'Egin'

Compas, que no hay que confundirse. No perd¨¢is los nervios en esta dif¨ªcil coyuntura para todos. Mantened la serenidad. Vuestra firmeza reafirma nuestras convicciones. Somos muchos los que estamos en contra de que se cierre vuestro peri¨®dico, compas.Compas, contad con nuestro apoyo, con nuestra presencia en primera l¨ªnea de opini¨®n para defender vuestro derecho a la existencia frente a las tentaciones autoritarias de una parte del Estado y de la opini¨®n p¨²blica. No tem¨¢is, compas.

Compas, cada vez que sale a la calle vuestro diario, nos invade un aliento de vida. La pena, el miedo, la n¨¢usea, la depresi¨®n. Multitud de sensaciones que sacuden el cuerpo y el alma. La sensaci¨®n de estar vivo, de no haber llegado al estado de anestesia que empapa a una buena parte de nuestra sociedad. Os lo debemos, entre otros, a los compas.

Compas, muchos peleamos en su d¨ªa para que no se cerraran otros medios de informaci¨®n, opini¨®n y movilizaci¨®n para el crimen organizado, como El Alc¨¢zar. A algunos les mov¨ªa el argumento de los puestos de trabajo. A muchos, el miedo a caer en las tentaciones de comportarnos como el enemigo, compas.

Compas, no pens¨¦is que tras estas l¨ªneas se oculta el menor deseo de que teng¨¢is empleo, os vaya bien en la vida o disfrut¨¦is de las ventajas de la democracia espa?ola, que es la misma que la vasca. Lo que deseamos muchos es que padezc¨¢is esas ventajas: que sufr¨¢is la sensaci¨®n de que los otros, nosotros, vuestros enemigos, somos superiores porque no queremos que nadie os asesine delante de vuestros hijos ni detr¨¢s de una tapia.

Compas, sois la imagen cotidiana, el ejemplo vivo de que no somos como vosotros, de que no nos dejamos arrastrar por el odio, aunque lo sintamos. A vuestro pesar, viv¨ªs en una sociedad que sabe mantener sus principios de convivencia y negaci¨®n del fascismo, compas.