Clinton quiere pasar a la historia como el l¨ªder del libre comercio
, Ning¨²n presidente norteamericano en medio siglo hab¨ªa tenido que decidir de una manera tan trascendental sobre el futuro del comercio mundial. Es posible que Estados Unidos tampoco se haya visto nunca en una disyuntiva tan dram¨¢tica entre el proteccionismo y el libre mercado. En estos d¨ªas puede decidirse, simplemente, si Bill Clinton entra en la historia de su pa¨ªs como el presidente que asume plenamente el reto de la plena competencia, o, como aqu¨ª le suelen llamar, de la econom¨ªa del siglo XXI.
De hecho, ning¨²n presidente estadounidense desde Dwight Elsenwoher ha firmado jam¨¢s un acuerdo comercial con car¨¢cter global. Los dos presidentes dem¨®cratas que lo hicieron, Lyndon Johnson y Jimmy Carter, firmaron s¨®lo documentos de relativa importancia en los que se exclu¨ªan algunos apartados claves como, por ejemplo, el de la agricultura. Lejos del desarme arancelario que hoy est¨¢ en juego.
El acuerdo de la Ronda Uruguay, cuya negociaci¨®n en el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio) llega estos d¨ªas a su recta final, supone, en esencia, la reducci¨®n de m¨¢s de la mitad de los actuales aranceles (impuestos por los productos importados), que pasar¨ªan a un promedio mundial de un 3%, muy lejos del 40% vigente cuando el proceso del GATT se inici¨® en Ginebra hace 46 a?os.
El final de la Ronda Uruguay llega con la impresi¨®n de que EE UU ser¨¢ el gran beneficiado por el acuerdo que pueda alcanzarse, pero los estadounidenses no comparten ese criterio. Seg¨²n el Banco Mundial, la econom¨ªa norteamericana ser¨¢, en conjunto y a medio plazo, la m¨¢s favorecida por la conclusi¨®n de la actual ronda del GATT.
Es cierto tambi¨¦n que la influencia del Gobierno norteamericano en esa negociaci¨®n es fundamental. De hecho la fecha l¨ªmite que se ha fijado, el pr¨®ximo d¨ªa 15, tiene ese car¨¢cter ¨²nicamente porque en la medianoche de ese d¨ªa concluye el plazo que el Congreso ha dado a la Administraci¨®n para negociar por lo que se llama fast track (v¨ªa r¨¢pida). Ese m¨¦todo obliga al Congreso a aceptar o rechazar el acuerdo en su conjunto, sin poder introducir correcciones que alargar¨ªan el debate durante meses. El Gobierno puede pedir una extensi¨®n del fast track, pero en esta ocasi¨®n todo el mundo se ha tomado en serio esa fecha como el l¨ªmite que hay que cumplir.
El protagonismo de Estados Unidos no es nuevo. Durante los a?os sesenta y setenta el Gobierno de este pa¨ªs fue el que con m¨¢s fe predic¨® el libre comercio. Pero ese en usiasmo fue decreciend en la medida en que las negociaciones se hicieron m¨¢s dificiles el acuerdo posible se presentab menos ambicioso. Bill Clinton ha tenido que resucitar la fe en e GATT en una naci¨®n que apena cre¨ªa ya en ese proceso.
Esa fe no ha podido, sin em bargo, mover, seg¨²n se entiende aqu¨ª, las monta?as de las resistencias europeas y japonesa. Por mucho que Clinton insista en es tos ¨²ltimos d¨ªas en que est¨¢ decidido a rechazar un acuerdo que no cumpla con sus expectativas los expertos norteamericanos anticipan que el compromiso fina estar¨¢ muy lejos de los deseos de Washington. "La Administraci¨®n tendr¨¢ que sacrificar los intereses de algunas sectores clave de Estados Unidos para salvar de conjunto del acuerdo", afirma Bruce Stokes, de la publicaci¨®n esvec¨ªalizada Nafional Journal.
P¨¦rdida de empleo
Un estudio pr¨®ximo a la Admnistraci¨®n asegura que el levantamiento que se prev¨¦ para restricciones de la industria text y de ropa puede costar a Eatado Unidos la p¨¦rdida de 745.00 puestos de trabajo.Pero la impresi¨®n generaliza da es que Estados Unidos sac provecho del acuerdo que, poprimera vez, se ha conseguido eel terreno agr¨ªcola. Pero, a cam bio, se ver¨¢ obligado a eliminamuchas de las leyes antidumping(contra las importaciones qu penetran el mercado a un precipor debajo del coste de produ ci¨®n) que protegen a sectores d biles de su econom¨ªa.EE UU siente que, como m¨ªnimo, est¨¢ haciendo tantos sacrificios en la negociaci¨®n con cualquier otro, o incluso m¨¢s.Estados Unidos acude a la fa final de este acuerdo para encotrar reciprocidad a sus esfuerzo
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