Faemino y Cansado reparten sus pasiones secretas entre el dibujo y las miniaturas

Faemino y Cansado, dos gansos geniales que se forjaron a la orilla del estanque del Retiro, volvieron a abarrotar anoche la sala Gal¨ªleo. Lo hacen con regularidad dos jueves cada mes. Tan espor¨¢dicas actuaciones les permiten dedicarse a sus pasiones secretas: Faemino es un estupendo dibujante de improvisaciones (murales, vi?etas, carteles), y Cansado, un paciente pintor de soldaditos de plomo que importa regularmente de Londres. Ya tiene 2.000. La pareja despidi¨® esta semana su programa de televisi¨®n El orgullo del Tercer Mundo, y ya los cr¨ªticos lamentan su ausencia.

No obstante, Faemino y Cansado consideran casi segura su vuelta a la peque?a pantalla. Mientras, continuar¨¢n present¨¢ndose en directo peri¨®dicamente. El pr¨®ximo mes, dos jueves en la sala Galileo y el d¨ªa 6 en un teatro de Torrej¨®n. Es en estas actuaciones donde su humor arrebata.Con ellos ocurre lo que con un gran amor: cualquier cosa que hagan o digan hace gracia. Adem¨¢s, dif¨ªcilmente se pueden mosquear los parodiados, porque Faemino y Cansado hacen un humor blanco, capaz de complacer por igual a Dios y al diablo.

Pueden convertir la gu¨ªa telef¨®nica en un delirio, y las p¨¢ginas amarillas, en un vodevil, y provocar micciones irrefrenables contando chistes archisabidos. Pueden demostrar la circulatura del cu¨¢drulo sin maltratar a la l¨®gica, simplemente haciendo cosquillas a un silogismo. Han creado m¨¢s de una veintena de personajes a cual m¨¢s incre¨ªble.

Si en el escenario practican la dicotom¨ªa tradicional de los payasos (bueno-malo, listotonto), en su vida privada son absolutamente dispares. Carlos Faemino es muy suyo y jam¨¢s accede a charlar oficialmente con periodistas. Hay que entrevistarle a traici¨®n e informarse de sus movimientos por medio de esp¨ªas o infiltrados.

La pasi¨®n m¨¢s inveterada de Faemino es el dibujo. Pero s¨®lo pinta a impulsos del arrebato. Un d¨ªa le da el rapto y hace un mural en alguna pared de su casa. Otro d¨ªa, sin previo aviso, dise?a el anagrama para la empresa de alg¨²n amigo o hace el cartel anunciador de alg¨²n acontecimiento. Guarda toda una colecci¨®n de vi?etas y tiras c¨®micas que ha ido dibujando durante a?os. Pero sus allegados saben que si se lo encargas o simplemente se lo sugieres, no hay nada que hacer.

Cansado -que en realidad se llama Javier Pozuelo- es pac¨ªfico y pacifista, pero su casa est¨¢ invadida por los ej¨¦rcitos. Dedica muchas horas a pintar soldaditos de plomo que compra en Londres. Alberga en sus vitrinas a m¨¢s de 2.000 guerreros de 15 mil¨ªmetros de altura con sus correspondientes carros, tiendas de campa?a, elefantes, caballos, bosques, fortalezas. Actualmente est¨¢ enfangado en las guerras n¨²midas. Esos romanos, una vez vestidos rigurosamente de ¨¦poca, velar¨¢n sus armas junto a batallones de h¨²sares, macedonios, coraceros franceses, guerreros austro-h¨²ngaros y combatientes de la Guerra de los Siete A?os junto a Federico de Prusia.

Feria de Londres

Estas distracciones b¨¦licas son m¨¢s que una afici¨®n: "Comenc¨¦ a pintar soldaditos hace cinco a?os como forma de relajaci¨®n. Ahora ya es una pasi¨®n desmesurada. No s¨®lo pinto ej¨¦rcitos, sino que tambi¨¦n participo en juegos de simulaci¨®n cuyo desarrollo a veces dura varios meses. Encargo las piezas a Inglaterra, y una vez al a?o viajo a Londres a la gran feria del sector. Eso s¨ª, s¨®lo me interesan los soldados de Napole¨®n para atr¨¢s; los actuales no me apetecen". Recientemente exhibi¨® sus piezas en una feria de miniaturistas en el Centro Cultural Galileo.

Faemino y Cansado, estos dos se?ores tan formales y tan diferentes, consiguen aunar sus diversas peculiaridades en un escenario para crear un humor fresco al alcance de todos los p¨²blicos, incluso cuando relatan las procaces haza?as de un cocodrilo pornogr¨¢fico, o cuando remedan a Txiki Benegas, a Jovellanos, a un flan chino o a un zumo de lim¨®n en la sala Galileo. De todo lo cual se colige que la Tierra se mueve.

Faemino y Cansado. Pr¨®ximas actuaciones: el 6 de diciembre, en el teatro Rodero de Torrej¨®n (Londres, 3), y el 9 y el 16, en la sala Galileo.