Pacto del Gobierno y nueve comunidades para explotar el Ebro

Nueve comunidades aut¨®nomas y el Gobierno central se han puesto de acuerdo tras m¨¢s de 200 horas de reuniones para la explotaci¨®n de los recursos hidrogr¨¢ficos de la cuenca del Ebro. En el consenso participan tambi¨¦n los restantes miembros de la comisi¨®n de planificaci¨®n, entre los que se encuentran ayuntamientos y usuarios.El consenso alcanzado por el presidente de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro (CHE), Antonio Arag¨®n, presenta importantes modificaciones sobre los planes hechos p¨²blicos en junio de 1992 y que hab¨ªan suscitado graves reticencias entre los sectores implicados. Adem¨¢s del cambio en las prioridades, adelantamiento de horizontes de inversi¨®n y la mejora de la calidad de las aguas, el nuevo acuerdo se apunta un tanto pol¨ªtico destacado al incorporar plenamente al texto los planteamientos del denominado Pacto del Agua, en Arag¨®n. Se fija en este texto entre 210 y 300 litros de agua por habitante y d¨ªa para el horizonte del a?o 2002, y entre 220 y 310 litros para 2012.

El acuerdo adoptado por las Cortes de Arag¨®n en 1992 sobre la utilizaci¨®n de los recursos hidrol¨®gicos, conocido por Pacto del Agua, exig¨ªa la garant¨ªa del suministro a la comunidad aut¨®noma del caudal suficiente, antes de proceder a travasar recursos a otras comunidades. Este texto se respetar¨¢ totalmente y se insistir¨¢ adem¨¢s en la utilizaci¨®n m¨¢s racional de todos los recursos.

El acuerdo, que se incluir¨¢ ahora en el Plan Hidrol¨®gico Nacional, permitir¨¢ un mejor aprovechamiento de las aguas de la cuenca del Ebro con la vista puesta en los pr¨®ximos 20 a?os. El texto ha sido suscrito adem¨¢s de por el Gobierno central, por los representantes de Cantabria, Castilla-Le¨®n, Pa¨ªs Vasco, La Rioja, Navarra, Castilla-La Mancha, Arag¨®n, Catalu?a y la Comunidad Valenciana.

El acuerdo, que ser¨¢ examinado en la comisi¨®n de seguimiento del Pacto del Agua que se constituir¨¢ el pr¨®ximo viernes en Zaragoza, permitir¨¢ la inmediata puesta en marcha de los planes de creaci¨®n de nuevas infraestructuras que se estaban paralizados.

Entre las modificaciones ahora aprobadas destaca una amplia dedicaci¨®n a conseguir reducir las p¨¦rdidas de agua, por medio de nuevos embalsamientos y sobre todo mejor utilizaci¨®n, v¨ªa modernizaci¨®n, de los sistemas y recursos de los regad¨ªos. A las industrias se les apremiar¨¢ para que procedan a reciclar y rentabilizar el agua que usan, e incluso para que sus vertidos se realicen en una zona m¨¢s alta del cauce, de la que utilizan para abastecerse.

Igualmente, en el nuevo acuerdo, se prioriza la protecci¨®n a los caudales m¨ªnimos medioambientales; aunque a¨²n existen dificultades t¨¦cnicas para determinar su cuant¨ªa. Se crear¨¢, sin embargo, un plan rector para el uso y gesti¨®n con fines recreativos y pr¨¢cticas deportivas de las aguas embalsadas, con el fin de ayudar econ¨®micamente a los entes locales. El plan endurece las normas de depuraci¨®n y var¨ªa el periodo de control para las dotaciones a las poblaciones, fijando en un mes, en lugar de la anualidad o el criterio acumulativo, el tiempo de an¨¢lisis.