"Nos pinch¨¢bamos nosotros mismos"
El ex ciclista Jos¨¦ Manuel Fuente confiesa que toda su generaci¨®n us¨® estimulantes
Formaron la generaci¨®n maldita a principios de los a?os setenta. Alguno ha pasa do a la gran historia del ciclismo por sus haza?as, como Jos¨¦ Manuel Fuente, de 48 a?os, El Tarangu, uno de los escaladores m¨ªticos, pero todos vivieron como profesionales de la bicicleta en los a?os en que correr sin estimulantes era dar demasiada ventaja. "Nosotros llev¨¢bamos nuestro malet¨ªn", confiesa Fuente. "siempre ten¨ªas un compa?ero que te dec¨ªa: 'con esto andas m¨¢s, vas a ir m¨¢s alegre'. Y como todos lo hac¨ªan, t¨² tamib¨¦n. Luego eran mentiras, a lo mejor no te hac¨ªa mucho, porque no estabas preparado, pero hab¨ªa que tomarlo. O pincharnos. Nos pinch¨¢bamos nosotros mismos. Alg¨²n director tambi¨¦n lo hizo, pero normalmente lo hac¨ªa cada uno".
Todos tomaron. Fue especialmente entre los a?os 1973 y 1976, aunque la historia del dopaje- en el deporte de las dos ruedas era ya vieja. "El que diga lo contrario, miente", admite Fuente, que se destac¨® desde los comienzos de su carrera por su sinceridad. Ahora acaba de tener un contencioso con Juan Fern¨¢ndez, el director del Clas, tras la fusi¨®n del equipo asturiano con la casa italiana Mapei. Ha criticado la mala gesti¨®n y direcci¨®n del equipo que dirigi¨® en sus comienzos, y Fern¨¢ndez le ha contestado llam¨¢ndole "resentido", y poniendo el asunto en manos de sus abogados. El Tarangu no cambiar¨¢ nunca.Gan¨® dos Vueltas a Espa?a, fue una vez segundo en el Giro, en el que logr¨® cuatro premios de la monta?a, y acab¨® tercero en un Tour, entre otras gestas.
El ciclismo ha cambiado y los controles t¨¢cticos, m¨¦dicos y antidopaje son mucho m¨¢s estrictos. Curiosamente, el mayor peligro ha pasado del campo profesional al de juveniles, aficionados y carreras de ciclodeporte, donde han tenido que implantarse ya los controles.
El valiente testimonio de Fuente, que tiene una tienda de bicicletas y vive holgadamente en Oviedo, es elocuente como ejemplo y advertencia. Dice que est¨¢ bien de salud y que no conoce a ning¨²n compa?ero con problemas actualmente. ?l s¨®lo los que tuvo entonces. "A m¨ª me afect¨® el ri?¨®n, pero nunca estuve enfermo. S¨®lo fue una p¨¢jara, como tuve 3.000 en mi vida. Ni siquiera pas¨¦ una hepatitis media temporada como Galdos o Linares. Yo no llegu¨¦ a esos extrernos", dice. Las secuelas de los estimulantes, sin embargo, nunca se sabe cu¨¢ndo y c¨®mo pueden pasar factura. ?Cu¨¢ntos kil¨®metros hicieron por encima de sus fuerzas y de su entrenamiento todos aquellos hombres?
Entonces ya hab¨ªa controles antidopaje, pero no en todas las carreras. Fuente sigue relatando las peripecias y c¨®mo intentaban evitar ser cazados: "Si no has dado positivo no has sido ciclista, dec¨ªamos entre nosotros. Al que pillaban era que iba cargado. 'Esto dicen que no da', comentaba alguno, y as¨ª ¨ªbamos buscando otras cosas para tomar. Si trabajabas para los compa?eros y no luchabas por una buena clasificaci¨®n, tomabas y te arriesgabas esperando que no te tocara pasar el control por sorteo".
