El palacio chaquetero

El Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid ha tenido una semana movidita con los conciertos de Whitney Houston y UB40. Pero la capacidad de transformaci¨®n del recinto de la calle de Felipe II le permite cambiar su aspecto interior en un abrir y cerrar de ojos. Ma?ana, domingo, el escenario desaparecer¨¢ , las gradas de los fondos se adelantar¨¢n unos metros, las canastas descender¨¢n del techo y los banquillos abandonar¨¢n el cuarto del material. Espera al derby madrile?o, que una vez m¨¢s se disputa en una cancha que no repara en colores. Unas veces es del Estudiantes y otras del Madrid.

Y ocurre lo de siempre: que aunque parezca un partido m¨¢s, no es as¨ª. El Oso Pinone recibir¨¢ el homenaje de su p¨²blico, y la Demencia (la pe?a de animadores del Estudiantes) estar¨¢ en su ambiente preferido, cantando y cantando sin preocuparse de los violentos ultrasur, que gracias al f¨²tbol (el Real Madrid-Celta es a la misma hora) estar¨¢n en el Santiago Bernab¨¦u. Para Javier Mart¨ªn, gerente del Palacio de los Deportes, no hay que darle demasiada trascendencia a esa coincidencia: "Ha sido una decisi¨®n tomada por el Estudiantes y por TVE. Estoy seguro de que no lo han hecho para evitar que engan los ultrasur"

Claro que ni siquiera los socios del cuadro del instituto Ramiro de Maeztu se creen esa explicaci¨®n. Fernando, de 27 a?os, miembro de la Demencia de toda la vida, no se lo traga, y asegura: "Lo han hecho para que no vengan, descarado. Y adem¨¢s me parece muy bien. El partido lo organiza el Estudiantes y es l¨®gico que eviten que esos nazis salvajes aparezcan por all¨ª".

Precios

Como sea, no habr¨¢ demasiados aficionados madridistas en alguna de las 11.073 localidades del Palacio. Tampoco el precio de las entradas ayuda a ello. Estudiantes sabe que sus muchos abonados nunca fallan. Y eso es suficiente. Entre ellos est¨¢n, por supuesto, los miles de alumnos y ex alumnos del Ramiro de Maeztu que guardan con celo su carn¨¦ de socio, conseguido a cambio de 17.000 pesetas.La Demencia, como de costumbre, ocupar¨¢ una zona acotada de la tribuna baja. Esa entrada le cuesta al resto del p¨²blico, a los que no son abonados, 2.800 pesetas. Esos asientos son de una madera tremendamente resistente, y despu¨¦s de cada partido s¨®lo hay que cambiar tres o cuatro butacas de entre las miles pisoteadas.

La entrada m¨¢s barata para el derby es la de los fondos de pista. Cuesta 2.000 pesetas. Lo curioso es que en los partidos organizados por el Real Madrid ocurre lo contrario: que esas localidades son tanto o m¨¢s caras que las dem¨¢s. En el fondo de la zona de Goya estar¨¢n los miembros de la pe?a madridista El Ojo del Tigre.

La tribuna superior, la m¨¢s alejada de la pista, cuesta 2.400 pesetas, y la m¨¢s cercana, que es la m¨¢s cara, 3.000.

Pero el derby de ma?ana tiene un protagonista estelar: John Pinone. El Oso recibir¨¢ el homenaje del club y de la afici¨®n, de sus compa?eros y de sus rivales. Los jugadores de ambos equipos le har¨¢n un pasillo de bienvenida y el presidente del Estudiantes le impondr¨¢ la insignia de oro y brillantes tras nueve a?os de canastas y zarpazos. No obstante, la Demencia tiene una original opini¨®n sobre este asunto: "Pinone se lo merece todo, excepto que su homenaje sea contra el Real Madrid, no es justo", comenta Fernando. Los dementes aseguran que el blanco da?a la vista.