Copias de las cintas intervenidas a la red de escuchas ilegales circulan pese a la investigaci¨®n judicial
BLANCA CIA Las cintas que obran en poder del magistrado Eduardo Navarro, que investiga la red de escuchas ilegales descubierta en Barcelona, no son las ¨²nicas. Hay, al menos, dos copias de las conversaciones -m¨¢s de 100 horas de grabaci¨®n, seg¨²n fuentes judiciales- intervenidas por la polic¨ªa. Adem¨¢s, se da por seguro que puede haber m¨¢s grabaciones captadas por los supuestos miembros de esta red que no fueron localizadas en la desarticulaci¨®n de la trama.
En prisi¨®n provisional por este caso permanecen los supuestos cerebros de la red: el ex coronel del Cesid Fernando Rodr¨ªguez Gonz¨¢lez y Miguel Ruiz, El Lobo. Los dos est¨¢n inculpados de un supuesto delito de escuchas ilegales. Los citados, adem¨¢s, del editorpresidente de La Vanguardia, Javier God¨®, y su secretaria, Gemma Guill¨¦n, tambi¨¦n inculpados en el caso, volvieron a declarar el pasado lunes ante el juez.
Fuentes judiciales no descartaban que otros dos de los miembros de la red que est¨¢n en prisi¨®n, Manuel Mar¨ªa S¨¢nchez y Jos¨¦ Manuel Trujillo, sean llamados a declarar de nuevo.
Los investigadores no descartan que otros integrantes de la trama desarticulada intenten obtener alg¨²n tipo de beneficio con la mercanc¨ªa. Tambi¨¦n consideran probable que copias de algunas cintas hayan pasado ya a manos de otras personas, en principio ajenas a la organizaci¨®n de El Lobo.
Fuentes de la investigaci¨®n precisaron que las personas que ahora est¨¢n intentando comerciar con el contenido de las grabaciones tambi¨¦n podr¨ªan incurrir en delito, puesto que son conversaciones captadas ilegalmente.
La existencia de m¨¢s grabaciones, adem¨¢s de las que obran en poder del juzgado, est¨¢ siendo comentada estos d¨ªas en medios pol¨ªticos, empresariales y financieros catalanes, sectores que, seg¨²n la investigaci¨®n, constituyen los blancos de los pinchazos.
Fuentes conocedoras de la duplicidad de grabaciones destacaron que la persona que pueda sentirse extorsionada (o a quien reclamen directamente alg¨²n pago a cambio de una grabaci¨®n), tendr¨ªa derecho a defender su derecho a la intimidad en los tribunales. Las mismas fuentes puntualizaron que en el caso de que las cintas se ofrezcan a terceros -no a los interlocutores- con el prop¨®sito de chantajear con la informaci¨®n, los compradores tambi¨¦n incurrir¨ªan en responsabilidad penal.
En relaci¨®n con la segunda declaraci¨®n de Javier God¨®, editor de La Vanguardia, personas conocedoras de las diligencias apuntaron que en esa ocasi¨®n no le preguntaron estrictamente sobre c¨®mo fij¨® contacto con El Lobo y qu¨¦ trabajos le encarg¨® o si conoc¨ªa sus m¨¦todos.
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