El Congreso de Estados Unidos aprueba el TLC
Clinton lidera la apertura comercial mundial tras superar la divisi¨®n de su partido y ganar por 34 votos
ANTONIO CA?OFue una noche feliz en la Casa Blanca. El presidente norteamericano, Bill Clinton, se acost¨® el mi¨¦rcoles con la satisfacci¨®n de una victoria mucho mayor de lo esperada, en su batalla por la ratificaci¨®n del Tratado de Libre Comercio (TLC) con M¨¦xico y Canad¨¢. La C¨¢mara de Representantes aprob¨® por 234 votos a favor frente a 200 en contra el tratado. Sobre este ¨¦xito, el presidente Clinton piensa basar sus intenciones de recuperar la econom¨ªa de Estados Unidos y dirigir el proceso de apertura de mercados internacionales, al mismo tiempo que refuerza su liderazgo personal, dentro y fuera de su pa¨ªs.
"Despu¨¦s de haber dado este valiente paso para abrir el comercio dentro de nuestro hemisferio, tenemos la moral econ¨®mica y pol¨ªtica que se requiere para hacer lo mismo en el mundo", dijo ayer un exultante Clinton cuando se dispon¨ªa a salir de Washington en ruta hacia la cumbre de Seattle que se celebra r¨¢ con los pa¨ªses de la cuenca del Pac¨ªfico hoy y ma?ana.
Clinton afirm¨® que esa reni¨®n ser¨¢ la primera oportunidad de comprobar las perspectivas de libre comercio en otras zonas estrat¨¦gicas del mundo. "Salgo para participar por primera vez en el foro de la Cooperaci¨®n Econ¨®mica Asia-Pac¨ªfico", a?adi¨® el presidente Clinton. "Con gran fortaleza para luchar por la apertura de mercados en todo el mundo".
Otro foro fundamental en el que puede tener repercusi¨®n esta euforia de libre mercado de EE UU es el de la Ronda Uruguay. El jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Thomas McLarty, dijo que la votaci¨®n sobre el TLC, que espanta los fantasmas del proteccionismo norteamericano, "debe servir para conseguir la firma del GATT" antes del plazo de 15 de diciembre pr¨®ximo. El secretario de Estado, Warren Christopher, manifest¨® tambi¨¦n que "este resultado env¨ªa un mensaje al GATT de que nosotros estanios listos para la apertura de niercados".
Opci¨®n de futuro
"Hemos optado por el futuro", dijo el presidente tras conocer la votaci¨®n. "El vencedor ha sido nuestro pueblo, que ha demostrado que estamos preparados para competir y ganar, y para organizar el mundo econ¨®mico del siglo XXI".
La C¨¢mara de Representantes respald¨® en la noche del mi¨¦rcoles (4.30 horas de la madrugada de ayer, hora peninsular espa?ola) la creaci¨®n de la mayor zona de libre comercio del mundo por 234 votos a favor y 200 en contra, lo que supone una victoria de la Casa Blanca por 16 votos m¨¢s de los necesitados. El ¨¦xito se fragu¨® en una intensa campa?a personal del presidente en defensa del TLC y una peculiar coalici¨®n formada por los dem¨®cratas moderados y una amplia mayor¨ªa de la oposici¨®n republicana.
El resultado de la votaci¨®n, que se anunciaba contrario al presidente hasta 48 horas antes de la sesi¨®n de la C¨¢mara Baja del Parlamento, se modific¨® en el ¨²ltimo momento en favor de lo que la Casa Blanca considera un avance hist¨®rico para las relaciones comerciales en este hemisferio. S¨®lo la pertinaz posici¨®n de Clinton, que fue abandonado por el grueso de su partido, incluido el l¨ªder del grupo dem¨®crata, Richardt Gephardt, pudo salvar el Tratado que hab¨ªa sido negociado por George Bush, pero que, a la vista del resultado es posible que el ex presidente nunca hubiera sido capaz de sacar adelante.
Los detractores del TLC insistieron hasta el ¨²ltimo momento en que este acuerdo es beneficioso para los empresarios pero perjudicial para los trabajadores, tanto mexicanos como norteamericanos, que se ver¨¢n obligados a trabajar a mas bajos costos por la amenaza de los empresarios de mover su negocio al norte o al sur de la frontera.
El TLC permitir¨¢ el levantamiento casi total de las barreras comerciales entre EE UU, M¨¦xico y Canad¨¢ en un plazo m¨¢ximo de 15 a?os. El Tratado pas¨® ayer mismo a debate en el Senado norteamericano, donde la Casa Blanca parece contar desde ahora con el respaldo suficiente para que sea ratificado sin grandes problemas.
