¨ªa una pasmosa seguridad. Parec¨ªa un equipo maduro y ajustado, consciente tanto de sus limitaciones como de los defectos del rival.
En la segunda mitad los madrile?os apretaron en defensa y empataron el partido. Orenga y Sanders, que hac¨ªan turnos para fajarse con Animal Banister, ten¨ªan tiempo para meter sus puntitos. Y Perasovic no logr¨® ajustar la mira de su arma letal. Pero Laso, que segu¨ªa haciendo de las suyas, pasaba bien y pillaba mejor (19 puntos). Manten¨ªa con vida a su equipo en un final apasionante.
Faltaba una d¨¦cima de segundo y el marcador se?alaba 74-75. Miguel ?ngel Mart¨ªn, entrenador de Estudiantes, pidi¨® tiempo muerto para plantear un milagro. Jeff Sanders no supo ganar en ese chascar de dedos todo lo que su equipo hab¨ªa perdido en 40 minutos.
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