Anfetaminas
Cuenta el Tarangu que empez¨® a tomar estimulantes a comienzos de la temporada del a?o 1975, en las carreras por la Costa Azul francesa. "Corno no exist¨ªa control, muchos los tomaban para destacar y ello obligaba a que los dem¨¢s hicieran lo mismo. Tambi¨¦n pasaba en Espa?a en otras Vueltas como la de Arag¨®n, Asturias o los Valles Mineros. Siempre con anfetaminas [sulfatina, tenedr¨®n, pervit¨ªn o centramina], en pastillas o inyectables. En realidad, era lo mismo que tomaban o toman los camioneros o los estudiantes. Lo que pasa es que los ciclistas hemos sido los que m¨¢s hemos pagado el pato. Antes, por 30 pelas te comprabas un tubo de anfetaminas sin ning¨²n problema".Fuente siempre ha sostenido que la rara enfermedad que le acab¨® apartando del ciclismo no fue provocada por ning¨²n virus, sino por las anfetaminas, que le afectaron al ri?¨®n. El ya lo ten¨ªa resentido desde bien peque?o, pues a los nueve a?os sufri¨® una escarlatina con complicaciones renales que le lleg¨® a tener 11 d¨ªas ciego.
"Una vez que dej¨¦ de tomar las anfetaminas me fui recuperando hasta normalizarme totalmente. Siempre estuve bien. Fue un rollo pol¨ªtico. Anda que no hice burradas, y me fueron a decir a los 29 a?os que no pod¨ªa hacer esfuerzos. Yo hice unas declaraciones en Italia y record¨¦ otras espinas que ten¨ªa clavadas de antes. Claro, a¨²n viv¨ªa Franco y yo no he tenido nunca nada contra ¨¦l ni contra su r¨¦gimen, pero entonces te pasaban factura. Me imagino que dir¨ªan: '?ste se est¨¢ saliendo de la norma...' Pero el doctor Modesti, el m¨¦dico italiano que me trat¨®, era el m¨¢s enterado que hab¨ªa entonces en ciclismo y dijo que estaba bien. En cambio, aqu¨ª en Espa?a, fue sintom¨¢tico que nadie firmara los informes por los que se me neg¨® la licencia. Entonces s¨®lo te quedaba el pataleo. Hoy ser¨ªa distinto", dice. Todo parece indicar que con el supuesto virus de Fuente se trat¨® de tapar oficialmente lo que hubiese sido un gran esc¨¢ndalo: el uso generalizado de anfetaminas en el ciclismo de aquellos a?os.
Jeringuilla compartida
Jes¨²s Gonz¨¢lez Linares, de 47 anos, compa?ero suyo en el Kas y ahora director deportivo en el paro, explica as¨ª la hepatitis que sufri¨®: "Fue porque nos pinch¨¢bamos con la misma jeringuilla. Entonces eran de cristal, no desechables como ahora. Por eso nos dio a cinco o seis. Pero no tengo ning¨²n tipo de secuelas. Los an¨¢lisis est¨¢n mejor que cuando corr¨ªa. Hago 20 kil¨®metros a pie, y como si nada".A Linares le cuesta admitir que tomaba estimulantes: "En todos los deportes, en cuanto eres profesional, tienes que tomar una medicaci¨®n para poder soportar el esfuerzo. Todos nos ayudamos con ello". Pero tambi¨¦n dice: "S¨ª, es cierto, tomas las cuatro cosas que van transmiti¨¦ndose por el boca a boca y las que se tomaban hace 70 a?os. Por desgracia, no hab¨ªa el control de los m¨¦dicos que hay hoy. Claro que tom¨¦. Como todo ser humano. Pero no podemos confundir dopaje con estimulantes. Yo, como director, con dos caf¨¦s he estado como una moto 18 horas al volante". Y se niega a dar detalles: "No, no te voy a contar lo que he hecho en mi vida privada. A lo mejor, alg¨²n d¨ªa, si me pagan mucho dinero como a alguna de esas estrellas, lo hago".
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