Lean mis labios
Cuando el candidato Bush proclam¨®, con la famosa frase que sirve de t¨ªtulo a este art¨ªculo, su intenci¨®n de no subir los impuestos, no esperaba que los ciudadanos consideraran su incumplimiento como uno de los m¨¢s graves fraudes pol¨ªticos de su mandato.?Fraude fiscal o fraude pol¨ªtico? En realidad, la palabra fraude la define la Real Academia como "Inexactitud consciente o enga?o". Ello pone de manifiesto que la principal promesa electoral del Partido Popular en Madrid en las elecciones municipales de 1991 afirmando que se bajar¨ªan o congelar¨ªan los impuestos municipales durante el cuatrienio venidero y el hecho de que una vez alcanzado el poder suban los tributos municipales todos los a?os, esfraude. Fraude pol¨ªtico en materia de fiscalidad a los electores.
Adem¨¢s, los impuestos, o no suben o suben, no caben matices, y como los madrile?os han visto sus recibos de 1992, 1993 y ver¨¢n los de 1994, no es preciso entrar en m¨¢s explicaciones. Todos los vecinos, propietarios de pisos o locales, empresarios, industriales, comerciantes, profesionales y artistas, usuarios del Instituto Municipal de Deportes, de los diversos Servicios Culturales del Ayuntamiento, ciudadanos que desean abrir un negocio, automovilistas, aspirantes a una plaza de aparcamientos de residentes, familiares de fallecidos, usuarios del agua, etc¨¦tera, saben que los impuestos, tarifas y tasas del Ayuntamiento de Madrid han ido subiendo fuertemente, a?o tras a?o, en este mandato en que el PP posee la mayor¨ªa absoluta en el municipio de Madrid.
Una mayor¨ªa absoluta que, no conviene olvidarlo, la derecha consigui¨® con un programa electoral en el que destacaba sobremanera su intenci¨®n de reducir la presi¨®n fiscal sobre los madrile?os. Otros partidos pol¨ªticos nunca hicimos de tan atractiva oferta una bandera y, sin embargo, jam¨¢s nos atrevimos tampoco a producir en Madrid la mayor subida de impuestos que conoce esta ciudad, algo que el Partido Popular hace a?o tras a?o sin ning¨²n sonrojo.
Es cierto que algunos impuestos municipales, como los que se calculan sobre la propiedad inmobiliaria (IBI), son relativamente peque?os y que la presi¨®n fiscal que perciben m¨¢s elevada los ciudadanos es la derivada de los impuestos estatales (IRPF, IVA, etc¨¦tera); pero ello no debe hacernos olvidar que en estos tres a?os fiscales de gobierno municipal mayoritario del Partido Popular los principales tributos municipales y el conjunto de impuestos, tasas, precios y tarifas municipales han subido el triple del coste de la vida. Y, adem¨¢s, el impuesto de actividades econ¨®micas (IAE) que ha implantado el PP en Madrid es de los m¨¢s elevados en Espa?a.
Apoy¨¢ndose en esta circunstancia de ser unos tributos relativamente peque?os, en relaci¨®n con los estatales, as¨ª como en el hecho objetivo recogido por nuestra Constituci¨®n de que la potestad legislativa originaria en materia de tributos corresponde al Estado, es posible que el se?or ?lvarez del Manzano haya despistado a alg¨²n ciudadano que no mire sus recibos o a otros que crean que las recaudaciones de los impuestos municipales son para la Administraci¨®n del Estado, cuando afirma que han congelado los impuestos municipales. ?Cuidado, se?or alcalde, los madrile?os saben leer en los labios!
Y lo que todav¨ªa no han podido descubrir los ciudadanos es en qu¨¦ va a gastarse el gobierno del PP todo lo que piensa recaudar. A estas alturas del a?o a¨²n no est¨¢n confeccionados los Presupuestos del Ayuntamiento para 1994, por lo, que grupos de la oposici¨®n y vecinos en general conocemos cu¨¢nto tendremos que pagar, pero no en qu¨¦ se va a distribuir nuestro dinero. Sospechamos, eso s¨ª, que la derecha continuar¨¢ en su l¨ªnea de incrementar la deuda municipal como ha venido haciendo desde que gobierna, ya que si en 1988 ¨¦sta ascend¨ªa a 47.000 millones de pesetas, ahora alcanza la cifra de 221.115 millones. Esto significa que, de lo que pagamos los madrile?os, el PP ha tenido que utilizar en 1993 la sustanciosa cantidad de 27.930 millones de pesetas s¨®lo en cubrir los intereses crecientes que genera una deuda que pone de manifiesto el grave d¨¦ficit econ¨®mico en que este equipo de gobierno ha sumido al Ayuntamiento de Madrid.
Tampoco han estado muy l¨²cidos los populares madrile?os cuando han implantado cuatro nuevas tasas contra la actividad econ¨®mica en este periodo. A pesar de que las presiones del Grupo Municipal Socialista han conseguido que retiren la tasa por funcionamiento de actividades que quer¨ªan imponer para 1994, las otras tres nuevas tasas que han implantado en su mandato -tasa por licencia de obras, tasa por primera ocupaci¨®n de edificios y viviendas, y tasa por proyectos de urbanizaqci¨®n-, adem¨¢s de duplicar impuestos ya existentes, han tenido efectos perversos sobre la actividad econ¨®mica y productiva de la ciudad: mientras que a alguno de los ciudadanos les han disuadido de iniciar una nueva actividad, a otros les han impulsado a hacerlo de forma clandestina, no declarando su industria o comercio por el elevad¨ªsimo coste de los nuevos tributos municipales.
S¨®lo cabe a?adir que cualquier madrile?o que, adem¨¢s de leer en los labios del alcalde, se tome la molestia de leer sus recibos, sacar¨¢ la ¨²nica conclusi¨®n posible: cuando el Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid dice que baja o congela los impuestos municipales miente.
Juan Barranco Gallardo es el portavoz del Grupo Socialista del Ayuntamiento de Madrid.
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