La sombra del internamiento
"La situaci¨®n es grav¨ªsima, pero sigue bajo control. No dejaremos que Irlanda del Norte se hunda en el caos" dijo el jefe de polic¨ªa, Hugh Annesley. "Este nuevo acto criminal no modifica en absoluto mi declaraci¨®n del viernes [junto al primer ministro irland¨¦s, Albert Reynols] ni mis propuestas de negociaci¨®n" declar¨® a su vez John Major, el primer ministro del Reino Unido. Las autoridades brit¨¢nicas intentaron mostrarse firmes y descartaron la utilizaci¨®n del internamiento, el encarcelamiento sin juicio que se utiliz¨® en los a?os setenta para frenar una espiral de violencia perfectamente comparable a la de ahora.Major fue tajante en su rechazo al internamiento. Su grupo parlamentario, sin embargo, piensa que hace falta. Una encuesta del dominical The Sunday Times entre cien diputados tories revel¨® que 75 de ellos apoyaban el internamiento, 21 se opon¨ªan y cuatro estaban indecisos. Los pol¨ªticos unionistas norirlandeses lo han exigido ardorosamente en las ¨²ltimas jornadas, mientras los cat¨®licos se oponen por considerarlo contraproducente.
La concesi¨®n de poderes excepcionales a la polic¨ªa sirvi¨®, hace dos d¨¦cadas, para reducir el n¨²mero de atentados. Pero sus beneficios fueron poco duraderos. El encarcelamiento sin juicio de numerosos inocentes y la parcialidad con que la poli-
c¨ªa utiliz¨® la extraordinaria ampliaci¨®n de sus recursos (fueron internados muchos m¨¢s cat¨®licos que protestantes) generaron un intenso rencor entre los afectados y, a medio plazo, engrosaron el n¨²mero de alistamientos en las bandas terroristas, especialmente el IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s). El internamiento, un antiguo m¨¦todo de la guerra colonial, fue reintroducido en 1971 y definitivamente suprimido en 1974.
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