Una vez que se produzca esa ¨²ltima votaci¨®n, el vicepresidente Al Gore, que ha desarrollado un papel importante en la campa?a de las ¨²ltimas semanas, viajar¨¢ a M¨¦xico para entrevistarse con el presidente de ese pa¨ªs, Carlos Salinas, con objeto de preparar las primeras medidas a tomar cuando el TLC entre en vigor, el 1 de enero del a?o pr¨®ximo.
La actuaci¨®n de Al Gore en el cara a cara televisivo sostenido la pasada semana con el multimillonario texano Ross Perot fue crucial para desacreditar al personaje que, hasta ese momento, llevaba la voz cantante de la oposici¨®n al Tratado.
Brecha en el partido
El triunfo de Clinton en la C¨¢mara de Representantes, no evita el reconocimiento de que este debate ha abierto una brecha en el Partido Dem¨®crata que el presidente tiene ahora que tratar de cerrar. De los 258 miembros del partido gubernamental en la C¨¢mara Baja, 156 votaron en contra del presidente. La victoria fue posible ¨²nicamente porque 130 de los 175 representantes republicanos se pronunciaron en favor del TLC.
M¨¢s grave a¨²n es el enfrentamiento entre la Casa Blanca y los sindicatos. Dirigentes de la AFL-CIO advirtieron ayer expl¨ªcitamente que no olvidar¨¢n los nombres de los diputados que votaron a favor del Tratado con M¨¦xico y Canad¨¢, a los que amenazan con boicotear en pr¨®ximas elecciones parlamentarias. Los jefes de los principales sectores sindicales, que fueron importantes en la elecci¨®n de Bill Clinton como presidente, le acusaron ahora de haber desatado en v¨ªsperas de la votaci¨®n una campa?a de compra de votos que influy¨® decisivamente en la intenci¨®n de los congresistas.
El Tratado de Libre Comercio crea la mayor ¨¢rea de libre comercio del mundo. El tratado supone la libre circulaci¨®n de la mayor¨ªa de bienes, servicios, inversiones y divisas entre los tres pa¨ªses.
Una habitaci¨®n orientada al oeste
La votaci¨®n se desarroll¨® en el sal¨®n de plenos de la C¨¢mara de Representantes, pero la negociaci¨®n se llev¨® fuera de ese lugar, en pasillos m¨¢s escondidos del Capitolio, en una habitaci¨®n discretamente situada en el ala oeste de la Casa Blanca o por medio del tel¨¦fono del Despacho Oval.Los partidarios del Tratado de Libre Comercio (TLC) con M¨¦xico y Canad¨¢, poderosos ejecutivos de la C¨¢mara de Comercio e influyentes asesores econ¨®micos, estaban instalados en el primer piso del edificio del Congreso, con televisores, elegante decoraci¨®n y tel¨¦fonos celulares.
En el s¨®tano del Capitolio, cerca de la entrada al Metro y lejos de la sala de votaci¨®n, estaban los enemigos del Tratado de Libre Comercio, en su mayor¨ªa funcionarios sindicales vestidos con cazadoras y cubiertos con pegatinas de su campa?a.
En la War Room de la Casa Blanca trabajaron los tres principales responsables del lobby presidencial: Howard Paster, responsable de las relaciones entre Bill Clinton y el Parlamento; Rahm Emanuel, estrecho asesor del presidente desde la etapa de la campa?a electoral y William Daley, consejero especial de Clinton para el tema del Tratado.
En el Despacho Oval permaneci¨® todo el d¨ªa el presidente, comunic¨¢ndose telef¨®nicamente con los congresistas que a¨²n estaban indecisos.
De esos cuatro escenarios surgieron las ofertas, las amenazas o los compromisos que decidieron finalmente el voto en la C¨¢mara de Representantes.
Los enemigos del Tratado con M¨¦xico y Canad¨¢ ofrec¨ªan apoyo pol¨ªtico y econ¨®mico para las campa?as electorales de los diputados que decidieran votar en contra de la propuesta.
El lobby presidencial promet¨ªa, por su parte, aprobar medidas contra los tomates producidos en M¨¦xico, condiciones para el uso de pesticidas en el Estado de Florida o cualquier otro precio de similar factura marcado previamente por los congresistas a cambio de su voto y de su apoyo.
El trabajo personal del presidente Bill Clinton fue muy intenso y a todas luces productivo.
El presidente de la C¨¢mara de Representantes, Thomas Foley, coment¨® que en su dilatada carrera parlamentaria, -lleva 30 a?os en el Congreso estadounidense-, nunca hab¨ªa visto a un presidente trabajar tan duro como Clinton en defensa de una propuesta legislativa.
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