El teatro Mart¨ªn
En EL PA?S del 8 de noviembre de 1993 se publica una informaci¨®n y, sobre todo, una foto que nos ha producido bastante impacto. Los que suscriben este art¨ªculo est¨¢n redactando el planeamiento del barrio del teatro Mart¨ªn por encargo de la Oficina Municipal del Plan. El plan de urbanismo incluye un cat¨¢logo que nos llev¨® hace unos cinco meses a hacer unas fichas del edificio con sus correspondientes fotograf¨ªas. ?stas, desde luego, no mostraban el deterioro que se aprecia en la publicada. Incluso, considerando que ha llovido mucho en Madrid en estos cinco meses, no sab¨ªamos que la lluvia podr¨ªa ser tan destructiva.El teatro Mart¨ªn, por su ubicaci¨®n, calle de Santa Br¨ªgida con vuelta a la calle de Santa ?gueda, y por su g¨¦nero, nace como hermano menor del Gran Teatro. El edificio es levantado en el a?o 1870 como caf¨¦ teatro en un solar de proporciones rectangulares, propiedad de don Casimiro Mart¨ªn, de quien adopta la denominaci¨®n actual. El autor es el gran arquitecto Manuel Felipe Quintana, que proyecta un caf¨¦ teatro en consonancia con la escala urbana. Posteriormente, en el a?o 1919, el teatro es reformado, probablemente debido a un gran auge del g¨¦nero y a un buen momento cultural. En el mismo a?o, como referencia, se reforma el teatro Mar¨ªa Guerrero y se levantan otros. La obra de reforma del teatro Mart¨ªn es dirigida por y seg¨²n los planes del conocido arquitecto Teodoro Anasagasti, especializado en el proyecto de teatros, autor, entre otros, del teatro Monumental. Los planos de Teodoro Anasagasti constituyen la base del edificio actual. Transforma el edificio dot¨¢ndole de una unidad funcional y compositiva, y el edificio se convierte en teatro. El sistema constructivo, compuesto por s¨®lidos muros perimetrales de carga de unos ochenta cent¨ªmetros de espesor en planta baja, se aligera al m¨¢ximo en la sala mediante la utilizaci¨®n de columnas de funci¨®n.
La soluci¨®n del escenario, de grandes proporciones y altura, adquiere unas dimensiones equilibradas y acordes con la sala. El resultado es una bella soluci¨®n longitudinal del edificio. Las fachadas, tratadas con car¨¢cter unitario de trazos simplificados y racionalistas, presentan adem¨¢s sutiles detalles modernistas. Al mismo tiempo que queda resuelto el sistema de acceso, el edificio se abre a un vest¨ªbulo del que parte el bloque de la escalera. La cubierta del edificio se realiza con materiales y sistemas afines a otros de la ¨¦poca: estructura de madera y acabado con teja cer¨¢mica.
El edificio presenta valores intr¨ªnsecos en lo relativo a sus sistemas constructivo y estructural, como puede apreciarse en aquellas ¨¢reas que dejan al descubierto la constituci¨®n de la f¨¢brica. Elementos constructivos que garantizan la solidez de la envolvente del edificio. El resultado y proceso de deterioro que se aprecian en el edificio es por consecuencia de la falta de adopci¨®n de medidas encaminadas a su conservaci¨®n y mantenimiento. Mediante estas medidas entendemos que el edificio es apto para continuar con la actividad que le dio origen.
A partir del art¨ªculo del peri¨®dico hemos vuelto a revisar el edificio y hemos descubierto que sustancialmente est¨¢ como estaba hace cinco meses. Unicamente aparece un hundimiento con la cubierta que coincide casualmente con la ventana abierta de la fachada, haci¨¦ndose visible desde la calle. Si adem¨¢s aparece el revoco levantado y ca¨ªdas algunas letras del r¨®tulo teatro Mart¨ªn, se puede tener la falsa impresi¨®n de que este s¨®lido edificio se encuentra en un estado lamentable.
Aprovechamos la ocasi¨®n para mencionar una serie de edificios en la zona de calidades incluso superiores y en un estado que no debemos dejar al devenir de los tiempos. Entre otros, destacamos el teatro Lara, las Escuelas P¨ªas de San Ant¨®n, el palacio del conde de Villagonzalo y el palacio de Valdeolmos (sito en la calle de San Mateo, 25).
En el avance del plan hemos considerado que el barrio del teatro Mart¨ªn tiene vocaci¨®n teatral. En ¨¦l se encuentran el teatro Infanta Isabel, Marquina, Mar¨ªa Guerrero, Benavente, Alfil y los cines Barcel¨¦, magn¨ªfico ejemplo de arquitectura racionalista del arquitecto Guti¨¦rrez Soto, y el cine Infantas, convertido recientemente en supermercado. Adem¨¢s hay en la calle de San Mateo un centro privado de artes esc¨¦nicas y una librer¨ªa especialiada en publicaciones relacionadas con el mundo del teatro. En el siglo XIX exist¨ªan otros teatros, as¨ª como el famoso circo Price. Por tanto, proponemos potenciar esta actividad conservando lo que existe, e incluso creando un nuevo circo y un centro de artes circenses. Tambi¨¦n pretendemos apoyar a la artesan¨ªa y a las artes que acompa?an a la actividad teatral.
Por otro lado, rendimos homenaje a la figura de Teodoro Anasagasti, autor del teatro Fontalba, hoy desaparecido, esperando que el teatro Mart¨ªn corra mejor suerte.
son arquitectos.
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