Cambio de t¨¢ctica
LA ENTREVISTA con el papa Wojtyla publicada ayer por EL PA?S hac¨ªa, entre otras cosas, una apasiona, da defensa de sus principios, es decir, una apasionada cr¨ªtica de lo que para ¨¦l son los principales enemigos del ser humano: el comunismo de los pa¨ªses del Este, responsable de la imposici¨®n del ate¨ªsmo materialista, y el consumismo caracter¨ªstico de las sociedades occidentales desarrolladas, responsable de lo que denomina la "secularizaci¨®n" de la sociedad.Si las precisiones cronol¨®gicas son siempre importantes para comprender en toda su dimensi¨®n unas declaraciones como las del Papa, en este caso lo son con mayor raz¨®n a¨²n. En noviembre de 1993 el panorama pol¨ªtico internacional es radicalmente distinto del que exist¨ªa cuando accedi¨® al Vaticano, 15 a?os atr¨¢s. El muro de Berl¨ªn, met¨¢fora de la ca¨ªda del llamado socialismo real, es un recuerdo. Los pa¨ªses del Este, con la extinta Uni¨®n Sovi¨¦tica a la cabeza, se encaminan acelerada y, en ocasiones, traum¨¢ticamente -el auge de los nacionalismos violentos- hacia la econom¨ªa de mercado. Es decir, de los dos enemigos se?alados por el Papa, el comunismo, pr¨¢cticamente, ha desaparecido, al menos en el continente europeo.
Naturalmente, tal desaparici¨®n conlleva un cambio de t¨¢ctica t¨¦rmino justificado cuando -como en esta ocasi¨®n- las declaraciones pontificias se inscriben en ¨¢mbitos pol¨ªticos: perdido el miedo al ate¨ªsmo derivado del comunismo, las cr¨ªticas se dirigen, b¨¢sicamente, al capitalismo y a su secuela el consumismo. Eso explicar¨ªa, en parte, la constancia en las referencias cr¨ªticas al sistema de libre mercado a la vez que permite despedir al gran perdedor, el comunismo, con moderados elogios ("No hay que desconocer las cosas buenas del comunismo: la lucha contra el desempleo y la preocupaci¨®n por los pobres"). Naturalmente, si el papa Wojtyla hubiera hecho esa afirmaci¨®n hace 15 a?os, es probable que su evoluci¨®n, y la de las Iglesias de los pa¨ªses socialistas, hubieran sido muy distintas.
No se puede olvidar tampoco que el Papa es polaco y que la entrevista se concede despu¨¦s de las ¨²ltimas elecciones en Polonia, en donde los ex comunistas han vuelto a recuperar el poder. Su decidida apuesta por la opci¨®n cat¨®lica y por el presidente Walesa puede buscar en estas declaraciones una aproximaci¨®n a la nueva realidad pol¨ªtica de Polonia.
En resumen, el Papa parece claramente decidido a potenciar en sus mensajes determinados aspectos de defensa de la justicia social, en un momento hist¨®rico en el que los nacionalismos violentos y los integrismos isl¨¢micos podr¨ªan dificultar notablemente la expansi¨®n del cristianismo en aquellos pa¨ªses y capas sociales en los que el simple enunciado del consumismo ser¨ªa un atentado a la raz¨®n.
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